El espía que no se atreve a mirar

Américo Balbuena no levanta la cabeza en las audiencias. Ayer alegó su defensor y tampoco lo miró. Según su defensa, entró a la agencia Rodolfo Walsh porque «quería hacerse un currículum para un futuro trabajo de periodista». Su rol de 7/24 y los puntos que no cierran. El viernes, réplicas y veredicto de Rafecas.