DENGUE: QUÉ OCURRIRÁ ESTE VERANO CON EL VIRUS

El dengue sigue siendo una preocupación en Argentina debido a factores como el cambio climático y la importación de casos. La circulación de varios serotipos aumenta el riesgo de brotes. La vacuna TAK-003 muestra eficacia, pero la prevención, como eliminar criaderos y usar repelentes, es clave.

El dengue sigue siendo una preocupación en Argentina debido a factores como el cambio climático y la importación de casos. La circulación de varios serotipos aumenta el riesgo de brotes. La vacuna TAK-003 muestra eficacia, pero la prevención, como eliminar criaderos y usar repelentes, es clave.

El dengue sigue siendo una preocupación importante en Argentina, especialmente durante el verano, una temporada de viajes y reuniones al aire libre. Aunque no se puede predecir con certeza cuántos casos se registrarán, varios factores podrían influir en la propagación de la enfermedad. El aumento de viajes a Brasil y a otros países vecinos, así como la circulación simultánea de varios serotipos del virus, son aspectos que podrían tener un impacto significativo en la cantidad de casos en el país.

Expertos en salud destacan que el dengue se fue expandiendo en áreas que antes no eran afectadas, debido a varios factores como el cambio climático, la urbanización descontrolada y la falta de concientización en la población. El mosquito Aedes aegypti, responsable de la transmisión, logró adaptarse a nuevas zonas, incluso a grandes ciudades como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, que antes no registraban casos autóctonos. El norte argentino sigue siendo la zona más afectada, pero las provincias del centro también experimentaron un aumento en los casos.

A su vez, la importación de casos desde países limítrofes como Brasil, Bolivia y Paraguay, donde el dengue es endémico, contribuye a los brotes en Argentina. Según Laura Harburger, investigadora en el CONICET, la llegada de personas infectadas puede generar brotes, especialmente en lugares donde la enfermedad no es común.

Una de las principales preocupaciones es la circulación simultánea de varios serotipos del virus. En 2024, el serotipo 1 predominó en Brasil, mientras que en Argentina se observó un aumento del serotipo 3, que hasta ese momento no había circulado con frecuencia en ambos países. Este serotipo es particularmente preocupante, ya que podría generar complicaciones adicionales si se presenta en una población que ya haya tenido infecciones por otros serotipos.

Además, el dengue presenta una característica única: tiene cuatro serotipos diferentes (DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4). Esto significa que una persona puede enfermarse varias veces, una por cada serotipo, lo que aumenta el riesgo de desarrollar formas graves de la enfermedad en infecciones secundarias.

En los últimos años, la vacuna TAK-003 emergió como un avance importante en la lucha contra el dengue. Esta vacuna tetravalente tiene como objetivo proteger contra los cuatro serotipos del virus, aunque su eficacia varía según el serotipo y el estado inmunológico de las personas. En individuos que ya tuvieron dengue (seropositivos), la vacuna demostró ser eficaz contra todos los serotipos, especialmente contra el DEN-2. Sin embargo, en personas que nunca tuvieron dengue (seronegativos), la protección es más limitada, y la vacuna no mostró gran efectividad frente al DEN-3 y el DEN-4.

Aunque esta vacuna puede ser útil en áreas donde predomina el serotipo DEN-2, en regiones con una distribución más equilibrada de los serotipos, el impacto de la vacunación podría ser menor. Por lo tanto, el enfoque más efectivo para controlar el dengue debe incluir no solo la vacunación, sino también vigilancia epidemiológica y programas sostenidos de control del mosquito.

El control del dengue sigue dependiendo principalmente de la prevención. La eliminación de criaderos de mosquitos es crucial, especialmente durante los meses en que los huevos del mosquito están inactivos. Se recomienda descacharrizar, vaciar recipientes con agua estancada y cuidar espacios como macetas y piscinas.

Además, es importante el uso de repelentes, ropa de manga larga y mosquiteros en horarios de mayor actividad del mosquito, como el amanecer y el atardecer. La Dra. Mónica Foccoli, experta en infectología, también subraya la necesidad de estar atentos a los síntomas del dengue, que incluyen fiebre alta, dolores musculares y articulares, y erupciones en la piel. En caso de sospecha de infección, especialmente después de un viaje a zonas de riesgo, es fundamental consultar a un médico.

En resumen, si bien el dengue sigue siendo una amenaza en Argentina, la combinación de medidas de prevención, vacunación y control del mosquito es la clave para reducir la propagación de la enfermedad durante el verano de 2025.

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