Un gendarme en Orán le planteó a la ministra Patricia Bullrich la difícil situación económica que enfrenta su familia, mientras familiares de efectivos se manifestaron en Buenos Aires pidiendo mejores salarios y condiciones laborales. Las protestas seguirán en varias ciudades del país.
Este lunes, en el Aeroclub de Orán, Salta, un gendarme se acercó a la ministra Patricia Bullrich y visiblemente angustiado le planteó que no tenía para alimentar a su familia: “Vuelvo a mi casa y no hay para comer. Pago 450.000 pesos de alquiler. Tengo dos nietos viviendo conmigo, no tienen para comer”.
En respuesta, Bullrich sugirió que confiara en los planes de vivienda PROCREAR, pero el gendarme, al confundirlo con un plan social, rechazó la oferta. La ministra, tratando de explicar que no se trataba de un «plan social», dijo que el Gobierno estaba haciendo un esfuerzo por mejorar las condiciones salariales, pero su promesa de un aumento del 5% no fue bien recibida por el gendarme, quien destacó lo poco significativo de esa cifra frente a la inflación y el costo de vida.
El incidente ocurrió mientras Bullrich visitaba Orán en su camino a Aguas Blancas, donde también intentó sin éxito realizar tareas simbólicas como cavar un pozo y colocar el primer poste de un alambrado que marcaría el límite con Bolivia. En medio de la conversación, la ministra ofreció una solución que ya había sido cancelada por el gobierno de Javier Milei: el programa PROCREAR, que fue interrumpido en noviembre pasado debido a su costo para las arcas públicas.
Mientras tanto, frente a la sede de la Gendarmería en Buenos Aires, un grupo de familiares de los efectivos, en su mayoría mujeres, realizó una protesta reclamando sueldos dignos y mejores condiciones laborales. Las demandas se centraron en la imposibilidad de cubrir los alquileres, que alcanzan los 350.000 a 400.000 pesos mensuales en ciudades como Buenos Aires, Rosario y Santa Fe, un monto que supera lo que ganan muchos de los gendarmes.
En varias ciudades, especialmente en el interior, las madres de los gendarmes también alzaron su voz. Denunciaron que sus hijos, destinados en lugares lejanos y con salarios insuficientes, no podían ni siquiera pagar los pasajes para volver a casa. Las protestas, que tomaron fuerza en plataformas como la red X, exigen aumentos salariales y mejoras en las condiciones de trabajo.
En medio de las manifestaciones, algunos de los gendarmes y sus familias también se dirigieron a las figuras de Bullrich y Victoria Villarruel, pidiendo soluciones inmediatas y ajustes salariales. En el petitorio entregado a ambas, se solicitaba un aumento salarial para los gendarmes, un suplemento para los efectivos destinados a áreas de alta peligrosidad, créditos hipotecarios y un límite a los traslados forzosos de los efectivos.
Por último, se supo que estas acciones están siendo organizadas a través de un grupo de Whatsapp llamado «familias reclamando lo que corresponde», que cuenta con más de mil miembros. Las protestas seguirán en los próximos días en lugares como Rosario, Orán, Corrientes y otras ciudades del país. Aunque sus demandas no cuestionan el uso de la fuerza en protestas y situaciones laborales, la tensión sigue creciendo, especialmente en un contexto de crisis económica y falta de recursos para muchos de los efectivos de la Gendarmería.
