La sequía provocó que los trips o “piojos de paloma” se trasladarán a Buenos Aires. Son insectos que al posarse sobre la piel generan una fuerte picazón.
La ola de calor y la falta de lluvias que se vive en el país, sobre todo en la región central, provocó una invasión de pequeños insectos diminutos llamados trips. Si bien la mayoría supuso que se trataba de ácaros de aves o hasta piojos de palomas en realidad es una plaga de trips, y que en los últimos días invadieron gran parte de Buenos Aires.
El nombre científico de estos pequeños animales es Caliothrips phaseoli y pertenecen al género Thysanoptera. Semanas atrás se alertó sobre la presencia de estos insectos en los vagones de las líneas de trenes San Martín y Urquiza, ya que los pasajero se quejaban de la picazón.
Según el Sistema Nacional de Vigilancia y Monitoreo de Plagas (Sinavimo), entre las mejores maneras de combatir estos bichitos se resaltan:
-Jabón potásico pulverizado
-Trampas cromáticas con trozos de plásticos de colores vivos pintados con aceite
Los trips adultos son de color gris oscuro casi negro y miden poco más de 1 milímetro de longitud. Tanto en la Ciudad como en el Conurbano la ropa recién lavada y colgada en la soga se transformó en una suerte de atractor cromático y quedó impregnada de cientos de trips, así como también las piletas.