Una nueva movilización de jubilados en rechazo a los recortes del Gobierno de Javier Milei terminó con un fuerte operativo de seguridad, que incluyó empujones, golpes y gases lacrimógenos. Hubo tres heridos y dos detenidos.
Como todos los miércoles, jubilados y organizaciones sociales se manifestaron en las inmediaciones del Congreso en defensa de sus derechos previsionales. La protesta fue interceptada por un despliegue policial que impidió el avance de los manifestantes, lo que derivó en nuevos enfrentamientos. Según testigos, la represión incluyó empujones, golpes y el uso de gases lacrimógenos.
El operativo se enmarcó en el “protocolo antipiquetes” implementado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que refuerza la presencia de efectivos en movilizaciones. En redes sociales, circularon videos que muestran a una mujer en el suelo tras la intervención policial. Los efectivos formaron un doble cordón en la avenida Rivadavia, entre Callao y Riobamba, para desalojar la zona y evitar que los manifestantes rodearan el Congreso.
Desde la oposición y organismos de derechos humanos repudiaron la represión y exigieron explicaciones al Gobierno. Legisladores de distintos bloques señalaron que el uso de la fuerza contra jubilados en una protesta pacífica es inadmisible y advirtieron sobre la escalada represiva en el país. Mientras tanto, los manifestantes adelantaron que continuarán movilizándose cada miércoles en defensa de sus derechos.