Ecuador vivió una primera vuelta electoral con alta participación, donde Luisa González del correísmo logró el 43,83% y aseguró el balotaje del 13 de abril. A pesar de la estrategia polarizadora de Noboa, la segunda vuelta será una contienda reñida entre bloques políticos, con el apoyo de Leonidas Iza siendo clave para el resultado, en…
En un contexto de polarización extrema, Ecuador vivió su primera vuelta electoral este domingo, con 16 candidatos en competencia. La participación fue del 83%, a pesar de la crisis que afecta al país, y el correísmo, liderado por Luisa González, se aseguró un balotaje al alcanzar el 43,83% de los votos, rompiendo el techo del 40% que no había superado en anteriores comicios. Esto marca una gran diferencia con la estrategia del presidente Daniel Noboa, que apostó a una polarización directa entre el correísmo y el anticorreísmo. Sin embargo, su campaña no alcanzó el objetivo de evitar la segunda vuelta.
La candidata de la Revolución Ciudadana (RC), Luisa González, celebró el resultado e hizo un llamado a la unidad para cambiar el rumbo del país, enfocándose en temas clave como la seguridad y el bienestar social. Mientras tanto, Noboa, quien esperaba un triunfo contundente, no ofreció un mensaje a sus seguidores en la noche electoral, lo que refleja el fracaso de su estrategia.
El gobierno de Noboa apostó por la creación de una fuerte grieta política en la primera vuelta, algo que no ocurrió. La falta de una victoria clara permitió al correísmo volver a consolidarse, con un apoyo considerable del 40%, algo que no sucedía desde la elección de Correa en 2013. De esta manera, el escenario para el balotaje parece mucho más polarizado, con dos bloques políticos claramente definidos.
El voto de los otros candidatos, en particular el de Leonidas Iza, líder indígena y candidato del Movimiento Pachakutik, será crucial para definir al próximo presidente. Iza, quien obtuvo más del 5% de los votos, podría jugar un papel clave en las negociaciones de cara a la segunda vuelta. Aunque la relación entre el correísmo y Pachakutik fue conflictiva en el pasado, las posibilidades de una alianza son mayores ahora debido a la creciente polarización y la necesidad de un frente unido frente al gobierno actual.
El balotaje se celebrará el 13 de abril y se perfila como una contienda reñida, marcada por una creciente crisis económica, aumento de la violencia y cortes de energía previstos para ese mes. A medida que se acerca la fecha, la incertidumbre sobre el futuro de la vicepresidencia y el uso de recursos públicos en la campaña también podrían ser factores determinantes.
En un contexto político tenso, la jornada electoral transcurrió sin mayores incidentes, aunque las fuerzas de la oposición denunciaron irregularidades en el proceso. A pesar de ello, las autoridades destacaron que fue una elección tranquila, lo que constituye un logro democrático en un país con una creciente militarización y altos niveles de violencia.
