ISRAEL ATACÓ A IRÁN Y DECLARÓ EL ESTADO DE EMERGENCIA

La escalada de violencia en la región preocupa a la comunidad internacional, que ya ha comenzado a emitir mensajes de condena y llamados a la desescalada para evitar una guerra de consecuencias impredecibles.

La escalada de violencia en la región preocupa a la comunidad internacional, que ya ha comenzado a emitir mensajes de condena y llamados a la desescalada para evitar una guerra de consecuencias impredecibles.

Una madrugada de escalada sin precedentes sacudió Medio Oriente este viernes, con el Ejército de Israel lanzando una oleada de ataques coordinados contra diversos puntos de Irán. La operación, denominada «León Creciente», se cobró la vida de figuras clave del régimen iraní, incluyendo al jefe de la Guardia Revolucionaria iraní (IRGC), el general Hosein Salami, y al jefe del Ejército iraní, Mohamad Baqeri. Hasta el momento, los bombardeos dejaron al menos nueve muertos y más de un centenar de heridos, además de la destrucción parcial de varias instalaciones nucleares.

La IRGC confirmó la muerte de Salami, mientras que el portavoz de las Fuerzas Armadas iraníes, el general Abolfazl Shekarchi, lamentó el «martirio» de varios comandantes y prometió que Israel «pagará un gran precio» por estos ataques. «No hay motivo para preocuparse en el país, y el régimen sionista y Estados Unidos pagarán un alto precio y recibirán una fuerte bofetada», afirmó Shekarchi, denunciando que «se han atacado zonas residenciales, lo que es una señal de la humillación del enemigo, que no puede hacer frente al país».

Las explosiones se registraron en las instalaciones nucleares de Natanz, a unos 300 kilómetros al sur de Teherán, la capital iraní que también se vio afectada, lo que obligó a suspender todos los vuelos con salida o destino al aeropuerto Imán Jomeini. También se reportaron ataques en Tabriz y Jandab (noroeste) y Jorramabad (sudoeste).

Además de Salami y Baqeri, otras víctimas confirmadas de los bombardeos incluyen al comandante de la compañía de ingeniería de la Guardia Revolucionaria, Gholamali Rashid; el presidente de la universidad islámica Azad, Mohamad Tehranchi; y el exjefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, Fereydoon Abbasi.

Horas antes de la confirmación de las muertes, el Ejército de Israel anunció en su cuenta de X que había bombardeado «docenas de objetivos militares de Irán en diferentes áreas» del país, en lo que describió como la primera fase de una operación contra el programa nuclear iraní.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) justificaron los bombardeos argumentando que «hoy, Irán está más cerca que nunca de obtener un arma nuclear«, lo que «representa una amenaza existencial para Israel y el mundo en general». En un comunicado, las FDI agregaron: «El Estado de Israel no tiene otra opción que cumplir con la obligación de actuar en defensa de sus ciudadanos y continuará haciéndolo en todos los lugares donde se le requiera, como lo hemos hecho en el pasado». Se ha ordenado a la población israelí suspender toda actividad no esencial.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó en un discurso en vídeo difundido en X que la operación militar «continuará durante tantos días como sea necesario para eliminar la amenaza» iraní, y aseguró que «nunca más» —un lema que evoca el Holocausto— «es ahora». El mandatario informó que el ataque impactó el programa nuclear iraní –que, según él, tendría «suficiente uranio altamente enriquecido para fabricar nueve bombas atómicas»—, a los «principales científicos» presuntamente involucrados en una supuesta bomba nuclear, y a su «programa de misiles balísticos».

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dejó entrever su apoyo a la acción israelí al postear en su red social Truth: «Le di a Irán una y otra vez la oportunidad de llegar a un acuerdo. Les dije, con la mayor firmeza, que ‘simplemente lo hicieran’, pero por mucho que lo intentaran, por muy cerca que estuvieran, simplemente no pudieron lograrlo».

Netanyahu agradeció a Trump «su liderazgo a la hora de hacer frente al programa de armas nucleares de Irán». Sin embargo, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, negó la implicación de Washington en los ataques, asegurando que forman parte de una «acción unilateral» de su aliado en Oriente Próximo.

Mientras se desarrolla la operación, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, declaró «inmediatamente el estado de emergencia» en todo el territorio del país. Este anuncio se realizó tras una reunión con altos mandos militares, horas antes del inicio de la «Operación ‘Am Kalavi’ en Irán».

«Tras el ataque preventivo del Estado de Israel contra Irán, se espera en un futuro inmediato un ataque con misiles y aviones no tripulados contra el Estado de Israel y su población civil», explicó Katz en una nota. Por su parte, el jefe de personal de las FDI, Eyal Zamir, aseveró que el país está «en un punto de no retorno» en el que «no se puede permitir esperar a otro momento para actuar».

«Llevamos mucho tiempo preparando esta operación», afirmó Zamir, añadiendo que el Ejército está «movilizando a decenas de miles de soldados». Además, Zamir advirtió a la población israelí sobre una posible respuesta iraní, señalando que «el número de víctimas será diferente al que estamos acostumbrados».

Los ataques se producen horas después de que el presidente Trump sugiriera una actuación similar, a pocos días de una nueva ronda de contactos entre delegaciones iraníes y estadounidenses en Mascate, Omán, sobre el programa nuclear de Teherán. «No quiero decir que sea inminente, pero parece que es algo que muy bien podría suceder. Es muy simple, no complicado: Irán no puede tener un arma nuclear», indicó el magnate republicano en declaraciones a la prensa desde Washington.

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