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Jorge Macri eligió a las personas en situación de calle como su primer enemigo

“Los cajeros automáticos se han transformado en monoambientes”, lanzó.

El flamante precandidato de Juntos por el Cambio a jefe de gobierno porteño, el vicentelopense Jorge Macri, anticipó cuál será su política con las personas en situación de calle: evitar que “se apropien de algunos sectores de la ciudad” y “recuperar para el vecino” algunos de los lugares ocupados por quienes no tienen dónde dormir.

Particularmente apuntó contra quienes se guarecen del frío en lugares cerrados de acceso público, como los cajeros automáticos donde algunas noches duermen familias enteras. “Hoy los cajeros automáticos se han transformado en monoambientes de algunos”, lanzó el también ministro de Gobierno de la ciudad.

La singular mirada social de Macri sobre quienes son víctimas de la pobreza extrema fue expresada durante una entrevista por radio La Red, donde analizó cuáles serán los desafíos que podría asumir en caso de ser electo para un quinto período macrista en la gestión porteña.

Allí, el licenciado intendente de Vicente López que desde hace dos años ocupa un cargo en la ciudad habló de las personas que duermen en cajeros, plazas y veredas, y reconoció que en la Capital Federal “hay alrededor de 3 mil personas” en esa situación. También precisó que “un tercio de ellas, con problemas de adicciones o de salud mental”.

Opinó que en esos casos, la administración de Juntos por el Cambio tendría que intervenir porque esas personas “son un riesgo para ellas y para terceros”.

Admitió que una solución parcial al tema sería ofrecerles asistencia en los paradores nocturnos que la Ciudad dispone en varios barrios, pero consideró que eso no sería suficiente. “No los puedo obligar (ir a los paradores) pero tampoco puedo aceptar que sean dueños del espacio público”, sentenció.

“Hoy los cajeros automáticos se han transformado en monoambientes de algunos. Se apropian de algunos sectores de la ciudad” y “a veces son agresivos verbalmente”, dijo sin diferenciar que esas personas son víctimas de la indigencia, del déficit habitacional y de la cuestionable aplicación de las políticas de salud mental que hace el gobierno del cual él es funcionario.

Así y todo, Jorge Macri sostuvo que la solución es “levantar un poco la vara y recuperar ese afuera para el vecino, porque mucha gente se siente insegura” con quienes deambulan, mendigan y duermen en las calles.

“No tolerar los cortes ni los piquetes”
El singular análisis de la situación social en la ciudad de la que él quiere ser jefe de Gobierno incluyó también a las protestas y cortes de calle. Se refirió a ellos con los clásicos latiguillos de Juntos por el Cambio y de los sectores más reaccionarios con la protesta social.

Llamó a “no tolerar los cortes ni los piquetes” y tomar medidas que “hagan que las movilizaciones sean más chicas”. Para esto, agregó, “hay que terminar con la tercerización (de los planes sociales) para que las movilizaciones sean más chicas porque así no van a tener la capacidad de extorsionar a quienes traen” a las protestas.

Además, “hay que impedir que los chicos sean parte de la marcha, tienen que estar en la escuela o si no pierden el plan”. Con los cortes “se afecta al derecho a trabajar, a estudiar, a buscar salud”, así que me comprometo a eso, porque se pueden implementar las dos primeras medidas”, cerró.

Las ratas las traen los bares
Pero el primo del ex presidente no solo se la agarró con los “homeless” y piquetes, sino también con los propietarios de restaurantes ubicados en zonas comerciales donde alrededor hay colegios donde últimamente aparecieron ratas.

Cuando fe consultado al respecto, Macri afirmó que “ese problema tiene que ver con algunos polos gastronómicos que sacan la basura a cualquier lado”. O sea que si no fuera por la suciedad de los bares, no habría ratas en las instituciones educativas.

Por eso, “hay que trabajar muy fuerte con los gastronómicos con la basura diferencial. Muchas veces el problema de ratas tiene que ver con zonas en escuela pero, en general, donde tenemos algunos polos gastronómicos que sacan la basura a cualquier lado y eso es un desorden agregado”.

FUENTE: Página 12.

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