En su declaración, declararon que peleaban con un amigo de la víctima.
Por Santiago Brunetto
En una ciudad movilizada por el tercer aniversario del crimen de Fernando Báez Sosa, Lucas Pertossi y Blas Cinalli se transformaron en los últimos acusados en declarar en la etapa probatoria del juicio. Los dos negaron haber atacado a la víctima y se ubicaron, en cambio, pegándole a un amigo de él en el marco de lo que calificaron como “una pelea”. Sobre su ADN hallado en el meñique de Fernando, Cinalli dijo que tuvo un “forcejeo” con otra persona en el boliche y que “supone” que se trataba de él. Mientras Pertossi y Cinalli declaraban, desde la calle se escuchaba el grito de “asesinos” por parte de un grupo de manifestantes que llegó a la ciudad por el aniversario. La jueza María Claudia Castro anunció que los alegatos serán el 25 y 26 de enero.
Dolores amaneció diferente a los otros doce días de juicio. Policías y patrulleros en esquinas donde antes no había, carteles de “justicia por Fernando” y gente que, de a poco, se acercaba a la puerta vallada de los Tribunales. Silvino y Graciela, los padres de la víctima, vestían remeras con una foto en la que se los ve sonriendo junto a su hijo. La última audiencia de la etapa probatoria comenzó temprano, más de lo habitual, y tras el testimonio de los peritos de la defensa el abogado Hugo Tomei anunció que Lucas Pertossi iba a declarar. Por las ventanas de la sala de audiencias ya entraban los gritos de la gente.
“En ningún momento le pegué a Fernando Báez Sosa”, dijo Pertossi, el primero de los acusados en mencionar con nombre y apellido a la víctima. “En ningún momento participé de un plan de asesinato”, agregó. Luego, Tomei pidió que se le exhibiera uno de los videos del ataque. Se trata de las imágenes captadas por un celular desde la vereda opuesta a los hechos. Allí se ve cómo, tras la cola de un auto, le pegan en el piso a Tomás D’alessandro, uno de los amigos de Fernando, mientras que detrás del auto transcurre el ataque a la víctima, que no llega a verse por el vehículo.
“Ese soy yo, de remera Element. Ahí le pego, anteriormente le digo ‘soltalo’, veo que se intenta parar y ahí me retiro del lugar”, dijo Pertossi ubicándose como uno de los atacantes de D’alessandro, algo que ya había sido confirmado por peritos de videos. Sobre el momento previo, el imputado dijo que “veo a un amigo que lo agarran del pie queriéndolo tirar al piso. Le digo al chico ‘soltalo’, le pego dos patadas, se intenta parar y yo me voy caminando”, siempre en referencia a D’alessandro. Tras esto, Tomei anunció que Pertossi no iba a responder preguntas, por lo que regresó al banquillo.
Cinalli fue más allá y dijo que D’alessandro “estaba tacleando a un amigo y lo tomé como forma de agresión”. “Lo sigo porque pensé que iba a tirar a mi amigo. El chico lo agarró del pie. Le digo ‘soltalo, soltalo’ y me agarra a mí del pie. Pensé que me iba a caer. Cuando logro zafar le pego una patada”, agregó. También Cinalli se ubicó en el mismo video y los dos acusados se refirieron al hecho como una “pelea”. En su declaración testimonial, D’alessandro había relatado los hechos así: “Yo trato de separar pero antes de poder hacerlo me terminan tirando a mí también al piso. Me agarro de la pierna de uno y me termina pegando una patada”.
Cinalli también se desligó del ataque directo a Fernando. Su situación es más compleja que la de Pertossi porque su rastro genético fue hallado en el meñique de Fernando. “Se dijo que tenía mi ADN. Yo en ningún momento le pegue, supongo que será la persona de adentro del boliche”, aseguró. Es que, momentos antes, Cinalli había referido a un “forcejeo” que tuvo dentro de Le Brique. “Veo a uno de mis amigos agachado y otro chico le estaba por pegar o pegando. Me acerco y lo agarro, quedamos trenzados y empezamos a forcejear”, sostuvo.
Pertossi y Cinalli también se refirieron los mensajes de WhatsApp exhibidos durante el juicio. En el caso de Pertossi solo habló del audio en el que avisa a sus amigos que Fernando “caducó”. “Me crucé con un chico y él me contó lo que pasaba. ‘Lo único que sé es que hubo una pelea afuera del boliche y caducó un pibe’, me dijo, y yo mando un audio explicando lo que me había relatado este chico”, sostuvo, atribuyendo el origen de la palabra a esa persona.
Cinalli es el más complicado con los mensajes que envió. Entre ellos se encuentra el que mandó a un amigo ajeno al grupo en el que refirió “amigo, flasheamos, creo que matamos a uno”. Consultado por la Fiscalía sobre ese mensaje, dijo que “eso escuchaba de los vecinos y se lo repetía a mi amigo. No estaba muy lúcido ni tenia claro lo que había pasado, no creía que había pasado lo que decía la gente”. En varias ocasiones aseguró que esa madrugada “estaba totalmente borracho”.
Antes de los acusados declararon dos peritos de parte de la defensa, Jorge Velich y Juan José Fenoglio, que elaboraron un análisis crítico del informe de autopsia del médico Diego Duarte. “No sabemos cuál es la lesión que produjo el sangrado cerebral, no se identificó la arteria que sangró”, dijeron, y criticaron la causa de muerte datada por Duarte: “paro cardíaco traumático”. El informe se orientó a mostrar que Duarte no identificó qué produjo las lesiones ni la intensidad de los traumatismos. Pese a esto, los peritos aseguraron que “no hacen diagnóstico” de la causa de muerte. También sostuvieron que “posiblemente” la herida que tenía Fernando en el hígado pudo haber sido producida por maniobras de RCP.
FUENTE: Página 12