Se trata de Remo Candia Guevara, presidente de una comunidad campesina. En tanto, 17 de las 18 víctimas fatales de la masacre ocurrida en Juliaca a comienzo de la semana fueron inhumadas tras un multitudinario desfile con los ataúdes hasta el aeropuerto, sede de los enfrentamientos.
La Defensoría del Pueblo de Perú anunció el miércoles por la noche la muerte de una nueva persona en enfrentamientos contra las fuerzas de seguridad durante las protestas para pedir la salida de la presidenta Dina Boluarte, elecciones anticipadas y el cierre del Congreso, y la cifra provisional de decesos ya supera las cuatro decenas.
De acuerdo con el reporte oficial, se trata de Remo Candia Guevara, presidente de la comunidad campesina de Anansaya Urinsaya Ccollana de Anta, ubicada en Cusco, en el sureste del país, en medio de las refriegas ocurridas en esa ciudad luego de la masacre ocurrida en Juliaca (también en el sureste) a comienzos de la semana, con 18 muertos en total, 17 de ellos por herida de arma de fuego.
Las víctimas de Juliaca fueron inhumadas el miércoles en multitudinarias reuniones, según imágenes de video que fueron recogidas por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, para hacer conocer vía Twitter su dolor por la situación.
Respecto de la última muerte comunicada el miércoles, la Defensoría publicó: “Lamentamos que enfrentamientos en Cusco hayan originado el fallecimiento del presidente de comunidad de Anansaya Urinsaya Ccollana de Anta, Remo Candia Guevara. Pedimos al director del Hospital Lorena comunicarse con fiscal de turno para la realización de la necropsia de ley”.
“Demandamos una investigación inmediata para dar con los responsables del deceso y proceder a la sanción respectiva. Nuestros comisionados se encuentran en alerta en zonas de movilización en regiones del país”, añadió el organismo, citado por Europa Press.
En medio del clima de protestas fueron velados el miércoles los restos de 17 de los 18 muertos el lunes en Juliaca, Puno, donde una multitud desfiló hasta el aeropuerto, sede de los enfrentamientos, con los ataúdes.
“No somos terroristas, somos juliaqueños”, gritaban los ciudadanos, tras el velorio colectivo que se hizo en la parte posterior de la morgue del Hospital Carlos Monge Medrano.
Los féretros de color blanco y marrón fueron cargados por sus allegados y cada uno tenía encima una fotografía y una bandera de Perú cubriéndolo por completo.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, publicó un tuit con un video de la multitud despidiendo a sus seres queridos.
“El pueblo del Perú merece la solidaridad del mundo. Entierro de las personas asesinadas por protestar en Juliaca, Andes del Perú”, enuncia el mensaje del mandatario colombiano.
Por su parte, el vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, calificó los enfrentamientos durante las manifestaciones en Perú como “una verdadera masacre”.
“Le dieron un golpe de Estado al presidente (Pedro) Castillo y repito: nosotros no salimos a defender a Castillo, porque cometió muchos errores, pero le dieron un golpe de Estado”, argumentó el militar bolivariano en su programa de radio “Con el Mazo Dando”.
Cabello dijo que el Gobierno de Dina Boluarte “lleva casi 40 asesinados, que se sepa”, y culpó a la Organización de Estados Americanos (OEA) de no decir “nada”, lo mismo que la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. “Nadie habla nada, para la Corte Internacional Penal, no existe nada”, lamentó.
Según el coordinador de las fiscalías contra el crimen organizado Jorge Chávez Cotrina, 17 víctimas de Juliaca murieron por impactos de armas de fuego.
La declaración echa por tierra versiones sobre ataques con armas blancas.
El otro deceso corresponde a un policía que fue atacado salvajemente por los habitantes del lugar horas después de ocurridas las refriegas más fuertes.
El clima de tensión se inició el 7 de diciembre, tras la destitución de Pedro Castillo de la Presidencia.
Los bloqueos de rutas se extendieron a ocho de las 25 regiones del país, afectando a Tacna, Moquegua, Puno, Cusco, Apurímac, Arequipa, Madre de Dios y Amazonas, según la Superintendencia de Transporte Terrestre.
En Arequipa, segunda ciudad de Perú ubicada al sur del país, centenares marcharon ayer contra el gobierno y bloquearon la ruta Panamericana Sur.
El Gobierno reafirmó este jueves su compromiso con el respeto a los derechos humanos y aseguró que garantiza el derecho a la protesta, según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores, luego de recibir a una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que evalúa la situación del país.
FUENTE: Télam