El gobierno de Javier Milei ha presentado dos propuestas para llenar vacantes en la Corte, sugiriendo una posible reestructuración en el ámbito judicial. Las nominaciones de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla generan incertidumbre respecto al futuro de la institución.
El gobierno de Javier Milei ha presentado dos propuestas para cubrir la vacante actual en la Corte y la futura vacante que se producirá en diciembre, con la salida de Juan Carlos Maqueda al cumplir 75 años. Estas propuestas parecen ser parte de una estrategia a mediano plazo para reorganizar la cúpula del Poder Judicial.
El juez federal Ariel Lijo y el catedrático y constitucionalista Manuel García Mansilla no están alineados con la troika dominante actual: Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda. Lijo, reconocido por su trabajo en la Causa Ciccone, es resistido por sectores políticos, especialmente por Elisa Carrió, debido a sus vínculos familiares y su relación con Ricardo Lorenzetti.
García Mansilla, proveniente del ámbito académico y afín a La Libertad Avanza, presenta un perfil antikirchnerista y constitucionalista. Sin embargo, su historial muestra cierta flexibilidad dependiendo de la situación, como su apoyo a la designación de Rosatti y Rosenkrantz en la Corte.