RENUNCIÓ ALBERTO BAÑOS Y QUEDA VACANTE LA SUBSECRETARÍA DE DERECHOS HUMANOS

La renuncia del subsecretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, profundiza la crisis interna del área: durante su gestión desmanteló organismos clave, redujo personal, bloqueó actividades vinculadas a la memoria y expuso al país ante la ONU con posturas negacionistas sobre los crímenes de la dictadura.

La renuncia del subsecretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, profundiza la crisis interna del área: durante su gestión desmanteló organismos clave, redujo personal, bloqueó actividades vinculadas a la memoria y expuso al país ante la ONU con posturas negacionistas sobre los crímenes de la dictadura.

La salida de Alberto Baños de la Subsecretaría de Derechos Humanos sumó un nuevo capítulo al recambio interno del Gobierno. Su renuncia se formalizó luego de meses de tensiones y en un contexto de fuerte discusión sobre el rumbo de las políticas de memoria. Durante su gestión, el área quedó reducida a un tercio de su estructura original y se frenaron actividades históricas dentro de los espacios de memoria, lo que generó cuestionamientos de organismos y trabajadores.

Baños había llegado al cargo respaldado por Mariano Cúneo Libarona, pese a tener antecedentes polémicos como juez, entre ellos el escaso avance en la investigación por la desaparición de Arshak Karhanyan y decisiones favorables a exfuncionarios de la última dictadura. Su paso por la subsecretaría estuvo marcado por despidos, presencia policial en la sede de la exESMA y la interrupción o cancelación de actividades culturales y educativas, incluido el cierre del Centro Cultural Haroldo Conti.

El conflicto se intensificó tras su participación ante el Comité Contra la Tortura de la ONU, donde relativizó la magnitud de los crímenes de la dictadura y cuestionó el trabajo de los organismos de derechos humanos. Esas declaraciones provocaron reclamos públicos para su desplazamiento. En paralelo, Baños avaló iniciativas controvertidas, como la propuesta de considerar delitos de lesa humanidad a acciones de grupos armados de los años setenta, y mantuvo vínculos con abogados defensores de represores condenados.

La relación interna terminó de quebrarse con el avance de funcionarios cercanos al asesor presidencial Santiago Caputo dentro del área, especialmente después de la designación de Alfredo Vitolo al frente de Asuntos Jurídicos, quien desplazó a Baños de reuniones internacionales previstas para esta semana. Minutos después de que la Corte Interamericana difundiera una imagen oficial con Vitolo, Baños presentó su renuncia formal.

Mientras el Ministerio de Justicia evalúa quién quedará al frente de la subsecretaría, desde el Gobierno destacaron el “trabajo realizado” por Baños, aunque los organismos de derechos humanos mantienen una posición crítica sobre su paso por el área y sobre el futuro inmediato de las políticas de memoria.

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