Los lazos con humanos o animales; la despedida, el amor maternal y las distancias. Las tres viñetas que arman los poemas de Julieta Letto (Buenos Aires, 1985) plantean a partir de escenas sencillas y cotidianas (un entierro, un abrazo, una charla entre viajeros) distintos modos de considerar la estrecha separación entre el equilibrio de la contención familiar y el desborde trágico, el hilo que se corta.
Sepultura inaugural En mi familia no sabemos hacer duelos. Las noticias se dan como si nada y pronto pasamos a otra cosa. Cada quien se va a su cueva y verá si se lame las heridas. Todo lo que sé del ritual de despedirse lo aprendí de los animales. Es casi la medianoche en agosto, pero el calor y la humedad son abrumantes. Con una pala ajena y en tierras prestadas ensayamos una ceremonia incómoda. Mi papá excava sin parar, desenfrenado y temo que todo se transforme en una sucesión de eventos trágicos. Desde un paredón nos mira una fila de gatos vecinos maullando en formación de coro góspel. Hay algo de celebración en todo esto. Ellos entienden que murió uno de los suyos, callejero o doméstico, que esto es lo que pasa y van a despedirse a su modo y en su lengua. Amor voraz Cuando mi hijo bosteza ya con sueño y lo arrullo muy cerca de mi cara me dan ganas de comerlo de tan lindo y me transformo en el orco de Bomarzo. Una boca abierta es un misterio en lo que engulle y en el abismo que se asoma. Crías Esa noche cuando esperamos el bus en un parador bien iluminado de Coruña hablamos de que emigra quien sabe que quizás ya no será huérfano en su tierra quien puede correr el riesgo de morir lejos o volar de urgencia para llegar tarde o apenas a tiempo al entierro de la madre. Los animales que cruzan la ruta de noche también asumen sus riesgos. Parecen surgir de pronto de otro plano como la familia de jabalíes que vemos pasar tan cerca nuestro apenas alumbrados por la luz del parador marchando con paso decidido a fundirse en la oscuridad del monte. Casi no hay tiempo de asustarnos. ¿Y por qué temeríamos una embestida en lugar de sentir una envidia punzante por la cría que va entre sus mayores? ¿De la mano de quién cruzaremos nosotras la calle?
Julieta Letto (Buenos Aires, 1985). Es traductora de inglés y correctora. Estudió Letras en la Universidad Nacional de San Martín.