logo

LAS BASES, REDUCIDAS, ESTÁN POR MARTÍN GAMBAROTTA

La final aprobación de la Ley Bases en diputados, la paciencia de los mercados y los ciudadanos, los funcionarios liberales que vuelven a rivalizar y más conflictos diplomáticos; por Martín Gambarotta.

La Ley Bases y el paquete fiscal auspiciados por el Presidente libertario Javier Milei fueron aprobados definitivamente en la Cámara de Diputados el viernes a la madrugada. Fue el fin de una saga que comenzó cuando el gobierno envió al Congreso año una versión mucho más ambiciosa de la ley. Ese proyecto de ley ómnibus naufragó dando la primera señal de una realidad: el partido gobernante, La Libertad Avanza, no controla el Congreso. Apenas cuenta con unos 38 diputados en la Cámara Baja y siete senadores. La aprobación se logró después de una sucesión de concesiones administradas por el Jefe de Gabinete Guillermo Francos, un experimentado operador que hace, según sus propias palabras, lo que Milei “no entiende”. Las concesiones fueron muchas. Por caso en el Senado no se logró aprobar las privatizaciones de Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y radio y televisión estatal. El oficialismo ni se preocupó por presentar batalla por ese tema en el debate final en Diputados. En cambio sí dio batalla por aumentar el número de trabajadores que pagarán el Impuesto a las Ganancias y una reducción en Bienes Personales.

A esta altura lo que le importaba el oficialismo era alzarse con una supuesta victoria simbólica. Cualquier ley es mejor que ninguna. La ley fue aprobada pero fue acotada en lo que hace a facultades delegadas, privatizaciones, reforma laboral y un régimen para incentivar la inversión. Este régimen, según el gobierno, es lo que va a traer inversiones y salvar al país de la recesión que está sufriendo. No hubo euforia en los mercados después de la aprobación; el dólar sigue alto, los bonos bajan y el riesgo país también es elevado.

Lo que es más sorprendente es que el Ministro de Economía Luis Caputo y el jefe del Banco Central Santiago Bausili llamaron a una conferencia de prensa en el Ministerio de Economía después de la aprobación final el viernes. Los funcionarios anunciaron el traspaso de deuda del Banco Central al Tesoro y no mucho más. Las conferencias de prensa en el Ministerio de Economía nunca fueron un recurso comunicacional muy efectivo para los gobiernos liberales. Milei y Caputo habían logrado comunicar mejor concediendo largas entrevistas a periodistas amigos manteniéndose lejos de los históricos anuncios de ministerio. Pero ahí estaba Caputo el viernes balbuceando recetas inentendibles y de cierto modo aclarando las palabras de Milei acerca del fin del cepo cambiario. Caputo dijo que no hay fecha cierta para terminar con el control de capitales. El gobierno está bajo presión por este tema. Carlos Melconian, un economista liberal ortodoxo, dijo que el cepo es “ilevantable”. La administración Milei necesita que eso no sea cierto para que sus acciones no queden reducidas a charlatanería.

Caputo también prometió una reducción del impuesto PAIS, que entre otras cosas grava la compra de dólares, para agosto o septiembre y la emisión cero. Es, dijo, la segunda fase del gobierno. Es la primera vez que Milei y Caputo hablan de fases.

En conclusión: sin el histrionismo efectista del presidente el gobierno enfrenta los mismos desafíos que cualquier otro gobierno argentino y no está claro que pueda afrontar una crisis si la popularidad de su jefe guasón se esfuma. El Fondo Monetario Internacional apoyó la aprobación de las leyes, pero el gobierno ahora tiene que lidiar con la posible judicialización de las legislaciones promovidas por los sindicatos. En parte debido a las diferencias en la aprobación por ambas cámaras.

“Caputo, los “anuncios” en el ministerio, Sturzenegger; todo comienza a remitir al fallido gobierno del liberal Mauricio Macri en 2015-2019.”

El presidente durante un discurso en la República Checa pareció autopostularse para el premio Nobel de Economía, algo que relativizó el viernes a la mañana cuando fue entrevistado por un periodista amigo.

La relación de Milei con el mundo sigue siendo turbulenta. Se negó a disculparse con el Presidente de Brasil Lula da Silva por llamarlo “corrupto” y “comunista”. No tengo que disculparme por decir la verdad, dijo Milei. Da Silva había reclamado una disculpa a él y a Brasil y le aconsejó a Mieli que deje de intentar gobernar el mundo. Ahora Milei tiene discusiones diplomáticas serias con Brasil, Colombia y España.

Las relaciones del presidente con los gobernadores argentinos también tienen sobresaltos. Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe, y Martín Llaryora, gobernador de Córdoba, reclamaron pagos pendientes del gobierno federal. Pullaro, un radical, dijo que se la había terminado la paciencia.

Las encuestas muestran que el público todavía sí le tiene paciencia a Milei y sus andanzas de trotamundos, pero el Impuesto a las Ganancias ahora va a tener un impacto sobre un mayor número de empleados en medio de una recesión enorme de la que nadie se hace cargo. El desempleo crece, la pobreza también. De hecho el gobierno frenó los aumentos a la luz, gas y combustible previstos para julio en lo que parece un intento de evitar más problemas con la inflación.

Milei también confirmó que su asesor económico estrella Federico Sturzenegger será nombrado ministro para coordinar la desregulación de la economía. El gobierno tiene un proyecto de ley “hojarasca” que será ejecutado por Sturzenegger. Caputo, los “anuncios” en el ministerio, Sturzenegger; todo comienza a remitir al fallido gobierno del liberal Mauricio Macri en 2015-2019. Caputo y Sturzenegger fueron funcionarios de Macri y rivales internos en esa administración. Para los libertarios Caputo y Sturzenegger fracasaron en 2015-2019 debido a la falta de convicción de Macri. Ahora, se supone, ya no tienen excusas.

Comparti la nota

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram