El intrincado mapa geopolítico de la región a partir de la elecciones en Venezuela, una radiografía de la relación Macri-Milei y las últimas bengalas que arroja el ministro Luis “Toto” Caputo para atraer dólares frescos a una economía sitiada por la realidad; por Martín Gambarotta.
La semana comenzó con las elecciones presidenciales de Venezuela dominando la escena local. Rápidamente el tema se volvió una obsesión, en especial de periodistas que no manejaban información de primera mano pero igual hablaban como si lo que decían podía volcar el resultado electoral en otro país. Para la oposición venezolana el Presidente socialista Nicolás Maduro es un dictador. Para Maduro la oposición es financiada por la CIA. Maduro se declaró ganador bastante rápido y las instituciones del país lo confirmaron. La oposición dijo que hubo un fraude flagrante y que tenía pruebas. Lo que se abre así es otro capítulo de una crisis en Venezuela que se viene desarrollando desde hace casi 25 años. El efecto en Venezuela es inconmensurable, pero el efecto también fue regional. El temor era que el resultado electoral que se dirimía en las calles de Venezuela pudiera desencadenar una ola de inestabilidad en la región. El Presidente argentino libertario Javier Milei fue el primero en denostar a Maduro. Maduro respondió que el libertario no le duraría “ni un round”. Milei y Maduro son contrincantes ideales y capitalizan una rivalidad internacional que les suma internamente. La demonización es mutua. Otros pesos pesados regionales, liderados por el Presidente progresista de Brasil Lula da Silva, fueron más cautos. Brasil contó con el apoyo de Colombia y México en no reconocer a la oposición como vencedora. De todos modos Maduro sigue bajo presión para presentar las actas de la elección discutida. La oposición dice que va a llevar el caso “hasta el final”, pero la crisis en Venezuela justamente lo que no parece tener es un final.
Hasta Milei tuvo que maniobrar en la inestabilidad. La Embajada Argentina en Caracas, que aloja asilados venezolanos, estaba siendo asediada. Brasil tuvo que hacerse cargo de la Embajada Argentina, Milei, a pesar de tener casi un conflicto personal con Da Silva, agradeció el gesto de Brasil. Da Silva y Milei no se hablan, pero el desbande en Venezuela los acercó un poco. Después la Canciller Diana Mondino publicó en la red social X un mensaje reconociendo la victoria de la oposición, imitando a los Estados Unidos. La novedad es que rápidamente gobierno emitió un comunicado relativizando la declaración de Mondino.
El sábado, durante una charla en México, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner se sumó al pedido que las autoridades venezolanas “por el legado de Hugo Chávez” publiquen las actas, encolumnándose con Brasil, Colombia y México que emitieron un comunicado conjunto el 1 de Agosto pidiendo pruebas de los resultados. Las declaraciones de Fernández de Kirchner se transforman en la posición oficial del peronismo sobre Venezuela a casi una semana del voto. Durante la semana, el Gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof se había negado a tomar una posición pública sobre el tema limitándose a pedir una resolución en paz del conflicto.
“Está por verse si la sobreactuación sobre Venezuela no le termina conviniendo a Milei para sacar el foco de la situación nacional.”
Los acontecimientos en Venezuela no se van a detener. En efecto divide a la región entre los que apoyan la postura de Brasil, Colombia y México y los que buscan derrocar a Maduro, eso incluye a Milei.
Está por verse si la sobreactuación sobre Venezuela, la palabra clave para los periodistas amigos del presidente es “dictadura”, no le termina conviniendo a Milei para sacar el foco de la situación nacional. Para Milei en Venezuela hay una “dictadura comunista” que reprime a la población.
Igual, la política local siempre regresa. Milei se reunió con el expresidente Mauricio Macri, líder el partido de centro derecha PRO. Macri encabezó un acto el jueves para presentarse como el nuevo jefe del partido. No fue una movida inocente. Macri también lanzó una crítica del “entorno” de Milei en una serie de entrevistas que brindó a periodistas amigos. Según Macri ese entorno incluye a dos personas: la Secretaria General de la Presidencia Karina Milei, hermana del presidente, y el asesor plenipotenciario Santiago Caputo. Macri dijo que había tenido largas negociaciones con Caputo al comienzo del gobierno para incorporar funcionarios del PRO que no llegaron a ninguna parte y que “no conocía” a Karina Milei. Caputo reaccionó a los reclamos de Macri elogiando al expresidente en público en una rara entrevista que el expresidente se tomó con ironía.
Macri además puso en duda la capacidad de gestión de la administración Milei quejándose de la falta de un “equipo”. El vocero presidencial Manuel Adorni rechazó las críticas. Macri se comporta como un patrón desorientado que fue derrotado en su juego por tecnócratas de corporación privada que en otro tiempo estaban acostumbrados a recibir órdenes de personas como él. La relación Milei-Macri es excelente pero perfectamente se puede deteriorar si las quejas del jefe del PRO continúan, en especial contra la hermana del presidente.
La pregunta es si las declaraciones de Macri les abrirán la puesta a los dirigentes del PRO leales al expresidente para que cumplan funciones en la administración Milei. Macri le está poniendo mucha energía al asunto para forzar una definición de Milei. El PRO tiene problemas internos. Ya hay funcionarios originalmente del PRO en el gobierno. La Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, técnicamente pertenece al PRO pero responde a Milei y no a Macri.
En definitiva el peligro para el espacio es que la centroderecha se divida electoralmente entre La Libertad Avanza /LLA), el partido de gobierno, y el PRO. Macri dijo que espera que los dos partidos se presenten unidos en las elecciones de medio término del año que viene en la provincia de Buenos Aires, pero rechaza una “fusión”. El problema para el PRO es que muchos funcionarios de gobierno, incluido Caputo, piensan que el partido de Macri es cosa del pasado.
Tal vez sea demasiado pronto para pensar en las elecciones. El gobierno todavía tiene desafíos económicos. La decisión del Ministro de Economía Luis Caputo de controlar los dólares financieros sacrificando reservas no termina de convencer a muchos economistas liberales ortodoxos. La reactivación económica tarda en llegar. El empresario Paolo Rocca admitió que “fuimos demasiado optimistas con Milei”. Hay palabras del ministro que transmiten ansiedad. En un encuentro en Salta instó a los empresarios a “invertir ahora”. Otra de Luis Caputo, los ciudadanos tienen que ser “magos” para sobrevivir con todos los impuestos que tienen que pagar. El modelo pende de la ilusión de que todo será resuelto por una lluvia de inversiones. Hay que seguir mirando las encuestas.
Según Kicillof el presidente manipula las posibilidades de inversión después de que las autoridades movieron la ubicación de una nueva planta de gas natural licuado de Bahía Blanca a Punta Colorada, Río Negro. Kicillof acusó a Milei de “revanchismo personal”.
