Literatura.Lanchas, bicicletas, autos, el propio flujo de la percepción: una poética del desplazamiento, enunciada en presente inmediato. Dos constantes: el agua y la luz, que mutan de forma; elementos de cambio y de conocimiento. Camila Coppola (Ingeniero Maschwitz, 1998) evita la solemnidad de las grandes declaraciones y se sumerge en el registro de lo sensorial, lo mínimo, lo cotidiano que encierra un núcleo velado.
según cómo sea la réplica
parece posible ver o no
la distancia entre un objeto y otro
hay alivio si digo
la entrega del asceta
construye una senda
y nunca sabremos hacia dónde
hay alivio si abro esta tarde
disecciono hasta alcanzar
intemperie con pocas palabras
paisaje único sin dirección fija
allá vamos huestes: hacia abajo
tomamos libertador en bici
a esta hora parece un sueño
la visión amplia prepara
la respuesta y digna
se alza detrás del sol
no es cuestión de clase
cómo se ve en estos barrios
ni cosa de poetas
apenas necesitamos
una mesa y este bombachón de nylon
por no decir algún huequito
para trabajar tranquila
hay un espacio vasto frente a mi
hacia ahí va
esta senda.
*
una antena capta
conversaciones importantes del pasado
y te las murmura como soniditos
de abejas zumbando
primero pensás es el viento
después interpretás que no
deben ser abejas zumbantes
pero en realidad son millones
de años teletransportados
y desmaterializados en ondas
sonoras que
hasta no entrar en contacto con la antena
fueron cosas imperceptibles para vos
podés ver el viento como olas
de diferentes gradientes enmarañándose
con el sonido y todo forma
una única y extraña cosa
un sentimiento perdurable.
*
suenan las campanas de los ingleses
el final de la calle una serpentina
doblez por florida
rodea la plaza y un hombre
baja con valijas del auto lujoso
allá lejos las luces de las casas
encienden una galaxia
siguen sonando las campanas
donde había tierra
ahora hay un nombre
por donde pasa la ciudad
siete campanadas pegan sobre mí
al caminar las dejo atrás en una línea
surco finito raza el pavimento
como una nube sigo ese milagro
recuerda, mundo
sostenido en hiatos
sonidos y silencios
basta un viento a veces para armar la palabra
el sentido puede ser
resultado de algún orden
algo ensambla esa unión
se arma la palabra y se encuentra
la calle necesaria por donde bajar una noche
la idea sería pasar la puerta
la puerta sería este día y el sentido
alivio, llego a casa
la puerta suena al abrirse
toctoc adentro hay música
da la hora el reloj
recuerda, mundo
esta imagen sencilla: final del día en retiro
corre viento marplatense suenan
las campanas en la torre de los ingleses.
*
alguien al otro lado
nada perrito hasta las boyas
después vuelve en zigzag torpemente
las lanchas avanzan
cruzan el sol en retirada
cada flecha se acerca al puente
atraviesa el corazón del río
este hierro pesado un monumento
algo ahí trae certeza
tanto encanto esta isla
no hay explicación
cada animal y cada planta encuentra su cielo
todo converge en un punto y desemboca
en el río cede la presión, alivio
será el agua que estampa bajito la oreja
ante el buque de carga armoniza su bocina
pasa y mientras pasa una remera
lisa es puesta a secar
algo se pierde en la repetición
el sol hace un camino en el agua
concomitante con el brazo de ella
hacia el final alza la copa
se acerca con lentitud y después fuma
al ver la línea continua sobre el agua
el buque anuncia a la tripulación su destino
olas chiquitas enfilan la orilla
desafían la confianza de un salchicha
más arriba del barranco tierra
más allá de la tierra cuatro vacas
pastan flacas a la vera
de un charco podrido cierto secreto
guardan entre ellas
las lanchas avanzan
cruzan el sol en retirada
y si miran con atención, tripulantes
van a ver el faro de la isla
atención, tripulantes
la luz cae en rayos demarca un cinturón
se escucha a lo lejos cómo llama el capitán
igual que un sueño miren el faro indicaciones
tuerce y refracta la copa de cerveza
todo punto converge en ella
la tripulación avanza el este de la isla
juntas guardamos el diamante vos y yo
es nuestro faro no dejés que lo vean
es nuestro lo creamos
con la luz de la tarde
las lanchas avanzan
cruzan el sol en retirada
una vaca lanza su mirada en sospecha
perpendicular choca con el muelle y protege el secreto
su mugido espanta
las aspiraciones de la tropa
cada animal que lo encuentra sabe que hay un cielo
línea oblicua demarca y rodea el río
guía la visión de quien atiende su llamado
a cada cual corresponde la noción de su peso
camino nado o manejo
al ritmo lo hace el movimiento
y al movimiento la línea del cielo
van avanzando las lanchas
cruzan el sol en retirada.
*
no hay motivo ni propuesta
para la coreografía cotidiana
hay caballos en el mundo
que se mueven juntos por montañas de pasto
como muñequitos de plastilina
sus crines ondulan el viento
cada tanto se relinchan uno a otro en soledad
algún que otro berretín
me muevo cada vez más ágil
por terrenos rotos que procuran
expulsión
este movimiento no me saca la sospecha
en todo caso sé
puedo ver algunos
destellos quedan como botín
leo apenas alguna página
con la energía que me resta
una fracesita extraigo, suficiente
es el tiempo de pocos que se va
perdida la fe en alguna
recuperación milagrosa cierro
las ventanas y me quedo tranquila mirando
la oscuridad portentosa hasta quedarme dormida
el ruido de la calle sube y mueve el sueño
de caballos salvajes en verano.
Camila Coppola nació en 1998 en Maschwitz. Estudia Letras en la UBA, es librera, escribe y da clases de Literatura.