En pleno viaje regional, el Pontífice reiteró que la salida al conflicto pasa por la creación de un Estado palestino y destacó el rol de Turquía como mediador en Medio Oriente y en la guerra entre Rusia y Ucrania.
El Papa León XIV volvió a colocar a Palestina en el centro de la agenda internacional al afirmar que la única salida posible al conflicto con Israel es la creación de un Estado palestino, una posición sostenida históricamente por la diplomacia vaticana pero que adquiere mayor peso en un escenario marcado por la violencia, la ocupación militar y las denuncias por crímenes de guerra. En diálogo con periodistas durante su vuelo entre Turquía y Líbano, el Pontífice remarcó que “Israel todavía no acepta” esa vía política y pidió insistir con un rol de mediación para acercar a las partes.
El líder de la Iglesia Católica explicó que el Vaticano mantiene una relación de amistad con Israel, pero que eso no implica renunciar a una postura clara respecto a los derechos palestinos ni a la necesidad de una solución “justa para todos”. En su conversación con la prensa, León XIV retomó la tradición de sus antecesores de conceder entrevistas en los desplazamientos aéreos, y utilizó ese formato para marcar posición en uno de los conflictos más sensibles del escenario global. La insistencia en el Estado palestino aparece en un momento en el que la violencia en Gaza y Cisjordania provoca un creciente repudio internacional.
El viaje también dejó definiciones sobre la guerra en Ucrania. León XIV confirmó que conversó largamente con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, con quien analizó tanto la situación en Medio Oriente como la disputa entre Moscú y Kiev. El Pontífice destacó que Turquía ocupa un rol clave y recordó que Ankara promovió contactos de bajo nivel entre Rusia y Ucrania para mantener abiertos canales de comunicación que, según dijo, podrían resultar decisivos si se reactivan negociaciones de paz.
Para el Vaticano, la interlocución turca representa uno de los pocos puentes disponibles en un escenario global atravesado por bloqueos diplomáticos y fragmentación política. Por eso, el respaldo papal al rol de Ankara busca fortalecer una estrategia que el Vaticano considera imprescindible para contener la escalada bélica. La gira de León XIV, que incluyó Turquía y Líbano, consolida un mensaje orientado a bajar tensiones, recuperar el diálogo y reactivar la vía diplomática, tanto en Palestina como en Ucrania.
