Las consultoras advierten sobre una tendencia que podría afectar de manera heterogénea a los trabajadores y provocar un “enfriamiento” en la actividad económica. La incertidumbre rodea el futuro de los salarios y las paritarias, mientras que analistas sugieren que la “licuación” de los salarios es parte de un programa para enfrentar la sobre monetización y alcanzar una mayor recesión.
El país enfrenta un escenario económico complicado debido a la aceleración de la inflación en diciembre y la proyección de que se mantendrá elevada hasta febrero. Este fenómeno, según consultoras privadas, generará una disminución del poder adquisitivo y de los salarios reales, afectando principalmente a los trabajadores informales. Aunque se espera un impacto heterogéneo, con un enfriamiento en la actividad económica, analistas sugieren que este panorama podría estar alineado con los objetivos del reciente plan económico anunciado por el ministro de Economía, Luis Caputo.
La consultora Equilibra estima una inflación mensual promedio del 25% durante los próximos tres meses, lo que resultaría en una fuerte depreciación del salario real. Este deterioro salarial podría superar el 8% entre noviembre y febrero de 2024. Además, se proyecta una caída del Producto Bruto Interno (PBI) del 4% para el próximo año, con una disminución del 9% en los salarios reales en promedio.
El panorama para las paritarias en el sector privado registrado es incierto, y aunque podrían ayudar a moderar el impacto, la dinámica de ajustes salariales más frecuentes podría persistir. El próximo año podría caracterizarse por una recomposición nominal limitada, lo que profundizaría la caída del salario real. Este escenario se suma a la incertidumbre económica y a la tendencia de depreciación del salario real observada desde 2015.