El equipo de Scaloni venció a un duro rival como Canadá con un contundente 2-0, destacando el trabajo colectivo y la calidad de sus jugadores. En medio de tiempos difíciles, la Selección Nacional sigue dando alegrías a los argentinos.
Argentina puso toda la carne al asador. Ya no había pruebas ni concesiones. La carne que nos falta en la mesa, nos sobra en la cancha. El equipo de Scaloni le ganó bien a un rival duro y está en la final otra vez, esta vez en la Copa América 2024.
La Selección funciona exactamente al revés que el país; es decir, bien. El fútbol parece venir siempre al rescate en los peores momentos. Para muchísimos argentinos, son dos horas sin problemas. En el equipo de Scaloni, se hacen muchas cosas bien y los problemas se solucionan sin histerias. Y sucede que son argentinos, lo que nos muestra que somos capaces de hacer las cosas bien. Nos da hasta esa esperanza.
Contra Canadá, el inicio fue con el equipo muy relajado. Un par de cachetazos y empezaron a adueñarse del partido poco a poco. El equipo entiende que en un deporte imperfecto como el fútbol, los problemas son en algunos casos inevitables, y los resuelve con tranquilidad. Se toma el tiempo necesario, siempre a buen ritmo. Una vez que se adueña del partido, lo sostiene.
El rival no fue un sparring. Un equipo en crecimiento que ya sorprendió a varios y llegó a Semifinales. El Dibu siempre está y se merece un párrafo aparte. Nos enseña que, aunque durante años estés a la deriva, después se te da la oportunidad, lo haces bien y todo sale a tu favor.
Di María y Messi nos dieron uno de los últimos conciertos como dúo. Los centrales son un lujo. De Paul jugó un partidazo. Julián es un capítulo aparte. Argentina fue mejor. “Las buenas jugadas de Argentina son mejores que las de cualquiera”, repetía el relator con razón. El segundo gol fue una demostración de esa capacidad ofensiva, pese al final raro. Fue de Messi. Después, se verá qué firma el árbitro en la planilla oficial.
Canadá es un equipo serio. Logró lastimar y no aflojó nunca. Argentina fue mejor y ganó 2-0. Un equipo que se ha acostumbrado a ganar por una diferencia de dos goles muy seguido. Un equipo que nos da dos horas sin problemas, en tiempos turbulentos.
