Domingo de elecciones en un contexto de intervención económica de EEUU, las disputas internas del espacio libertario y la diáspora de funcionarios, las reuniones privadas de los emisarios de Wall Street con el presidente, la ansiedad oficialista y el clima de fin de ciclo a solo dos años de haber asumido; por Martín Gambarotta.
Hoy se vota. Son las elecciones de medio término que tanto obsesionaron al Presidente de Estados Unidos Donald Trump durante la reunión en la Casa Blanca con su colega argentino, el libertario Javier Milei. Milei llega a las elecciones sin colapsar del todo gracias a los dólares que le lanzó Trump. Trump y Milei son amigos ideológicos. De pronto, las ideologías vuelven a importar para los billonarios de derecha. Al final, la política lo es todo como en un texto de Thomas Pynchon.
Trump ahora tiene que responder en su país por su decisión de habilitar un canje de divisas por 20.000 mil millones de dólares con Argentina. Además, el Tesoro de Estados Unidos interviene con dólares en el mercado de divisas argentino. Hay en preparación una línea de apoyo de bancos privados por otros 20.000 mil millones de dólares. Scott Bessent, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, es el encargado de manejar la lluvia de verdes. Lo inquietante es que el dólar siguió subiendo.
Trump responde las consultas del periodismo a su manera. Ahora dijo que la ayuda financiera se debe a que Milei es su “amigo” y que Argentina se está “muriendo”.
Trump tiene enemigos en la región: el presidente progresista de Colombia Gustavo Petro y la Venezuela bolivariana. A Petro y sus familiares, Washington le impuso sanciones acusándolos de tener negocios con el narcotráfico el viernes.
Así las cosas: Milei hace campaña en una Argentina técnicamente moribunda según sus padrinos del norte. La prensa financiera británica admite que Milei está al borde del fracaso. Pero hay una parte de esa prensa que ve una salida: obtener un tercio de los escaños en el Congreso para defender los vetos presidenciales, dejar que el dólar flote libremente, y forjar acuerdos con sectores moderados de la oposición para generar gobernabilidad después de los comicios.
No está claro que el Ministro de Economía Luis Caputo esté de acuerdo con terminar con las bandas entre las que flota el dólar. Caputo dijo que se siente “cómodo” con un dólar de 1500 pesos. En el mejor de los casos, según los comentaristas británicos, Milei ahora tiene que acostumbrarse a gobernar decretando y vetando. Se supone que tiene que buscar un acuerdo con un grupo de gobernadores no kirchneristas que conformaron el frente Provincias Unidas.
Todo depende del resultado electoral. Muchos periodistas amigos del gobierno bajaron sus expectativas: casi que se conforman con una derrota disimulable, un “empate técnico”. Los medios que apoyan al gobierno libertario están diseñados para manipular. Una cámara electoral falló que no se realice un conteo a nivel nacional como quería La Libertad Avanza, el partido de Milei. La cuenta es distrito por distrito.
Argentina es una provincia lejana intervenida por Washington. Las razones geopolíticas de Bessent son estas: Argentina es un aliado estratégico, Washington no se puede permitir otro “estado fallido” en la región como Venezuela.
Milei cerró la campaña el jueves en Rosario con un acto en el que hubo entusiasmo. Entre la concurrencia se notaba la presencia de la agrupación Las Fuerzas del Cielo que responde al asesor estelar Santiago Caputo y a Daniel Parisini, el Gordo Dan. La agrupación recobró fuerza cuando el peronismo derrotó a la Libertad Avanza en las elecciones distritales de la provincia de Buenos Aires por 14 puntos. Las Fuerzas del Cielo fueron dejadas de lado por los armadores territoriales al mando de la hermana del presidente, Karina Milei, en septiembre.
Las Fuerzas del Cielo fueron a Rosario uniformados de bordó, parecían más alumnos de una escuela secundaria privada recién fundada que una fuerza de choque como imaginan sus jefes. La gravitación de la agrupación no es del todo importante ahora, pero puede crecer y ser un factor para las elecciones presidenciales de 2027.
El problema para el oficialismo es que hace poco José Luis Espert, que encabezaba la lista de diputados de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, tuvo que renunciar cuando no pudo explicar los presuntos aportes a su campaña por parte de un personaje sospechado de narcotráfico. La foto de Espert está en la boleta en una provincia que se espanta cuando se habla de narcos.
Los libertarios terminan la campaña más optimistas de lo que se podría suponer, dando señales de que se evitaría el derrumbe electoral. Milei agita las banderas de una baja en la pobreza, el fin de los piquetes callejeros y la calma inflacionaria.
Igualmente, persiste la interna entre Las Fuerzas del Cielo y los armadores territoriales comandados por Karina Milei. El ruido sigue en la provincia más grande del país: los fiscales del partido de centroderecha del PRO, aliado electoral de La Libertad Avanza, se retiraron de La Matanza por diferencias con el sector de Milei. El expresidente Mauricio Macri, el líder del PRO, está apoyando específicamente a los candidatos de su partido dentro de la alianza con los libertarios en un gesto que puede indicar que se está por alejar si se produce una derrota.
Milei en Rosario no hizo mención alguna a su compadre Trump y a los negociados que teje con Wall Street. Nombrar a Trump, en un acto de campaña cerca del Monumento a la Bandera, no suma votos. Después de todo, es un monumento a la bandera argentina, no a la bandera de Estados Unidos.
La expresidente Cristina Fernández de Kirchner directamente dijo que Trump es el “jefe de campaña” de La Libertad Avanza. “El experimento libertario fracasó”, dijo Fernández de Kirchner.
De hecho, hay un consultor del presidente de Estados Unidos en el país hilando acuerdos en reuniones privadas para sostener a Milei.
Argentina es una provincia lejana intervenida por Washington. Las razones geopolíticas de Bessent son estas: Argentina es un aliado estratégico, Washington no se puede permitir otro “estado fallido” en la región como Venezuela.
La retórica beligerante de Trump hacia Caracas va en aumento.
La ocupación financiera de una nación soberana por parte de otra más poderosa nunca estuvo más clara. Gane o pierda, la situación le devuelve mucha razón de ser al peronismo. Decir “Bessent go home” por lo pronto no suena tan infantil como se podía suponer hace unos meses. Lanzar ese tipo de consignas ahora resulta más efectivo que leer ensayos en línea de publicaciones de centroderecha o los que escriben kirchneristas arrepentidos que buscan quedar bien otra vez en la mesa familiar.
La ansiedad libertaria igual es palpable. Los comentarios sobre un recambio de Gabinete después de las elecciones se adelantaron en el tiempo. Los medios amigos entretuvieron a la población con una calesita de posibles nuevos ministros. Hubo más: el Canciller Gerardo Werthein, un empresario multimillonario con contactos en muchos sectores políticos y con negocios en los medios de comunicación, directamente hizo pública su renuncia antes de las elecciones. Werthein quedó enredado en el supuesto malentendido cuando Trump condicionó su apoyo a la victoria de Milei en las elecciones de hoy durante la reunión en la Casa Blanca.
Para algunos sectores de Las Fuerzas del Cielo el ministro saliente también mantiene demasiados contactos con sectores demócratas de Estados Unidos. Una versión dice que Werthein se hartó de los destratos de la agrupación juvenil que encabeza Santiago Caputo.
Werthein no duró un año en el puesto. Había reemplazado a la economista Diana Mondino después de un voto argentino en las Naciones Unidas a favor de una postura diplomática sobre Cuba que le cayó mal a Milei.
Milei nombró rápido a un nuevo canciller: el Secretario de Finanzas Pablo Quirno, un economista liberal. Quirno es uno de los principales porristas de las políticas económicas voluntaristas de Luis Caputo que no dieron resultado y terminaron en los salvatajes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Tesoro de Estados Unidos. Trump hasta cuadruplicó el cupo de la venta de carne argentina a su país.
El nombramiento de Quirno, que se dice leal a Las Fuerzas del Cielo, supone un aumento del poder de Luis Caputo pero la suerte de estos dos funcionarios está atada al resultado electoral. La prensa financiera británica pide una libre flotación como parte de su plan de salida. No está claro que Luis Caputo quiera ir por ese camino. El lunes “nada cambia”, dijo el ministro. Es decir, el dólar sigue flotando entre bandas.
Lo que se está negociando es la línea de crédito extra de 20.000 mil millones de dólares ideológicos por parte de la banca privada de Estados Unidos. La plana mayor de la banca JP Morgan aterrizó en Buenos Aires en sus aviones privados para encabezar una cumbre de líderes globales en el Teatro Colón y reunirse con Milei.
Bessent, según un cálculo, ya gastó hasta dos mil millones de dólares en el mercado local para evitar la aniquilación del peso antes de las elecciones.
La ocupación financiera de una nación soberana por parte de otra más poderosa nunca estuvo más clara. Gane o pierda, la situación le devuelve mucha razón de ser al peronismo. Decir “Bessent go home” por lo pronto no suena tan infantil como se podía suponer hace unos meses. Lanzar ese tipo de consignas ahora resulta más efectivo que leer ensayos en línea de publicaciones de centroderecha o los que escriben kirchneristas arrepentidos que buscan quedar bien otra vez en la mesa familiar.
También sale del Gabinete el Ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona, un abogado mediático que Milei conoció en sus tiempos de panelista incendiario en programas de televisión. La transición en el Ministerio de Justicia parece más simple: a Cúneo Libarona lo reemplazaría su segundo que también responde a Santiago Caputo.
Santiago Caputo personalmente está en el centro de las especulaciones porque Milei en una entrevista dijo que su consultor pronto puede ocupar un cargo formal en el Gabinete. Santiago Caputo por el momento trabaja en la oficina del presidente con un simple contrato de locación, una postura que para algunos esconde un intento de evitar ser investigado por corrupción como funcionario público.
Ahora, Santiago Caputo hace de anfitrión de los emisarios políticos de Trump. Los agentes de Washington no hablan con Karina Milei que está envuelta en supuestos casos de corrupción en la agencia estatal de discapacidad y con la criptomoneda chatarra $Libra.
Los servicios de Washington saben muy bien que hay un escenario de pesadilla en potencia. ¿Quién le susurró al oído a Trump que Argentina se está muriendo? Las consecuencias del voto de hoy dependen mucho de lo que pase electoralmente con el peronismo en Chaco, Santa Fe, Entre Ríos, Santa Cruz, Córdoba. Si se hurga en el historial electoral de Chaco y Santa Fe se encuentran victorias del peronismo.
Los rumores sobre su futuro lo ponen a Santiago Caputo en colisión directa con el actual Jefe de Gabinete Guillermo Francos, un político tradicional que hasta ahora intentaba encargarse del diálogo con la oposición no kirchnerista y la búsqueda de acuerdos en el Congreso. Francos tiene buenos contactos con China, rival comercial de Trump y Bessent.
Una condición de Washington es que Milei construya una nueva coalición de gobierno para sostener su administración después de las elecciones. El presidente argentino no la hace fácil. El gobierno promulgó las leyes de emergencia pediátrica y financiamiento universitario. Pero en un giro malicioso, suspendió su aplicación hasta que el Congreso le asigne los fondos. Es una postura que tiene poco de consenso.
Francos el jueves aseguraba que piensa presentarse a trabajar normalmente después de las elecciones, pero siguen los rumores: Santiago Caputo quiere ser jefe de Gabinete.
Milei cuando arrancó el año tenía un sueño: pintar de violeta, el color de su partido, el mapa electoral de Argentina. Ahora está luchando por evitar una debacle. Lo previsible hace unos meses era que Milei repita la victoria electoral en el voto de medio término que se dio en 2017 cuando el partido liberal de Macri ganó cómodamente.
El riesgo es que debido a su inexperiencia los libertarios lean mal cualquier resultado. Luis Caputo jura avanzar con la reforma tributaria y laboral después de las elecciones sin saber si cuenta con los apoyos necesarios. La reforma laboral pro mercado que propone implica prácticamente aniquilar la capacidad negociadora salarial de los sindicatos. Caputo opera como el ahijado de Bessent. Quirno, con su pasado profesional en JP Morgan, es el paje del secretario del Tesoro.
Solo una derrota contundente del oficialismo hoy mandaría a Bessent de regreso a casa. Los libertarios añoran otra cosa: el triunfo en las urnas del acuerdo con el Tesoro.
Bessent está enredado en una confrontación con la senadora demócrata Elizabeth Warren, una progresista que presentó un proyecto en contra de la ayuda financiera a Milei. Bessent publicó una ilustración generada por Inteligencia Artificial que la muestra a Warren como una Eva Perón. “Salga del balcón, deje de enojarse contra nuestros aliados latinoamericanos”, dijo Bessent. El secretario del Tesoro parece obsesionado con la región. Fue su oficina la que sancionó financieramente a Petro.
Los servicios de Washington saben muy bien que hay un escenario de pesadilla en potencia. ¿Quién le susurró al oído a Trump que Argentina se está muriendo? Las consecuencias del voto de hoy dependen mucho de lo que pase electoralmente con el peronismo en Chaco, Santa Fe, Entre Ríos, Santa Cruz, Córdoba. Si se hurga en el historial electoral de Chaco y Santa Fe se encuentran victorias del peronismo.
Igual, los diarios que leen los poderosos insisten con marcar que hay una salida para la crisis de Milei. Ahora hay que contar los votos.


