El preestreno de los Juegos Olímpicos estuvo marcado por la controversia: la selección de fútbol perdió 2-1 ante Marruecos y el gol del empate fue anulado dos horas después. Además, el equipo de rugby 7 ganó sus primeros partidos, mientras Javier Mascherano denunció irregularidades, incluyendo robos durante los entrenamientos.
Aunque los Juegos Olímpicos comenzarán oficialmente el viernes, este miércoles tuvieron un preestreno oficial marcado por la polémica: en un partido que comenzó a las 10 de la mañana y terminó a las 14, la selección de fútbol perdió 2-1 contra Marruecos. El gol del empate de Cristian Medina fue anulado dos horas después. En contraste, el equipo de rugby 7, uno de los candidatos a medalla, venció 31-12 a Kenia y 28-12 a Samoa. Esto es solo un adelanto de los resultados que se sucederán hasta el 11 de agosto.
Los abucheos de los franceses hacia nuestros deportistas, tras un canto racista dirigido a Enzo Fernández y la sobreactuación del gobierno, serán una constante, como quedó claro hoy. También habrá quejas de los argentinos que se sienten perjudicados por el escandaloso final del partido de fútbol, descrito por Javier Mascherano como “el circo más grande que vi en mi vida” y “insólito” por Lionel Messi. La primera rareza del partido contra Marruecos fue que el árbitro añadió 15 minutos, tiempo en el que Medina anotó el 2-2, que luego fue anulado.
Según Mascherano, técnico de la selección, “El partido se suspendió por la seguridad. En ningún momento nos hablaron de la revisión. De hecho, la página oficial de los Juegos mostraba el partido como 2-2. Después, cuando no teníamos ninguna novedad tras una hora, empezamos a notar cosas. El árbitro nunca nos dio explicaciones”, denunció Mascherano, quien también reportó robos.
“Ayer nos robaron durante el entrenamiento. A Almada le faltaron un reloj y anillos. Nos piden credenciales para todo, pero luego pasan estas cosas. Invadieron el campo siete veces y después nos lanzaron petardos. La segunda o tercera vez deberían haber tomado una decisión. Nos dijeron que el partido había terminado en empate a dos. Ni nosotros ni Marruecos queríamos seguir jugando”, agregó el entrenador.
Horas más tarde, Nicolás Otamendi tuiteó: “Venimos a competir como siempre, sea donde sea, de local o visitante. Pero da bronca e impotencia lo sucedido hoy. Que ocurran este tipo de hechos en un evento tan importante como los Juegos Olímpicos, donde está en juego una medalla olímpica, es inadmisible. Por nuestro lado, toca mirar hacia adelante y pensar en el sábado. Más unidos que nunca”.
El conflicto con los hinchas locales será recurrente en todos los deportes. “Me encantan estos abucheos de los franceses, si hablan de Argentina es porque están dolidos”, dijo el entrenador de Los Pumas 7, la selección de rugby ya clasificada a los cuartos de final, instancia en la que volverán a jugar este jueves.
DE PARÍS A LOS ÁNGELES
Más allá de las coyunturas, polémicas, nacionalismos y errores del VAR, el tema central será el deportivo. Si Argentina dio un paso atrás en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y lo que pasará en París 2024 está por verse, hay una certeza para el futuro: el deporte argentino estará aún más desprotegido para Los Ángeles 2028.
Reflejo de la economía del país y de la nula relación de Javier Milei con el deporte -un presidente solo interesado en las Sociedades Anónimas Deportivas-, algunos atletas argentinos que se entrenaron para París 2024 sufrieron retrasos en el cobro de sus becas. Finalmente, pocos días antes del viaje a París, recibieron los pagos pendientes.
Hoy, la esperanza para una buena actuación es central. Pero en todos los deportes, incluso los que reciben algún tipo de dinero privado por sponsors, ya se percibe preocupación para lo que vendrá después de París 2024.
Cuando los Juegos terminen, las cámaras se apaguen, los deportes que no sean el fútbol dejen de ser prioridad y los atletas vuelvan a su anonimato habitual, en el límite con el olvido, ¿qué pasará con los viajes ya aprobados para septiembre, octubre y noviembre? ¿Seguirá ese dinero?
La misma preocupación se repite, en voz baja, para lo que siga hasta Los Ángeles 2028: “Lo que viene será peor”. Muchos deportistas creen, y los motivos son evidentes, que los jóvenes que necesitan rodaje para competir entre los grandes del mundo, es decir, el futuro de nuestro deporte, no recibirán los fondos suficientes. El Estado como enemigo, en palabras de Milei, también puede traducirse en el deporte como enemigo.
La derrota de la selección de fútbol ante Marruecos, en un partido que será recordado por su insólito final -el gol de Cristian Medina fue anulado una hora después, y luego se completaron tres minutos sin público, algo que Lionel Messi describió como “insólito”- y el triunfo del rugby contra Kenia, candidata a ganar una medalla, son solo el punto de partida para 20 días en los que el deporte argentino mostrará su nivel actual, más allá de la reciente gloria del fútbol.
