Los ecos de una estafa que el gobierno nacional no termina de tapar con maniobras de distracción, la renga designación de jueces por decreto y sus posibles desenlaces, la amenaza de intervenir una provincia gobernada por el peronismo y los intentos de Milei por congraciarse a toda costa con Trump; por Martín Gambarotta.
Hay un veterano estratega del Partido Demócrata de los Estados Unidos que recomienda lo siguiente para lidiar con el presidente de su país, Donald Trump: no hacer nada, dejar que se pegue trompadas hasta que esté a punto de noquearse. Puede suceder, puede que no.
Lo mismo corre para el Presidente libertario Javier Milei. Su mandato es relativamente nuevo, las encuestas lo favorecen. No hay mucho por hacer salvo observar cómo por momentos tiende a autodestruirse. Milei ya se dio una trompada, un “cachetazo” según él, al promover en la red social X una supuesta estafa con la criptomoneda $Libra. Según la revista Forbes, es la estafa cripto más grande de la historia y se sospecha que Milei está involucrado. El New York Times el viernes informó de nuevos indicios de supuestas coimas por parte de allegados a Milei para poder acceder al presidente. También cita un audio de Hayden Davis, uno de los presuntos involucrados en la estafa cripto, donde se jacta de controlar a Milei y su entorno.
Tal vez ese estratega tenga razón. Milei estaba listo para inaugurar las sesiones extraordinarias en el Congreso el sábado a la noche, en el medio del fin de semana largo de carnaval, en un clima de agitación institucional y confrontación con el peronismo por la inseguridad en la provincia de Buenos Aires.
Una manera de ver las cosas desde la crisis cripto es que el gobierno nacional está lanzando desesperadamente maniobras de distracción: intervención federal de la provincia de Buenos Aires y Corte Suprema. De pronto, Milei firmó un decreto simple nombrando en comisión a dos jueces de la Corte Suprema. Hay una legión de expertos constitucionales que no está de acuerdo con la medida. Los nombrados son el Juez Federal Arial Lijo y el constitucionalista conservador Manuel García-Mansilla.
Los tres miembros actuales de la Corte Suprema están bajo presión. El jueves hicieron su primera jugada: le tomaron juramento a García-Mansilla. Se distribuyeron fotos de la jura del nuevo integrante ultraconservador de la Corte, fue una ceremonia casi clandestina. Queda pendiente para la semana que viene la posible jura de Lijo que pidió una licencia extraordinaria para acceder al puesto. Para muchos observadores, Lijo debería renunciar a su cargo de juez federal si quiere asumir en la Corte Suprema. Así, al confirmar a solo uno de los nombrados en su cargo y dejar a Lijo en el aire, la Corte Suprema logró un delicado equilibrio que le permite no confrontar con el presidente que según versiones estaba dispuesto a tomarle juramento a los nuevos jueces en persona si el alto tribunal no lo hacía. Esa moderación, una genuflexión casi sumisa al Ejecutivo, no sorprende del todo: no se llega a juez de la Corte pateando tableros. La Corte puede hacer de cuenta que el conflicto es político y enviar señales que se debe arreglar en el ámbito legislativo.
La decisión de la Corte no resuelve el enchastre institucional de manera permanente. El Senado, donde el partido de gobierno La Libertad Avanza tiene escasa representación, todavía puede optar por rechazar los pliegos de Lijo y García-Mansilla. Un voto contra Lijo en el Senado dispararía una crisis institucional de proporciones.
La mera mención de una intervención federal a la provincia más grande del país gobernada por el peronismo demuestra que el presidente está dispuesto a atentar contra las convenciones democráticas. Milei juega al emperador, lanzando una amenaza, en un territorio donde no le fue especialmente bien en las elecciones presidenciales.
Hay un factor más que nadie controla para tener en cuenta que estalló durante la semana: la inseguridad en la provincia de Buenos Aires. Una nena de 7 años, Kim Gómez, fue asesinada durante el robo de un auto por dos delincuentes menores de edad (14 y 17 años) en La Plata. El crimen recibió una cobertura masiva por parte de los medios. Hubo una manifestación en la municipalidad de La Plata para pedir justicia que incluyó enfrentamientos.
El crimen de la nena sucede en el momento en el que los medios amigos del gobierno nacional buscan instalar la inseguridad en el conurbano como tema electoral. “Algunos usan esto para sacar un voto y lucrar con el dolor”, dijo el Gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof. La provincia le reclama al gobierno nacional fondos para combatir la inseguridad. El viernes hubo una marcha en La Plata pidiendo “Justicia por Kim”.
Milei reaccionó el viernes al pedido de una reunión por parte del gobernador exigiendo la renuncia de Kicillof para poder “intervenir” la provincia.
La mera mención de una intervención federal a la provincia más grande del país gobernada por el peronismo demuestra que el presidente está dispuesto a atentar contra las convenciones democráticas. Milei juega al emperador, lanzando una amenaza, en un territorio donde no le fue especialmente bien en las elecciones presidenciales. Para Máximo Kirchner, presidente del PJ bonaerense, el pedido de renuncia de Kicillof es “un nuevo acto de gravedad institucional”. Kirchner le dijo al presidente que “trabaje en conjunto con la provincia, salvo que solo quiera aprovechar este doloroso momento de las familias de las víctimas para fines electoralistas”. El PJ bonaerense le reclamó a Milei 700 mil millones de pesos que le quitó a la provincia para políticas de seguridad. El PJ nacional, en un comunicado apoyado por su titular Fernández de Kirchner, habló de “intento de golpe institucional”. Sergio Massa también rompió su silencio para apoyar al gobernador. Kicillof contraatacó con una aparición el viernes a la tarde en La Plata diciendo que denunciará penalmente a Milei por acciones antidemocráticas.
El intercambio de acusaciones también incluyó a la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich diciendo que el gobernador “dibuja” las estadísticas de seguridad de la provincia.
El tema de la Corte Suprema no es menor, de ahí que Milei haya optado por revolearlo mientras avanzan las investigaciones para establecer si participó de una estafa. La incertidumbre en lo más alto del sistema judicial genera ansiedad en los círculos de poder.
La crisis será más aguda si la Corte decide no tomarle juramento a Lijo por no renunciar a su puesto como juez federal. De pronto, la reputación de los actuales jueces de la Corte Suprema Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti y Carlos Rozenkrantz queda expuesta a críticas.
En 2015, el entonces presidente liberal Mauricio Macri intentó nombrar a Rosatti y Rozenkrantz en comisión por decreto pero desistió rápidamente cuando las encuestas le mostraban que no había margen para esa maniobra legal, que hasta ese entonces era considerada por lo menos excéntrica.
Ahora Macri, que lidera el partido de centroderecha PRO, se opone a la designación de Lijo que de acuerdo a los que lo critican está sospechado de corrupción y malos manejos de causas a su cargo. Macri recientemente le recomendó a Milei no nombrar jueces de la Corte en comisión por decreto reconociendo que su decisión en 2015 cuando recién asumía su mandato fue un error.
Macri viene quejándose del “maltrato” de los funcionarios de gobierno de Milei, en especial de su asesor estrella Santiago Caputo y de la hermana del presidente Karina Milei, secretaria general de la presidencia.
Ahora Macri tiene la excusa perfecta para despegarse de Milei: el decreto nombrando a dos jueces de la Corte en comisión. El tema es que Macri llamó a una reunión de su partido y no logró consensuar un comunicado condenando el decreto de Milei. El riesgo para Macri es perder el control de su propio partido. El Diputado Diego Santilli y el Intendente de Mar del Plata Guillermo Montenegro (un exjuez federal) están cada vez más cerca de pasarse a la Libertad Avanza y no criticaron la decisión del presidente. Después Santilli dijo que el Senado tendría que definir la situación a suerte y verdad.
Efectivamente, por el momento los cambios en la Corte Suprema desvían la atención de la crisis cripto. Un tema que llamativamente aparece pocas veces en el debate son los antecedentes del kirchnerismo con la Corte Suprema. Durante sus presidencias, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner envío tres pliegos al Senado que no fueron aprobados. Nunca recurrió a la argucia de nombrar jueces de la Corte Suprema en comisión para contradecir la postura del Senado. Néstor Kirchner cuando era presidente en 2003-2007 introdujo un riguroso sistema de control por parte del Congreso de los antecedentes de los candidatos nominados a ser jueces de la Corte Suprema.
Hay otro gráfico que no se exhibe demasiado: es el que indica que el salario real tocó su pico más alto durante las presidencias de Fernández de Kirchner. Tal vez por eso la expresidenta, que encabezó su primera reunión como presidenta del Partido Justicialista durante la semana, mide bien en las encuestas en el conurbano.
Llama la atención mientras tanto que, al menos inicialmente, la Corte Suprema no oponga ningún tipo de resistencia al decreto de Milei a pesar del claro cuestionamiento público de muchos constitucionalistas sobre su legalidad.
No está claro cómo quedará constituida finalmente la Corte Suprema porque todavía falta ver cuál es la postura del PRO y del kirchnerismo en el Senado. El problema para Macri es que forzar un voto así en el Senado el PRO puede romper el partido que no mide bien en las encuestas.
Las cuentas fanáticas de Milei en la red social X, algunas manejadas de manera directa por Caputo, atacan las “formas”. Para los libertarios el fin de semana largo de carnaval es el momento para intentar borrar los límites de la democracia recuperada en 1983. Hay una cuenta que trata a Milei un “emperador”. De paso, el gobierno aprovechó y nombró en comisión a Alec Oxenford como embajador en los Estados Unidos.
La Corte Suprema, claro, puede eventualmente tener que fallar sobre el caso de las criptomonedas que involucra al presidente. También hay casos recientes que pueden terminar ahí como la adquisición de Telefónica por parte de Telecom, controlada por el Grupo Clarín.
Milei montó en cólera con el tema y ahora jura que las agencias del estado van a revisar la adquisición para impugnarla por tratarse de una posición monopólica. La batalla entre Milei y el Grupo Clarín ahora es abierta.
Meterse en la Corte Suprema por atropellada también puede terminar siendo un error. Técnicamente hasta la Vice Presidenta Victoria Villarruel, que está peleada con Milei, se opone al nombramiento de Lijo, pero muchos de los nuevos aliados de Milei son del PRO.
A Milei siempre le queda la jugada más burda para sellar un acuerdo que nadie duda que llegará: recurrir a su aliado Trump para que use su peso político a favor de Argentina en el FMI. No ayuda que algunos bancos extranjeros de peso pronostiquen una devaluación del 30% en un país donde una mochila escolar puede salir tranquilamente 100 dólares.
Pensar que la crisis cripto se puede enterrar bajo una pila de otras noticias funciona en el corto plazo, pero el oficialismo no controla el escándalo y no se sabe lo que puede aparecer más adelante. En especial porque la prensa de los Estados Unidos está cubriendo el tema.
El oficialismo lanza petardos que a veces duran muy poco. Hace una semana, el gobierno nacional generó un titular anunciando que transformaba al Banco Nación en una sociedad anónima. Durante la semana, un juez falló que se necesita de una ley para reformar la carta orgánica del banco.A Milei siempre le queda la jugada más burda para sellar un acuerdo que nadie duda que llegará: recurrir a su aliado Trump para que use su peso político a favor de Argentina en el FMI. No ayuda que algunos bancos extranjeros de peso pronostiquen una devaluación del 30% en un país donde una mochila escolar puede salir tranquilamente 100 dólares.
El gobierno nacional todavía puede anunciar cosas favorables. La economía en diciembre creció, pero el riesgo país no luce tan bien desde que Milei decidió jugar a la ruleta rusa con una cripto. El gran logro comunicacional del gobierno nacional es el convencimiento general que la inflación está domada. La inflación no se terminó, está bajando. El gobierno necesita que siga bajando, pero la medición de febrero podría ser más alta que en enero. Las empresas eléctricas piden un 10% de aumento por sobre la inflación para este año.
Lo que tampoco termina de anudarse es el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La tensión parece estar en la manera en la que el gobierno nacional usa sus dólares para mantener planchado el tipo de cambio. A Milei siempre le queda la jugada más burda para sellar un acuerdo que nadie duda que llegará: recurrir a su aliado Trump para que use su peso político a favor de Argentina en el FMI. No ayuda que algunos bancos extranjeros de peso pronostiquen una devaluación del 30% en un país donde una mochila escolar puede salir tranquilamente 100 dólares.
Milei está dispuesto a todo con tal de caerle bien al nuevo presidente de los Estados Unidos. El Ministro de Economía Luis Caputo se bajó de una reunión financiera del G20 en Sudáfrica, emulando una decisión de su par de los Estados Unidos. Así, Argentina se alinea con la postura de Trump: el gobierno democrático de Sudáfrica, controlado por la mayoría negra del país, está sometiendo a la “minoría blanca” al promover una reforma agraria.
En otro giro diplomático, Argentina se abstuvo en un voto en las Naciones Unidas de condenar la invasión de Rusia a Ucrania. Hasta ahora Milei se había declarado como un aliado incondicional de Ucrania y de su presidente Vlodímir Zelenski. Trump sometió a Zelenski a duras negociaciones para recibir minerales de Ucrania a cambio de la ayuda financiera que recibe Ucrania de los Estados Unidos. Trump parece estar intentando un acuerdo con Rusia a espaldas de Europa, en un giro que debería desconcertar al liberal tradicional argentino.
Es carnaval, Milei tiene puesta la careta de Trump.
El multimillonario Jeff Bezos, dueño del Washington Post, anunció que las páginas de opinión de su diario solo publicarán notas a favor de las libertades individuales y el libre mercado. El editor de la sección optó por renunciar. En las páginas de Bezos ahora no hay libertad individual para hablar mal del libre mercado.
Trump y Zelenski se reunieron en la Casa Blanca el viernes y mantuvieron una discusión áspera frente a las cámaras que dio la vuelta al mundo. Trump dijo que Zelenski estaba coqueteando con una tercera guerra mundial. Zelenski le dijo en la cara a Trump que un acuerdo sin garantías de seguridad para Ucrania no va a funcionar. El ucraniano se retiró de la Casa Blanca sin firmar acuerdo alguno.
La política exterior de los Estados Unidos está cambiando. Hay funcionarios de Trump, principalmente Elon Musk, que apoyaron activamente a la extrema derecha en las elecciones de Alemania.
El multimillonario Jeff Bezos, dueño del Washington Post, anunció que las páginas de opinión de su diario solo publicarán notas a favor de las libertades individuales y el libre mercado. El editor de la sección optó por renunciar. En las páginas de Bezos ahora no hay libertad individual para hablar mal del libre mercado.
Otra faceta de la inseguridad es la pelea pública entre Bullrich y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Jorge Macri, dirigente del PRO, por los miles de presos encarcelados en comisarías y alcaldías de la capital. Hay fuga de presos muy seguido, lo que implica una vergüenza para el gobierno nacional y el municipal. La discusión anticipa lo que puede ser la confrontación electoral entre el PRO y La Libertad Avanza, que hasta hace poco se trataban como aliados. En la Ciudad de Buenos Aires, el bastión del PRO, se vota en mayo.
El exjefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, fallido precandidato presidencial del PRO en 2023, anunció su regreso a la arena política. “Vuelvo”, anunció Rodríguez Larreta, que en algún momento con su discurso moderado y cauteloso era el favorito para ganar las elecciones presidenciales. La decisión de Rodríguez Larreta fragmenta todavía más al PRO. Rodríguez Larreta reapareció con críticas al partido de Macri por su cercanía con La Libertad Avanza. La fragmentación electoral en la Ciudad de Buenos Aires, hay muchos candidatos de muchos partidos, hace posible que La Libertad Avanza o el kirchnerismo destronen al partido de Mauricio y Jorge Macri.