La industria pyme experimenta su segundo mes consecutivo de retracción, con una caída del 30% en la facturación en enero, según la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Este retroceso, junto con otros indicadores negativos, refleja un preocupante panorama para el sector y evidencia el impacto del deterioro económico en el país.
La Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó una disminución del 30% en la facturación de la industria pyme en enero, en comparación con el mismo período del año anterior, marcando el segundo mes consecutivo de retroceso y consolidando una tendencia preocupante.
Según el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP), también se registró una caída del 9,1% en comparación con diciembre pasado. Estos datos se suman a otros informes que destacan la pronunciada caída de las pequeñas y medianas fábricas en los últimos meses.
La semana pasada, la asociación Industriales Pymes Argentinos (IPA) presentó un informe que señalaba una caída de hasta el 50% en las ventas de las empresas del sector. En la misma línea, la confederación pyme Cgera indicó que sus asociadas están experimentando una retracción similar en sus operaciones.
El informe de la CAME también reveló que las empresas operaron en enero de 2024 al 70,8% de su capacidad instalada, lo que representa un retroceso de 2,3 puntos porcentuales en comparación con diciembre.
La entidad analizó que el sector industrial está sufriendo el impacto negativo del deterioro del poder adquisitivo y la pérdida de competitividad en los mercados internacionales, especialmente para las empresas exportadoras. Además, destacó que la reducción en la producción suele ser un proceso gradual que involucra decisiones sobre inversiones y empleo.
En cuanto a la demanda de materias primas e insumos, se observó una disminución significativa en la cantidad de empresas preocupadas por la reposición de stock, pasando del 53,4% en diciembre al 38,8% en enero.
Entre los sectores más afectados, papel e impresiones lideraron con una caída del 41,7%, seguidos por químicos y plásticos con un 35,6% de variación negativa. Metal, maquinaria y equipo, así como material de transporte, también sufrieron descensos del 34,8%, mientras que madera y muebles retrocedieron un 30,6%. Alimentos y bebidas registraron una disminución del 22%, siendo textiles e indumentaria el rubro menos afectado con una caída del 18,2% respecto al año anterior.