Milo J canceló su show gratuito en la ex ESMA por una medida cautelar del Gobierno, acompañada de un desmedido operativo policial, lo que fue denunciado como un acto de censura y represión contra los jóvenes asistentes.
El cantante Milo J se vio obligado a suspender su show gratuito en la ex ESMA debido a una medida cautelar promovida por Alberto Baños y Mariano Cúneo Libarona. La acción fue criticada por organismos de derechos humanos, que denunciaron censura, señalando que la cancelación fue acompañada de un desmedido operativo de seguridad por parte de la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura, con el objetivo de intimidar a los jóvenes asistentes, que en su mayoría no superaban los 17 años. La madre y manager de Milo J, Aldana Ríos, aseguró que fueron extorsionados, afirmando que si no suspendían el evento, la represión sería inminente.
Milo J expresó su frustración a través de Instagram, indicando que la decisión del gobierno no fue sobre política, sino sobre una «hijaderemilputez», lamentando no poder ofrecer su arte a los 20.000 jóvenes que esperaban con ansias el espectáculo. La medida cautelar fue dictada por la jueza María Alejandra Biotti, quien aceptó el pedido de Baños, secretario de Derechos Humanos, y contó con el apoyo del ministro Cúneo Libarona. El argumento oficial se centró en la falta de notificación sobre el evento, lo que implicaba supuestos riesgos de seguridad y salubridad. Sin embargo, desde el directorio del Espacio Memoria y Derechos Humanos, confirmaron que todo estaba en regla, desmintiendo las afirmaciones oficiales.
La seguridad en el lugar fue excesiva, con camiones de la policía y carros hidrantes estacionados en las inmediaciones, lo que causó miedo entre los asistentes, muchos de los cuales eran adolescentes. La situación provocó que algunos decidieran irse, mientras otros, como Danixa Aspillaga, de 17 años, aprovecharon la oportunidad para aprender sobre la historia del lugar y lo que ocurrió allí durante la dictadura, algo que no conocían en profundidad.
La controversia también involucró la retirada de una gigantografía que representaba el momento en que Néstor Kirchner ordenó quitar el cuadro de Videla del Colegio Militar, un gesto simbólico que había tenido lugar en 2004. Algunos trabajadores del espacio denunciaron amenazas y hostigamiento por parte de patovicas para evitar que la imagen permaneciera en el lugar. El exsecretario de Derechos Humanos Horacio Pietragalla criticó la decisión de Baños de eliminar la imagen, recordando que la historia no puede borrarse, y destacó los logros en materia de justicia y memoria impulsados por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
Este episodio se presenta como una nueva manifestación de censura en un contexto político en el que el negacionismo está a la orden del día. Sin embargo, muchos de los jóvenes que se habían acercado a la ex ESMA para ver a Milo J, aunque frustrados por la cancelación del show, tuvieron la oportunidad de adentrarse en la historia del lugar y aprender sobre la memoria histórica, transformando lo que podría haber sido una derrota cultural en un aprendizaje valioso sobre el pasado reciente.