LITERATURA
Entre simbolista y tanguera, la lírica de estos poemas inéditos de Imanol Pardiña cruzan la cotidiana mesa de plástico con un trascendental mayúsculo, y exploran un variado abanico de registros.
acodado en la muela del silencio,
en deber de su séptima sangre,
al dolor de los hijos no-natos,
para más Inri, sencillamente,
aférrase al coágulo pétreo
suspenso en la noche de sí
y armado con tanzas de luz
extrae / un poema / por la frente
la Acupuntura del sol sobre el Paraná
el relumbre de los tordos, prendidos,
cierta risa despegando, y el andar de los navíos, caminando sobre las aguas
como otros pies: Descalzos
se orillan tanto a la felicidad
que es preciso detenerse.
Alguien discute el color de la tarde.
MASTICAS TODAS LAS X
te pudriste de chumbar
frente al espejo desovado de la nada
castigás tu cuerpo, a pura minga, después de hora,
traicionando a viva voz, ¡por sexta vez!, la nueva alianza
pero esta tarde, Liebre de luz,
el arroyo de cordón
su adorable piel estriada
y este vicio de meter
la pata en todo
con la mirada, viejo; con la mirada.
Equilibrio
en una mesa de plástico
picada por el sol
que hace, a su vez,
de altar y de cadalso
dispongo la balanza conocida
en uno de los platos:
los clavos de la pasión
en el otro, de a puchitos,
todo el peso del universo
no sorprende el resultado
la dicha, si se atiende, se desgasta;
el dolor, en cambio: ni ahí
por el grito negativo de las cosas
por el charco contra el charco, vas diciendo,
el calambre universal se hace presente
y el doctor a mano armada
opera
Imanol Pardiña (General San Martín, 1997). Es oficinista y poeta inédito.