La medida se enmarca en el reclamo por la crisis severa que atraviesa el país debido al desfinanciamiento de la educación, ciencia e investigación. El lunes que comenzó la semana de la visibilización de la crisis y se hizo un abrazo simbólico al Hospital de Clínicas, junto a clases públicas y volanteadas.
“Estamos en un momento sin precedentes en la historia democrática de nuestro país”, declaró el rector de la Universidad de Buenos Aires, Ricardo Gelpi, en una carta leída durante el abrazo al Hospital de Clínicas, en el contexto de la semana de visibilización de la grave crisis educativa. En una conferencia posterior, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), junto al Frente Sindical de Universidades Nacionales y la Federación Universitaria Argentina (FUA), anunciaron una marcha para el 2 de octubre en respuesta al previsto veto del presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Educativo. “No es solo un problema de financiamiento, sino de prioridades. Esperamos que el Presidente reciba el mejor asesoramiento para que pronto se nos convoque”, comentó Victor Moriñigo, presidente del CIN.
Desde el lunes, los sindicatos docentes y no docentes hicieron clases públicas, distribución de volantes y radios abiertas en todo el país como parte de su plan de lucha, que culminará el miércoles con una marcha hacia el Congreso, a la que se unirá también la CGT y diversas organizaciones sociales. Además, habrá un paro nacional el jueves y viernes para protestar contra la caída de los salarios. “Estamos perdiendo en tres frentes: 50 a 0 contra la inflación, 20 a 0 en comparación con los sueldos estatales, y un tercer partido que se agrava mes a mes”, ilustró Moriñigo sobre la disminución del poder adquisitivo.
En este marco, cientos de médicos, estudiantes y personal del Hospital de Clínicas se reunieron para dar un abrazo simbólico a la institución de salud modelo, que es fundamental para los alumnos de la Facultad de Medicina de la UBA. Luis Sarotto, presidente de la Asociación Médica del hospital, comentó: “Si no puedes curar, también pierdes la capacidad de enseñar y quedas sin recursos humanos para el futuro”.
“¿Dónde va la gente si cierra el Clínicas?”, se preguntó el jefe del Servicio de Cirugía. “Lo más angustiante es no poder atender a todos los pacientes, especialmente a los oncológicos. No hay suficientes recursos para operar; de 20 quirófanos, solo 6 están funcionando”, agregó.
Este hospital atiende a más de 700.000 personas al año, realiza alrededor de 15.000 cirugías y, en su mayoría, se ocupa de pacientes sin cobertura médica. “En el Clínicas se entrelazan salud, educación e investigación, áreas que están siendo desfinanciadas. Cada médico que se forma aquí es vital para el país. ¿Quién atenderá a tus seres queridos?”, se cuestionó el vicedirector, Juan Carlos Rodríguez.
Rodríguez también mencionó la difícil situación que enfrentan: “Debemos priorizar la compra de insumos básicos, lo que significa que no podemos adquirir medicamentos de alto costo. Es triste tener que pedirle a un paciente que traiga sus propias sábanas. Estamos operando al 50% de nuestra capacidad”. El hospital cuenta con aproximadamente 3.000 empleados, que atienden a más de 1.000 pacientes diarios.
Las inquietudes se multiplicaron entre los presentes: ¿Qué pasará con los pacientes? ¿Con los estudiantes? Agostina Gentta, una reciente graduada de medicina, expresó su frustración: “Me duele ver cómo están atacando la educación y la salud pública. Si se veta la ley, están atentando contra el futuro”.
La convocatoria al abrazo al hospital fue masiva, con gran participación de personal y estudiantes. Emiliano Cagnacci, secretario general de la Asociación de Docentes de la UBA (ADUBA), advirtió: “Lo que la sociedad defendió el 23 de abril está en riesgo por la situación presupuestaria actual”. Un empleado de atención al público gana cerca de 500.000 pesos al mes, mientras que un residente recibe alrededor de 850.000, cifras que están muy por detrás de lo que se paga en otros lugares, lo que provoca la pérdida de personal calificado.
Después del acto, la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello, se reunió en la Sindicatura General de la Nación para avanzar en auditorías a las universidades, lo que fue interpretado como un intento de desgastar la situación. Esta reunión se suma a los rumores sobre una posible negociación salarial, algo que el CIN y el Frente Sindical desmienten. “Ya hemos visto esta película”, señalaron.
La comunidad educativa también criticó el Presupuesto 2025, que recorta significativamente las partidas. El proyecto del Ejecutivo prevé 3,8 billones de pesos para universidades nacionales, un 52% menos de lo que solicita el CIN, que asciende a 7,2 billones. La mayor parte de esta diferencia se relaciona con los salarios de docentes y no docentes, que deberían ajustarse a la inflación.