El arresto domiciliario de Cristina y la movilización del kirchnerismo contra el fallo, la reacción de los medios a una templanza que no entienden, la gimnasia antidisturbios de Patricia Bullrich, las posibilidades de ordenamiento interno en el peronismo, la nueva reforma policial por decreto, el desempleo en alza y los puntos débiles de la economía de Milei y Caputo; por Martín Gambarotta.
El gran escritor argentino Carlos Busqued, muerto en 2021, una vuelta escribió un tuit que dice así: cómo no voy a querer a Cristina si la odian ustedes.
Es la simplificación positiva del conflicto que ahora atrapa al país. Desde el miércoles la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner está bajo arresto domiciliario en su departamento de la calle San José en la Ciudad de Buenos Aires por seis años por su participación en la llamada causa Vialidad y tiene prohibido de por vida ocupar cargos públicos. Debe llevar tobillera electrónica, como demandaba de manera casi sanguinaria el periodismo amigo del Presidente libertario Javier Milei.
Busqued no era un mero escritor de tuits. Probablemente era el mejor narrador de su generación. Pudo comprimir en una frase cargada de sentido lo siguiente: Cristina encarna el conflicto nacional.
Uno de los libros de Busqued se llama Magnetizado. Ahora la política argentina está Cristinizada.
Los que la odian piensan que pueden controlar el peronismo colocándole una tobillera con luces. Afuera del departamento de la calle San José había mujeres que se habían puesto tobilleras con flores en un acto de solidaridad.
El kirchnerismo había convocado a una marcha para acompañar a la expresidenta a los tribunales que prometía ser apoteótica. El antiperonismo fetichiza el caso, pero le teme a la reacción de las masas.
La saga de la expresidenta por momentos no es más que un mero espectáculo para los grandes medios tradicionales. Un periodista amigo del presidente aseguró que Fernández de Kirchner había sido “humillada” con la orden de arresto. En un mundo ideal, se supone que ningún arrestado debe ser humillado, el periodista proponía violar los derechos humanos de la expresidenta en vivo por televisión.
Ese espectáculo tiene un límite. El tribunal desistió de trasladar a Fernández de Kirchner a los juzgados de Comodoro Py para notificarla de su situación el miércoles. El kirchnerismo había convocado a una marcha para acompañar a la expresidenta a los tribunales que prometía ser apoteótica. El antiperonismo fetichiza el caso, pero le teme a la reacción de las masas.
El miércoles el peronismo se movilizó a Plaza de Mayo.
Los medios tradicionales pusieron a funcionar su semántica: la marcha la convocaba La Cámpora, los piqueteros y la izquierda. Es decir, para los grandes medios no participaba el peronismo. En el fondo, esos grupos mediáticos consideran que el justicialismo es una franquicia que se puede comprar y vender según las condiciones de la época.
La plaza se llenó y había peronismo. Hay una frase que alguna vez dijo un viejo consultor del macrismo: el peronismo es uno y está con Cristina.
La Juventud Universitaria Peronista desplegó en la plaza una bandera con la frase de Busqued.
La prensa antiperonista decretó que el acto “no era otro 17 de octubre”. Todos igual saben lo que declaró ese viejo consultor: el peronismo es uno y está con Cristina. Ese es el mensaje que dejó la plaza.
No fue un gran día para los renegados que se mofan de la “gilada ricotera”. Al cierre de la movilización sonó “Todo preso es político” de Los Redondos. ¿Demasiado obvio? Bueno, entonces hay que volver a la frase de Busqued para que se disipe el asco a tomar partido por la expresidenta. O tal vez la parte del tuit que dice “si la odian ustedes” se extiende a más personas de lo que en un principio se podría llega a pensar.
Hay reticencias. La Confederación General del Trabajo (CGT) no convocó a la movilización, dejó a los gremios en libertad de acción. La CGT tiene una historia de divisiones entre negociadores y combativos. La UOM y SMATA, dos grandes sindicatos industriales, participaron de la marcha.
La multitud en la plaza escuchó un mensaje grabado de Fernández de Kirchner que abrazó la consigna relanzada en la manifestación: vamos a volver.
La prensa antiperonista decretó que el acto “no era otro 17 de octubre”. Todos igual saben lo que declaró ese viejo consultor: el peronismo es uno y está con Cristina. Ese es el mensaje que dejó la plaza. Lo que no quiere decir que los dirigentes no vuelvan a tener dificultades para ordenarse, en especial en la provincia de Buenos Aires. Ahora ese debate sobre el ordenamiento debe darse con el peronismo en estado de asamblea y apoyando a la expresidenta en las calles.
Fernández de Kirchner, según las encuestas, es considerada la líder de la oposición por la mayoría de la población. Su liderazgo se consolidó con la saga del arresto. Antes de ser detenida, Fernández de Kirchner estaba lista para jugar como candidata a diputada provincial en la Tercera Sección Electoral en la provincia de Buenos Aires. Ahora tiene que ocuparse de las condiciones de su reclusión. El tribunal aclaró, por ejemplo, que puede a salir al balcón de su departamento pero con “prudencia” y sin perturbar al vecindario.
El peronismo ahora está en estado de efervescencia combativa y por muchos días se juntó gente en la puerta del departamento de San José.
El viernes la Policía Federal valló la cuadra por orden de la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich. Un “banderazo” que iba a tener lugar en la calle San José se trasladó al Parque Lezama. Hubo otro mensaje grabado de Fernández de Kirchner para los que fueron al parque. Dijo que Bullrich busca “caos y conflicto” en la calle. Le pidió a los manifestantes que no marchen a la calle San José para evitar enfrentamientos con la policía.
Cuando las manifestaciones son masivas, como la del miércoles, el “protocolo” de Bullrich se reduce a una gimnasia ridícula. La ministra hasta le ordenó a la policía detener micros que se dirigían a la plaza en la ruta. Tal vez por eso Bullrich busca generar tensión en espacios más reducidos; hay un sector de la población que se entretiene mirando enfrentamientos por televisíón.
La expresidenta también reclama por el régimen de visitas. Dice que la obligación de pedir autorización al juzgado para recibir visitas es “totalmente” arbitraria.
El vallado, dijo Fernández de Kirchner, es una provocación de la “Señora Violencia”.
Cuando las manifestaciones son masivas, como la del miércoles, el “protocolo” de Bullrich se reduce a una gimnasia ridícula. La ministra hasta le ordenó a la policía detener micros que se dirigían a la plaza en la ruta. Tal vez por eso Bullrich busca generar tensión en espacios más reducidos; hay un sector de la población que se entretiene mirando enfrentamientos por televisíón.
El único propósito de la Señora Violencia, según Fernández de Kirchner, es provocar conflicto donde nunca lo hubo. Bullrich ninguneó el acto en Plaza de Mayo. Fueron 48000 personas, dijo.
Nadie le pidió a Bullrich el cerco, pero la ministra puede intuir una oportunidad de ganar protagonismo usando el caso Fernández de Kirchner.
Bullrich en la red social X dijo, “hoy desplegamos a la PFA para mantener el orden en San Telmo, cuando militantes kirchneristas, violentos y ruidosos, estaban convirtiendo las calles del barrio en una unidad básica”. El edificio de la calle San José no queda en San Telmo. Las protestas fueron pacíficas. Tampoco queda claro que la Policía Federal tenga autoridad para operar en la Ciudad de Buenos Aires. La capital tiene policía propia.
Milei recién habló del caso CFK durante una entrevista con un periodista amigo el jueves. Negó toda posibilidad de un indulto para Fernández de Kirchner, una respuesta obvia tal vez intencionada como chicana. Milei dijo que las movilizaciones de la oposición son cada vez más “chiquitas”. Comparó el acto en Plaza de Mayo con un partido de despedida de un jugador de fútbol.
El presidente también se presentó en estado de negación sobre los reclamos de los médicos en el Hospital Garrahan, insistiendo que el problema es el alto número de empleados administrativos.
Milei fue rápidamente desmentido por los trabajadores del Garrahan.
Milei además dijo que el que manipula a la justicia es el expresidente liberal Mauricio Macri. Dijo que durante su mandato en 2015-2019 Macri operó para que Fernández de Kirchner no vaya presa para poder polarizar con ella. El ataque puede todavía complicar las negociaciones entre el oficialismo y el partido de Macri, PRO, para llegar a un acuerdo electoral en la provincia de Buenos Aires.
El arresto domiciliario no le va a impedir a la expresidenta leer la realidad. Ya lanzó lo que para ella debería ser la consigna principal de su movimiento: vamos a volver. Todo indica que Fernández de Kirchner va a estar políticamente activa. El problema para los que promueven un peronismo sin Cristina es dar con una figura que tenga su gravitación.
El gobierno libertario acaba de decretar la reforma de la Policía Federal para otorgarle más poder de requisa y arresto sin orden judicial. Las tareas incluyen el monitoreo de las redes sociales. Milei también acaba de habilitar la venta de armas semiautomáticas a civiles.
La reforma policial llega en un momento en el que la violencia verbal de la derecha no encuentra límites. Ya el periodista amigo del gobierno dijo que lo que quiere es “humillar” detenidos, una práctica ilegal. El Diputado José Luis Espert, el candidato del presidente para las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires en octubre, insultó a la hija de Fernández de Kirchner durante una charla en la Universidad Católica Argentina (UCA). Espert trató de desdecirse, lo que aumentó el escándalo. Un grupo de personas en una camioneta descargó estiércol y desplegó una bandera en la puerta de la casa de Espert en Beccar.
El desafío para la expresidenta es mantener viva la potencia de su liderazgo. Dicho en palabras propias de la expresidenta, “esta va a ser una larga marcha en el tiempo”.
Hay un dato más sobre Fernández de Kirchner: crece en la encuestas. El arresto domiciliario no le va a impedir a la expresidenta leer la realidad. Ya lanzó lo que para ella debería ser la consigna principal de su movimiento: vamos a volver. Todo indica que Fernández de Kirchner va a estar políticamente activa. El problema para los que promueven un peronismo sin Cristina es dar con una figura que tenga su gravitación.
El gobierno libertario dice que se encamina a domar la inflación. El dólar está planchado, pero ahora hay algo que asoma la cabeza como otras veces en las que se busca imponer un modelo neoliberal: el desempleo.
“Ayer se conocieron los índices de desocupación cuyos picos en el Conurbano Bonaerense alcanzaron el 9,7% de desocupación y en el Gran Córdoba 9,2%. O sea: como en las peores épocas, estamos a punto de retornar a dos dígitos de desocupación”, dijo Fernández de Kirchner el viernes.
En abril se fueron más de 2 mil millones de dólares, dijo en el mensaje de Parque Lezama. Se llevaron casi 4 mil millones en 45 días, agregó la expresidenta. A la multitud en Plaza de Mayo, Fernández de Kirchner le advirtió que el plan económico libertario es fallido y va a caer. “Tarde o temprano este modelo se cae”.
El desafío para la expresidenta es mantener viva la potencia de su liderazgo. Dicho en palabras propias de la expresidenta, “esta va a ser una larga marcha en el tiempo”.