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CUATRO POEMAS DE MELINA SÁNCHEZ

Literatura.

Un verso anafórico que puede tomar la forma de la autoafirmación en otra clave, corrida de la identidad individual; que puede ejercer la segunda persona en tono de crónica; que puede ser una denuncia o un manifiesto. Cada pieza de Melina Sánchez (Buenos Aires, 1983) articula una voz que es simultáneamente íntima y colectiva, que entrelaza lo histórico, lo emocional y lo político, para decir una verdad.

1.
Habitación para una amiga


Te soñé en el frío del norte
te escuché en el medio del desierto
te pude ver arrojando comida a esos trenes que pasan por la frontera
ibas caminando al costado de la carretera 
una noche en Oaxaca 
gritaste desde ahí al universo
todas hemos tenido miedo
a una violación
estuviste a punto de casarte con un machista
solo por la residencia
y te acababas de separar de otro igual


con la mochila a cuestas 
como única casa 
atravesaste el corazón del Amazonas
le hiciste un escrache a Herzog
probaste 
el San Pedro 
pero te dolieron los ojos 
de ver tantos camiones
cargando con todos esos árboles 
malas noticias
no hay Ayahuasca contra eso
lo que hay es que esconderla
una se puede curar su propio cáncer
lo que no puede es salvarle la vida a la selva
los que van con palos
ya no son nuestros abuelos
delante de ninguna manifestación
son las forestales


estaba embarasadísima 
como de nueve meses
cuando me hiciste ir a una clase de parto respetado
un montón de chetas
hablando de la sabiduría indígena 
ese día me convencí
de que nunca iba a acceder a ningún tipo de salud prepaga
y decidí militar el aborto ancestral
pero vos llegaste a Guatemala a hablar con las parteras
hace tantos años ya de esto
y después, tiempo después, muchos años después que vos y que yo, murieron esas 
niñas, y murió ese médico, y antes fue el genocidio de las mujeres indígenas a manos 
de los soldados, pero vos ya habías caminado por ese lugar, 
a paso rápido, pero pasaste también por ahí,
y después, tiempo después, muchos años después que vos y que yo, volviste a ser 
maestra, en una escuela comunitaria en México, 
tantas vidas amiga¡
estoy practicando curarme yo sola
como aquella vez que un auto te tiró de la bicicleta
y no querías ir al médico
por ser migrante 
y vos te curaste sola igual
a medias, pero igual
con secuelas, pero igual
como si otras cosas no dolieran…
como si no doliera el tren de Zona Sur al microcentro
con estas caras
como si no dolieran los amores
los hijos el alquiler las tetas 
como si no doliera no querer otra cosa
otras cosas


te reportaste "en un ciber en París, sin plata y sin trabajo”
y te dije que te vayas a Marte porque te vivías mandando cagadas
como si tuvieras una molotov en cada mano preparada para cualquier momento
y después de eso me contó un amigo
que estuviste por la frontera con Alemania, 
justo en momentos de fronteras cerradas,
que fuiste a Berlín, 
a principios de la pandemia, 
después al País Vasco, 
que bajaste,
vos que siempre subías, 
que bajaste, 
hasta Marruecos,
que te quedaste otra vez en la frontera
y era julio y acá hace frío 
y yo pienso que hace frío en todos lados
y me preocupa que hayas pasado noches sin manta y sin idioma
y después no sé cómo carajos te encontramos a diez kilómetros de Douarnenez
a mí a lo único que me sonaba Douarnenez era a un poema de Girondo,
como si tuvieras la extraña capacidad de volver realidad la ficción…
"a diez kilómetros del Puerto de Douarnenez" y una dice diez kilómetros, no son nada, pero no se caminan rápido diez kilómetros
y hay que ver si se caminan
"está en una casa okupa junto con un grupo de anarquistas, no la está pasando 
bien"
si es que existe la gente que tiene visiones yo fui una de ellas alguna vez,
 tiempo antes cuando me mostraste una foto, una imagen de cuando empezaste esos 
viajes, era de Bolivia o de México, no sé porqué, de repente esa imagen que recuerdo 
que me mostraste me hizo verte en la Bretaña francesa... como si en el fondo, no 
estuvieran tan lejos... como si todo el pasado estuviera por delante del futuro, como 
dicen las abuelas…
veo en las redes unas noticias:
“anuncian que pronto llega el EZLN a Europa”, no sé por qué me consuela creer 
que estás esperando a que los zapatistas lleguen al viejo mundo… “a diez 
kilómetros del Puerto de Douarnenez”, en la Bretaña Francesa… en pleno 2021
***
Yo no tengo nada
más que mis manos
mi libertad y mi historia
mil veces te pienso amiga
y aunque estemos distanciadas
te recuerdo como a una hermana
me preocupan tanto
las rutas de tu camino
paso en vela
tantas veces
imaginando tu morada
tu mochila a cuestas
los dientes que nos rechinan…
tantas veces
me echaste una mano
después de haberme vos misma lanzado 
a una intemperie que no conocía,
a veces te odio y a veces te quiero
así, como a la familia,
pero qué hubiera hecho yo sin ese desamparo
si es tan necesario como el cobijo
hermana
si hasta hubo noches
de un frío de muerte
que a la mañana parecía mágico 
y ahora, después de años
hasta añoro como el fuego necesario en torno al que se contarán las historias, 
al gas de la hornalla
que no nos abrigó
aquella vez en una callecita olvidada
de Zona Sur cerca de la Cancha de Independiente...
y yo te seguía
como las hermanas más chicas siguen a las hermanas mayores
como si fueras qué se yo
una maestra
o
una escuela...
y a veces te confundías tanto
como todas las diosas caídas de los cielos
iluminabas esos antros blancos de Buenos Aires
los gringos flasheaban 
con tus trapos de oferta de El alto
los últimos tiempos acá,
como cualquier sabia
te habías colgado de aros
unas herramientas
que usaban los Incas
para trepanar cerebros…


si yo tuve una hermana
alguna vez en la vida
fue a mis veintitantos
vos tan terca con la historia siempre
una vez entramos -te seguí-
a la catedral
detrás de una monja embarazada y un cura punky que iban de la mano
nosotras con dos huipiles
la mañana del tedeum de 2010
***
Ahora estoy practicando quedarme después de tirar la molotov,
me pica la garganta,
me transpiran las manos,
pero sigo intentando quedarme después de tirar la molotov.
***
yo te estoy escribiendo esto hermana 
para cuando seamos viejitas
y tengas ganas de venir a contarme 
otra vez de tus vueltas por los cuatro mundos
en mi casa hermana
siempre habrá una habitación para vos.




2.

las cárceles están llenas de indios que no saben quiénes son
el monte también es una cárcel a veces
una cárcel de hambre
se ha convertido en desierto, el desierto verde
cinco siglos igual, cinco siglos de qué, cinco siglos y más
la tierra es nuestra nos la roban
 Siempre. Eso nunca se detuvo.
 vaciamiento de la identidad 
de todos los descendientes,
se niegan a sí mismos 
y pierden nuestra herencia
 doble desaparición, porque se invisibiliza...
negación, negacionismo, silencio, expolio, racismo, reducción a servidumbre, servilismo, 
migración... y muerte de la madre

nuestra tierra/nuestra lengua/nuestra agua/nuestra vida

ahora hablamos la lengua del enemigo

y no nos entendemos

nuestros hermanos siguen muriendo

la tierra no se vende/la tierra se defiende

pero tengo que vivir/ o sobrevivir en una parcela/ en el conurbano
o en una pieza de alquiler en el barrio
soy trabajador/ o esclavo
en la fábrica
o en la maquila de la vida del desocupado
porque muchos estamos parad'os//
y qué tiempo me queda/ después de la pega/ para organizar la resistencia - de nuestra 
herencia cultural
con mis herman'os?
 También eso es desaparecer, 
desde el punto de vista simbólico.
 Eso pienso yo.
el genocidio económico contra nuestros hermanos es un hecho... la pérdida de la identidad
del neuen
y del monte y de la selva
y del agua
y del aire
que cobijaron a los abuelos

***

Pero ustedes son muy bonitos
Me dan un poco de fe
no es chiste encontrar
un lugar para cantar
lo que pasa de verdad

***

 Bullrich, Milei y Villarruel
no son muy distintos
a la dictadura del general videla
un poco de memoria
a esta vuelta de la historia
para crear poder popular

 Aplican no inventan
las cuatro campañas militares en Argentina fueron contra los ancestrales
un siglo antes
en los cuatro puntos cardinales
El General Roca llamó conquista del desierto a su invasión de las tierras indígenas
la colonización se repite 
de un lado y del otro del mar
un océano de muertos
asesinados por luchar x su tierra
Palestina libre desde el río al mar¡¡¡




3.
Soy


Soy 
Una
Mujer
Negra
              Soldadera
                             Del ejército de Belgrano
Soy 
Una
Mujer
India
            Campesina
                             Que parió a San Martín
No exageramos a la patria nuestros servicios
Hicimos nacerla
Soy 
María
Soy
Rosa
           Somos
                     De las mujeres que no se quieren ver
Pero sobresalen
por contribuir al logro de la independencia de su patrio suelo, que felizmente disfrutan
Aún después de toda una historia
Quizás recordarán estos nombres
los disputadores de nuestros derechos.
Era una patria nueva con color de selva,
con aroma a lluvia,
con ritmo repiqueteado 
y 
el sabor del dolor en nuestras manos
Como el ancho río 
Como la profunda selva 
Como el viejo árbol
Como las amazonas, feroces y bellas
Como la historia que vuelve…
Soy 
Somos
Esas Amazonas,
En el río,
En la selva,
En esta aldea que aún hoy es Buenos Aires
En el paso del candombe
En el redoble del tambor
En el sonido musical del guaraní
En el paso de comparsa en carnaval
Kuña porá
Guasú
Somos mujeres negras




4.
Tu mami chola 
 
¿Dónde va todo lo que no es performance? 
Mi cuerpo real ¿dónde va? 
Hacia qué arenas libres 
De tus miradas violatorias 
De tus besos sin sabor 
Con olor a cerveza 
O peor, a combustible  
 
¿Dónde va todo lo que de mí no es performance? 
Mi deseo real marrón 
Mi amor no marrón 
Mi verdadera territorialidad 
Mi ser indómito 
El que estaba antes de la conquista, o de la violación 
 
¿Dónde va todo lo que de nosotrAs no es performance? 
Lo real 
El ser Humano con H MAYÚSCULA 
Fuera del museo 
En la calle 
A las seis de la madrugada 
En un colectivo explotado de penes  
A las ocho de la noche cuando la tarde prole ya no es ni parecida al poniente borgeano 
 
A las tres de la madrugada, después del recital de la banda de rock, esa que tanto 
querías ver con el pibe porteño que te gusta 
cuando lo que queda entre el barrio blanco de capital y el conurbano es lo profundo, y 
no tiene cara de Pachamama sino de abandono lumpen de personaje mujer en las 
novelas de Arlt 
 
¿Dónde voy si soy real, mujer marrón, de color, indígena y no quiero ser performance, y 
no quiero tu performance, si solo quiero ser real? 
 

Melina Sánchez (Buenos Aires, 1983) es docente y comunicadora afroindígena. Profesora de literatura en escuelas secundarias. Cursa la carrera de Letras en la Universidad de Buenos Aires. Estudia, recopila y difunde literaturas indígenas actuales. Dicta el Taller de poesía indígena latinoamericana actual. Escribe en El Tintero de Salta, Feminopraxis, Kaos en la red, colaboró también en ANRED, ANCAP, Tramas, en la sección de Poesía indígena de América en la Revista Taller Igitur. Publicó poemas, reseñas y ensayos en distintas revistas literarias de Argentina y Latinoamérica. Participó de la antología y fanzine MIGRATIONS & MOVEMENTS. FALA ZINE y el 6to Festival Cuirpoétikas.

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