El Consenso de Brasil: más diálogo y más integración para “enfrentar múltiples desafíos”
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, invitó este martes a sus pares de la región a “revivir” el proceso de la construcción de Uniones Sudamericanas (Unasur) en una jornada en la que logró el encuentro de las y los representantes de los 12 países de la región, al cabo de ocho años. Para el cierre, el Planalto dio a conocer la declaración conjunta del Consenso de Brasilia, en la que acordaron mayor integración y más diálogo para enfrentar “múltiples desafíos”. La iniciativa se celebró desde Argentina, Colombia y Chile, mientras que Uruguay manifestó sus diferencias, en un encuentro también marcado por la crisis política en Venezuela.
Al comienzo del día, en un discurso de apertura, Lula presentó un decálogo de propuestas en las que destacó distintas iniciativas que lograron concretarse durante el tiempo en el que la Unasur estuvo en funcionamiento, hasta que entre 2018 y 2020 varios de los países decidieron retirarse; habló sobre infraestructura, salud y cooperación económica. “Ningún país por sí tendrá la fortaleza de enfrentar los retos de la geopolítica y la economía mundial actual”, sostuvo, previo a que la reunión se cierre para la prensa, a media mañana.
Desde su llegada a la presidencia, Lula puja desde su lugar para rearmar todo aquello que quedó deshecho tras el mandato de su antecesor Jair Bolsonaro en materia de relaciones internacionales. La multilateralidad y la consolidación de espacios de participación para los distintos Estados son los dos puntos en los que trabajó desde el principio para lograr su cometido, así como para colocarse como líder de la región, con el regreso de su país a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y, más tarde, a la Unasur.
Desde esa perspectiva, tras cinco meses de lobby y negociaciones, el mandatario logró el encuentro en Brasilia junto a todos sus pares. Allí, luego del recibimiento formal en el palacio de Itamaraty, leyó un discurso con diez propuestas concretas. Entre ellas:
- Colocar el ahorro regional al servicio del desarrollo económico y social;
- profundizar la identidad sudamericana, también en ámbito monetario, a través de mecanismos de compensación y creación de una unidad de referencia común -como ya están haciendo Brasil y China o Argentina y China, respectivamente-;
- implementar iniciativas ampliar los mecanismos de cooperación en servicios, inversiones, comercio, entre otros;
- actualizar los proyectos del Consejo Suramericano de Infraestructura y Planificación, reforzando la multimodalidad y priorizando aquellos de alto impacto para la integración física y digital, especialmente en las regiones fronterizas;
- desarrollar acciones coordinadas para enfrentar el cambio climático;
- discutir constitución de un mercado energético sudamericano;
- retomar la cooperación en el área de la defensa.
La Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) surgió formalmente en 2008, con la firma del Tratado Constitutivo por parte de los doce países de la región, en el marco de la llegada de presidentes con tendencias de izquierda y progresistas. A lo largo de los años, logró la puesta en funcionamiento de distintos espacios que lograron una gran dinámica como ser el Consejo Sudamericano de Defensa y el de Salud, con sus propios institutos. Entre 2018 y 2020, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay, Argentina, Ecuador y Uruguay decidieron denunciar el tratado y salirse del mecanismo creado en momentos en los que se las tensiones con Venezuela se hicieron más fuertes, con la llegada de presidentes con tendencias hacia la derecha. Este año, Argentina y Brasil decidieron retornar, al tiempo que retomar sus vínculos con el país liderado por Nicolás Maduro. Cabe destacar, que, con la intención de marcar ese acercamiento por parte de Brasil, Lula dedicó todo su lunes a reuniones con el jefe de Estado venezolano.
Sobre la Cumbre, en tanto, el encuentro comenzó a las 10 de la mañana y se mantiene cerrado a la prensa a la espera de una declaración sobre el final, al cierre de la jornada.
Consenso de Brasilia
En los ocho puntos se hizo eje en el diálogo y en la integración propuestas por el brasileño, con vistas a realizar un próximo encuentro para determinar los pasos a tomarse. Además, decidieron establecer un grupo de contacto, encabezado por los ministerios de Relaciones Exteriores, para evaluación de las experiencias de los mecanismos sudamericanos de integración y la elaboración de una hoja de ruta para la integración de América del Sur, a ser sometida a la consideración de los Jefes de Estado y que tendrá sólo 120 días para presentar una propuesta.
En tanto, sin hacer mención explícita a los distintos conflictos internos que atraviesa cada uno de los países, refirmaron la “visión común” de que América del Sur constituye una región de “paz y cooperación” comprometida con el Estado de derecho, la estabilidad institucional, la defensa de la soberanía y la no injerencia en asuntos internos.
También, presentaron una lectura sobre la coyuntura geopolítica: “El mundo se enfrenta a múltiples retos, en un escenario de crisis climática, amenazas a la paz y a la seguridad internacional, presiones sobre las cadenas de alimentos y energía, riesgos de nuevas pandemias, aumento de desigualdades sociales y amenazas a la estabilidad institucional y democrática”, marcaron. Para ello, concordaron que la herramienta para “enfrentar los desafíos compartidos” es la integración regional, en donde quedó en consideración la propuesta del colombiano, Gustavo Petro, de canjear acción climática por deuda.
Cooperación en las áreas de comercio, inversión e infraestructura también se consolidaron como denominador común en la declaración conjunta de los mandatarios sudamericanos, que reconocieron la importancia de mantener el diálogo para “impulsar el proceso de integración en América del Sur y proyectar la voz de la región en el mundo”. También, establecieron la necesidad de priorizar las áreas de género, pueblos indígenas, salud, seguridad alimentaria, sistemas alimentarios basados en la agricultura tradicional, medio ambiente, recursos hídricos, desastres naturales, infraestructura y logística, interconexión energética y energías limpias, transformación digital, defensa, seguridad e integración de fronteras, combate al crimen transnacional organizado y ciberseguridad.
Lula sobre Maduro: “Le dije que tiene la obligación de construir una narrativa con hechos verdaderos”
Al cierre del encuentro, en conferencia de prensa, el mandatario defendió la idea de la “narrativa negativa” que, dijo, pesa sobre Venezuela cuestionada por los sus pares de Uruguay y Chile. “Vivo eso desde 2002”, contó para explicar por qué sostiene esa idea y contó entretelones de la conversación que tuvo con su par, Nicolás Maduro: “Le dije que es la obligación de él construir una narrativa con hechos verdaderos”, señaló y dio a conocer que le sugirió que hiciera un documento con la firma de todos los partidos de la oposición, todos los movimientos sociales y sindical, con el parlamento y los 24 gobernadores y pida respecto para la soberanía de Venezuela, “porque el mundo llego a elegir a un presidente que no existía”, dijo sobre Juan Guaidó quien se autodenominó “presidente encargado” del país, en 2019, reconocido por unos 50 países.
“Venezuela sufre un bloqueo, es una cosa deshumana”, manifestó e insistió en que el país merece respeto y que para eso se van a acompañar las elecciones del próximo año. “Quien construye la primera narrativa tiende a ganar el juego, si nunca ganó construya su narrativa diciendo que esa primera narrativa es mentirosa”, cerró, ante la consulta de la prensa.
Alberto Fernández: “Los nuevos problemas requieren nuevas soluciones”
“Como dijo Néstor Kirchner, los viejos moldes se han roto y los nuevos problemas requieren nuevas soluciones. Celebro la iniciativa del presidente de Brasil, de impulsar este encuentro que une a los presidentes de América del Sur para integrar a la región”, destacó el presidente argentino, Alberto Fernández, a través de su Twitter. En su discurso de 15 minutos, compartido a la prensa, el mandatario convocó a los países sudamericanos a la unidad regional para enfrentar “la nueva dimensión de la globalización” y a garantizar una zona de paz para crear un sistema de defensa propio, en lugar de recibir las influencias del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, en línea con lo presentado por su par brasileño. “Somos grandes proveedores de alimentos, ¿por qué no dejamos de mandar semillas e industrializamos esta producción por alimentos para humanos para agregar valor y darle otra dimensión?”, planteó.
“Unasur no es un espacio ideológico sino de intereses comunes que debemos desarrollar y profundizar. Primero concertar intereses, integrarnos físicamente. Se trata de garantizar la seguridad sanitaria, Acabamos de vivir una pandemia. Todos corrimos buscando vacunas”, explicó. En otro apartado, en tanto, destacó el potencial que tienen Argentina, Chile y Bolivia, países que contienen el 66% de las reservas de litio en el mundo. “Tenemos una oportunidad formidable y creo que esta propuesta de Lula de volver a encontrarnos es un excelente comienzo”, aseguró el presidente.
Cambiar deuda por acción climática
El mandatario colombiano, Gustavo Petro, por su parte, propuso la iniciativa a nivel mundial de cambiar deuda pública por acción climática para permitir que las potencias cooperen en forma efectiva con la lucha contra el cambio climático en los países de grandes selvas, como los amazónicos. “Este sería el salto hacia adelante en una verdadera lucha contra el cambio climático, principal problema de la humanidad”, dijo a periodistas al llegar a la cumbre de presidentes sudamericanos convocada.
Petro, además, llevó a la Cumbre la sugerencia para solucionar la conexión eléctrica en la región a través del Grupo Isa, una empresa colombiana subsidiaria de la estatal petrolera Ecopetrol y que es la mayor compañía en kilometraje americano de cableado eléctrico. El colombiano, en consonancia con Brasil y Argentina, comparte la intención de sostener una “voz unificada” en la región para tener mayor potencialidad. “Tiene en sus manos, en su propio territorio, varias de las soluciones más importantes para la crisis integral que hoy vive la humanidad”, apuntó.
En agosto, Petro y Lula se encontrarán en la ciudad de Belém en el marco de la reunión de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónico, que incluye a ocho países.
Lacalle Pou en contra del multilateralismo: “Basta de instituciones”
“Debemos parar esa tendencia a la creación de organizaciones”, sostuvo el presidente del Uruguay, Luis Lacalle Pou. Según informó el diario uruguayo El Observador, el mandatario llegó con la decisión de no firmar ninguna declaración que propusiera la reactivación de la Unasur y, según el mismo portal mantienen Perú y Ecuador, dos países que atraviesan fuerte crisis institucionales internas e incluso, en el segundo caso, con un presidente de salida tras no lograr sostener su Gobierno con tan sólo dos años de gestión.
Hasta el momento, Lacalle Pou fue el único mandatario que transmitió su declaración en vivo. “Basta de instituciones”, declaró el presidente desde el llamado “retiro” de presidentes. “Creo que debemos parar esa tendencia a la creación de organizaciones. Vayamos a las acciones”, afirmó el uruguayo, que subrayó la importancia también de “desandar” lo que consideró “el camino que ha sido equivocado”.
En ese sentido, sobre la Unasur, recordó en su discurso lo que determinó apenas asumió el gobierno en 2020. “Vamos a ponerle nombre a las cosas, nos retiramos” y agregó, “enseguida nos llegó la invitación a Prosur (el Foro para el Progreso de América del Sur) y dijimos que no”. El presidente se refirió también al Mercosur y dijo que “muchos conocen” que la posición de Uruguay “no es de satisfacción con lo que ha hecho ni en la agenda interna, ni en la externa”, en referencia a su intención de querer firmar un tratado de libre comercio en soledad con China cuando el organismo no se lo permite. También señaló que a su criterio se está “desperdiciando el instrumento” de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) y destacó la existencia de la Celac.
Por otro lado, se encargó de dejar en claro su malestar dado el encuentro entre Lula y Maduro, en la jornada del lunes. “Presidente, debo decirle que quedé sorprendido cuando se habló de lo que sucede en Venezuela es una narrativa”, dijo y señaló que su afinidad es con el pueblo venezolano, en tono de crítica por el acercamiento entre esos dos países. “El punto 2 de la declaración que se está negociando habla de democracia, derechos humanos y proteger las instituciones. Estamos intentando a ver si llegamos a un acuerdo para suscribirlo. Y obviamente cuando pongamos la firma no tenemos la misma definición, que creo que es una, de lo que son el respeto a las instituciones, a los derechos humanos y a la democracia”, señaló.
Boric: “Pusimos sobre la mesa las cosas que nos unen y las diferencias”
El presidente de Chile, Gabriel Boric, fue uno de los primeros en dar una conferencia de prensa abierta a las y los periodistas. Desde Itamaraty, planteó su posición sobre la creación de un espacio de conjunto en donde los Estados sudamericanos puedan articularse. “El potencial de América del Sur es gigante y concordamos con todos los presidentes aquí presentes que es relevante que, de aquí en adelante, en los foros internacionales podamos levantar una posición propia”, dijo y marcó que esa “unidad” tiene que ser “en hechos concretos”.
Tras contar que el mandatario brasileño invitó a que no se tomen definiciones en esta jornada sobre la reconstrucción de Unasur o no, dio a conocer algunas de sus propuestas basadas en la integración cultural, en la lucha contra el cambio climático, en materia de migración y en políticas contra el narcotráfico y las delincuencia trasnacional.
Sus diferencias, en tanto, giran en torno a Venezuela. Por un lado, celebró el regreso del país a los organismos y los encuentros multilaterales. Sin embargo, marcó sus diferencias con el presidente brasileño: “La situación de los derechos humanos en Venezuela no es una construcción narrativa, es seria y he tenido la oportunidad de verla en los ojos y en el dolor de ciento de miles de venezolanos que hoy en día están en nuestra patria y exigen una posición firme y clara respecto a que los derechos humanos, que tienen que ser respetados siempre y en todo lugar, independiente del color polítco del gobernante de turno”, manifestó. En el país trasandino, en la actualidad, hay unos 400 mil venezolanos que entraron de manera irregular y una fuerte crisis humanitaria se desató a propósito de leyes que los criminalizan.
Por otro lado, se mostró a favor del levantamiento de las sanciones que pesan sobre Venezuela, impuestas por Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea, principalmente. “No debilitan a los gobernantes, dañan a los pueblos, por lo tanto hacemos un llamado a Estados Unidos y a la Unión Europea a levantarlas para permitir que el pueblo venezolano pueda salir adelante”, dijo y se comprometió a trabajar en conjunto con sus colegas de México y Colombia para que las próximas elecciones -que deben realizarse en 2024- “puedan tener todas las garantías que se requieran”.
FUENTE: El Destape.