Las similitudes poco alentadoras entre Milei y el expresidente que detonó el 2001, el acto fallido de Caputo sugiriendo otra devaluación, la aprobación del decreto sobre el acuerdo con el FMI pese a la impericia de los legisladores libertarios, el colaboracionismo de una oposición no peronista que nunca reconocerá su complicidad, la creciente confrontación entre Cristina y Milei en un año electoral y las internas de la derecha; por Martín Gambarotta.
No es fácil escribir titulares en los medios todos los días. Durante la semana algunos en las redacciones al titular cometieron un desliz semántico que remite a un pasado catastrófico. El gobierno del Presidente libertario Javier Milei, titularon, buscaba “blindarse” con un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). ¿En serio? La figura verbal remite al fallido blindaje financiero que el entonces presidente radical Fernando de la Rúa obtuvo meses antes de que su gobierno colapsara económicamente a fines del 2001.
La película del blindaje para De la Rúa terminó mal. No se sabe cómo va a terminar la película de Milei. Por momentos los mercados se ponen ansiosos. El miércoles la Cámara de Diputados tenía que votar sobre el decreto del ejecutivo para aprobar las negociaciones con el FMI. Un día antes, el Ministro de Economía Luis Caputo dijo en una entrevista que todavía se estaban negociando los detalles del acuerdo con el fondo. Caputo dio a entender que un entendimiento con el FMI podría llevar a la flotación del tipo de cambio. Argentina, dijo el ministro, podría emular el modelo de Perú donde supuestamente la inestabilidad política no afecta la situación financiera. Las declaraciones de Caputo transmitían incertidumbre. Caputo, en definitiva, declaró mal un día antes del voto en Diputados.
Buena parte de la oposición no peronista hizo lo que históricamente hace: acompañar al gobierno de derecha de turno sin hacerse cargo directamente de sus actos. Si este gobierno se derrumba ninguno de los opositores que votaron a favor del decreto se hará cargo del colapso y mucho menos de los términos que impuso el fondo.
El ministro dejó la sensación de que se viene una devaluación. Igual, si Milei y Caputo en efecto devalúan van a decir que no devaluaron. El desafío del gobierno libertario es salir del cepo cambiario sin que la situación se vuelva incontrolable disparando un aumento de la inflación antes de las elecciones de medio término. El dólar, después de que Caputo le habló “a la gente”, se inquietó.
El decreto sobre el acuerdo con el fondo, más allá de las ideologías, es un engendro. Gran parte de la clase política y el periodismo antiperonista mira para otro lado pero en rigor se requiere de una ley para que un nuevo acuerdo con el FMI sea legal. Tampoco se conocen los detalles del entendimiento que ni siquiera está cerrado. La conclusión a la que llega el peronismo es simple: en un futuro el acuerdo puede ser declarado ilegal. FMI no es una sigla muy popular en Argentina. Caputo promete que esta vez será distinto. Suena a la declaración de una persona disfuncional que promete en vano que no va a terminar haciendo siempre el mismo daño.
La sesión del miércoles en la Cámara de Diputados terminó con la “aprobación” del decreto con 129 votos a favor. Buena parte de la oposición no peronista hizo lo que históricamente hace: acompañar al gobierno de derecha de turno sin hacerse cargo directamente de sus actos. Si este gobierno se derrumba ninguno de los opositores que votaron a favor del decreto se hará cargo del colapso y mucho menos de los términos que impuso el fondo.
Para el Diputado Máximo Kirchner el plan libertario va a fracasar y los diputados que votaron a favor del acuerdo lo saben. El decreto también fue criticado por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner que lidera el Partido Justicialista. Fernández de Kirchner vapulea periódicamente a Milei en la red social X mientras ella crece en las encuestas. El viernes, la expresidenta trató a Milei y su socio en la supuesta estafa cripto Hayden Davis de “estafadores y arqueros fracasados”. Al cierre de esta columna, Fernández de Kirchner tenía previsto una aparición pública mientras su gravitación crece. La expresidenta le tomó el tiempo a Milei que elige no confrontar personalmente con Fernández de Kirchner por temor a levantar todavía más su figura.
La vigencia política de Fernández de Kirchner, en oposición al neoliberalismo, no pasó desapercibida para el gobierno derechista del Presidente de los Estados Unidos Donald Trump. La administración Trump el viernes a la tarde anunció que le prohibía la entrada a los Estados Unidos a la expresidenta y sus familiares directos alegando acusaciones de corrupción. Lo mismo hizo con el exministro kirchnerista de planificación federal Julio De Vido. La decisión del Departamento de Estado le da munición retórica a los odiadores de Fernández de Kirchner. Milei, que venía evitando la confrontación directa con Fernández de Kirchner, no pudo evitar la tentación. Publicó la decisión de los Estados Unidos en su cuenta de X dirigiéndose a “Che Cristina”, una referencia al “Che Milei” que utiliza la expresidenta cuando critica al jefe de estado libertario en las redes. En todo caso, el Departamento de Estado magnifica la centralidad de Fernández de Kirchner en un año electoral. El Secretario de Estado Marco Rubio, un neoconservador recalcitrante con una encono especial con América Latina, no vota en el conurbano, pero la administración Trump emitió una señal. Las agencias estadounidenses tienen tentáculos largos que pueden llegar hasta la justicia argentina.
“A Videla y a Massera nunca les prohibieron entrar a los Estados Unidos”, dijo Fernández de Kirchner. De hecho, muchos represores de segunda línea se jubilaron, sospechosamente, en Miami.
Hubo una respuesta inmediata de Fernández de Kirchner en X recordando los escándalos de abuso sexual de Trump. Trump, dijo la expresidenta, todavía guarda resentimiento porque el peronismo le ganó las elecciones a Macri en 2019 a pesar de haber contado con un préstamo del FMI de 45 mil millones de dólares. Trump era presidente en ese momento. La expresidenta dijo que ahora el FMI se prepara para prestarle 20 mil millones de dólares al presidente “de la cripto estafa.” El Departamento de Estado, según Fernández de Kirchner emitió la prohibición a pedido de Milei. Vaticinó que Milei no conseguirá la reelección en 2027. “¡Cómo te duele lo que te digo!”, le dijo Fernández de Kirchner al presidente.
Además, convocó a la marcha del 24 de marzo para recordar el aniversario del último golpe de estado. “A Videla y a Massera nunca les prohibieron entrar a los Estados Unidos”, dijo Fernández de Kirchner. De hecho, muchos represores de segunda línea se jubilaron, sospechosamente, en Miami.
La confrontación política entre Fernández de Kirchner y Milei (¿el presidente lo venía evitando?) está planteada; es muy posible que domine el escenario por el resto del año electoral. De algún modo, el choque vigoriza al kirchnerismo y limita el accionar de los que quieren plantear matices en el peronismo.
Frente al Congreso el miércoles marcharon los jubilados y las organizaciones políticas y sociales que apoyan sus reclamos. La marcha tuvo lugar una semana después de la manifestación que terminó con serios enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. El fotógrafo Pablo Grillo recibió un disparo de un proyectil de gas lacrimógeno en la cabeza durante la marcha anterior y lucha por su vida.
El miércoles, el gobierno decidió emplear otra vez tácticas de comunicación maoístas y proclamó en carteles y altavoces en las estaciones de trenes que las fuerzas de seguridad estaban listas para reprimir si se “atentaba contra la república”. No hubo enfrentamientos esta vez en la nueva marcha, que no fue masiva, de los jubilados.
El problema para el gobierno libertario es que el tema de las jubilaciones paupérrimas, que están en el centro del ajuste libertario, ahora está instalado. La Confederación General del Trabajo (CGT) acaba de confirmar un paro general para el 10 de abril. La CGT dijo que marchará con los jubilados y llamó a una movilización para el miércoles 9 de abril. El transporte público adhiere al paro, dijo la CGT.
Las marchas de jubilados semanales venían teniendo poca trascendencia hasta que un hincha de Chacarita Juniors indignado decidió defender a un anciano de la brutalidad policial. El incidente derivó en una convocatoria de hinchas a marchar. Ahora se sumaron las organizaciones políticas y la CGT que parecen haber despertado.
Del otro lado está la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich que estuvo al mando de la represión violenta en la marcha anterior.
Para el PJ, el Grupo Clarín encubre el accionar represivo de las fuerzas de seguridad en un intento de negociar con Milei la aprobación de su compra de Telefónica. No está todo dicho. El gobierno el viernes anunció la suspensión preventiva de la compra de Telefónica por parte de Telecom, controlada por el Grupo Clarín. “La fusión de ambas compañías incrementaría en forma significativa su participación en el mercado”, según la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. La suspensión queda en efecto “hasta tanto se profundice el análisis de la operación notificada”. Telecom dijo en un comunicado que está dispuesta a colaborar con los “organismos competentes en el análisis de la operación”. Hubo versiones que Milei estaba reaccionando a una declaración criticándolo directamente por su violencia verbal por parte de las Asociaciones de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA). ADEPA también criticó la “violencia verbal de las milicias digitales” que presuntamente comandan desde Casa Rosada.
Hasta ahora, el gobierno libertario reprimió manifestaciones relativamente pequeñas con brutalidad. Otra cosa es soltar a la gendarmería contra las columnas de la CGT y las organizaciones del peronismo y la izquierda en una futura marcha de jubilados.
Bullrich, que técnicamente pertenece al PRO y tiene una larga trayectoria política, es una presencia pública de peso en la administración de Milei porque tiene más roce que sus colegas. Igualmente antes de la nueva manifestación, Bullrich tuvo que mantener reuniones con el asesor estrella del presidente, Santiago Caputo.
Bullrich, tardíamente, se “solidarizó” con Grillo y, a pesar de su negativa, las fuerzas de seguridad están siendo investigadas internamente y por la justicia.
En la sesión del miércoles en Diputados se vio la impericia del bloque libertario. La Diputada libertaria Marcela Pagano arremetió contra el Presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem. El conflicto es parte de otro engendro libertario: la impugnación de Pagano como presidenta de la Comisión de Juicio Político por parte de su propio bloque. Pagano hizo públicos audios de Menem donde le pedía al bloque libertario que agite escandalosamente la sesión del miércoles. Menem dijo que los audios son falsos, pero para muchos parece una excusa desesperada.
La mayoría del núcleo duro de Milei tiene dificultades para hablar en público. El presidente mismo es impredecible declarando y tiene dificultades para comprender y controlar sus acciones en X. Así quedó enredado en una presunta estafa cripto después de hacer el ridículo en el reciente foro económico de Davos donde ligó la homosexualidad con la pedofilia. Ya se vio cómo Luis Caputo, en su versión de libertario descontracturado, armó un desparramo el martes cuando pretendió hablarle a “la gente” de economía. El ministro ahora tiene que pensar dos veces antes de conceder una entrevista.
El tipo de euforia autocongratulatoria que cultivan Milei y su ministro cada vez tiene menos cabida. El presidente canceló viajes al exterior acorralado por su rol en la crisis cripto y la ansiedad devaluatoria que su ministro de economía empeoró con la entrevista.
Caputo fue un funcionario clave durante la presidencia del liberal Mauricio Macri (presidente del partido PRO) en 2015-2019 hasta que el FMI se hartó de sus maniobras y demandó su despido. Ahora Caputo está al mando de las nuevas negociaciones con el FMI. La gran duda es si el gobierno de Milei no tiene más margen para mantener el dólar planchado hasta las elecciones de Octubre y tiene que ir a una flotación. El Banco Central vendió más de mil millones de dólares durante la semana para contener el tipo de cambio. El otro dato es que el gobierno de Macri también se agendó un mega acuerdo con el FMI que en definitiva no sirvió para evitar la implosión económica de su administración que terminó en 2019. “Ahora es diferente”, dice Caputo. Puede ser, pero por el momento todo se parece mucho a los descalabros típicos que produce el neoliberalismo argentino.
Los temblores financieros se terminaron por el momento con la aprobación del decreto en la Cámara de Diputados el miércoles. El trecho a las elecciones es largo. Milei promete que el acuerdo con el FMI estará listo para mediados de abril.
La fantasía de la derecha argentina no es derrotar al kirchnerismo, la fantasía es matarlo. De pronto, cuenta con el apoyo otra vez del Departamento de Estado como las épocas más oscuras del continente.
Hay dirigentes de peso del PRO que todavía confían que Milei mide bien en las encuestas. Los diputados del PRO Cristian Ritondo, jefe del bloque del partido de Macri, y Diego Santilli se reunieron en Casa Rosada con la Secretaria General de la Presidencia Karina Milei (hermana del presidente). En la foto publicada del encuentro también aparece el presidente con Karina Milei en la cabecera. Ritondo y Santilli comenzaron su vida como punteritos menemistas en la capital, pero ahora pisan fuerte en la provincia de Buenos Aires.
Cada vez hay más señales de que Macri no controla su partido. Ritondo y Santilli están a favor de una alianza con la Libertad Avanza, el partido de gobierno, en la provincia. Macri técnicamente fue “avisado” de la reunión en la Rosada por Ritondo, que es el jefe del PRO en la provincia. El expresidente el viernes, cuando se reunió la conducción del PRO, dijo que la reunión en la Casa Rosada fue “positiva”. Macri agregó que está de acuerdo con una alianza entre los dos partidos liberales en la provincia de Buenos Aires. Macri el viernes parecía acorralado por los cuadros pesados de su propio partido.
La pesadilla para el expresidente es que Ritondo y Santilli en algún momento directamente firmen su pase a la Libertad Avanza antes o después de las elecciones, Por ahora, los expunteritos al reunirse con los Milei presionan para que el PRO selle un acuerdo con el oficialismo para enfrentarse al peronismo en su bastión. La fantasía de la derecha argentina no es derrotar al kirchnerismo, la fantasía es matarlo. De pronto, cuenta con el apoyo otra vez del Departamento de Estado como las épocas más oscuras del continente.
La agitación en torno a los jubilados apuró la aparición pública después de mucho tiempo del excandidato a presidente peronista Sergio Massa, que llamó a la unidad en su espacio. Para algunos oficialistas, Massa “está detrás” de los disturbios en la marcha frente al Congreso.
El peronismo busca ordenarse. Hay cuatro senadores peronistas que armaron un bloque aparte en el Senado. La Legislatura bonaerense no aprobó la cancelación de las internas PASO por falta de apoyo de un sector del peronismo.
La interna en la derecha es mucho más feroz porque algunas encuestas muestran que hay muchos votos para repartir. En otro problema para Macri, el exjefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires Horacio Rodríguez Larreta anunció su candidatura a legislador en las elecciones porteñas de mayo. Rodríguez Larreta, que técnicamente pertenece al PRO y fue intendente durante ocho años, demolió en una entrevista televisiva el lunes a la noche la gestión de Jorge Macri, el actual jefe de gobierno y primo del expresidente. La ciudad, dijo Rodríguez Larreta, está “deteriorada” y hay “olor a pis”.
En la capital, la derecha está dividida en al menos tres partes: La Libertad Avanza, el PRO y el moderado Rodríguez Larreta. El escenario habilita potencialmente una victoria del kirchnerismo con la candidatura de Leandro Santoro.
El ocaso total de Mauricio Macri sería perder las elecciones a jefe de gobierno en la capital en 2027.
El ocaso de los libertarios puede ser otro. Una cosa es revisitar el blindaje. Otra cosa es revisitar a De la Rúa.