Un informe elaborado por Universidad de Buenos Aires, CONICET, CELS y ACIJ advierte que creció la presión del alquiler sobre los ingresos y que el 57% de los hogares destina más de la mitad de lo que gana al pago de la vivienda.

La población inquilina del Área Metropolitana de Buenos Aires atraviesa una situación cada vez más compleja. Según un relevamiento realizado entre el 15 de septiembre y el 1 de octubre, el 77% de quienes se endeudaron durante el último año lo hizo para poder pagar el alquiler, un porcentaje que muestra un aumento sostenido respecto de años anteriores.
El estudio, basado en 1.107 casos efectivos, señala que si bien el 93% de los inquilinos se mantiene al día con el pago, el 29% recurrió a préstamos y solo el 14% logró ahorrar el mes previo a la encuesta. En comparación con 2024, el nivel de endeudamiento para afrontar el alquiler subió diez puntos porcentuales.
En paralelo, el informe muestra que aumentó la participación laboral entre los hogares inquilinos: la tasa de empleo pasó del 61% al 69% y la de actividad del 87% al 93%. Sin embargo, ese mayor ingreso no se tradujo en alivio habitacional: el 70% de los hogares encabezados por personas mayores de 60 años y el 53% de los liderados por jóvenes destinan más de la mitad de sus ingresos al alquiler.
Otro de los datos relevantes es el acortamiento de los contratos y la mayor frecuencia de ajustes. Casi el 48% de los alquileres se actualiza cada tres meses y el 17% tiene una duración de un año o menos, una tendencia que se profundizó tras la derogación de la Ley 27.551.
El informe también advierte sobre un escenario de incertidumbre habitacional: dos de cada diez inquilinos creen que deberán dejar la vivienda antes de que termine el contrato y el 13% duda sobre la posibilidad de renovarlo. A cinco años, el 56% estima que seguirá alquilando y solo el 14% proyecta acceder a una vivienda propia, lo que consolida al alquiler como una condición permanente para la mayoría de los hogares metropolitanos.


