EL GOBIERNO EMITE NUEVA DEUDA EN DÓLARES PARA POSTERGAR PAGOS Y ABSORBER PESOS

El Banco Central emitirá una nueva serie de bonos en dólares por hasta U$S 3.000 millones, con interés del 3% anual, buscando postergar pagos de deuda comercial y absorber liquidez. Los títulos podrán usarse para pagar impuestos, pero analistas advierten que la deuda comercial sigue elevada y el éxito en su objetivo original es relativo.

El Banco Central emitirá una nueva serie de bonos en dólares por hasta U$S 3.000 millones, con interés del 3% anual, buscando postergar pagos de deuda comercial y absorber liquidez. Los títulos podrán usarse para pagar impuestos, pero analistas advierten que la deuda comercial sigue elevada y el éxito en su objetivo original es relativo.

En un nuevo movimiento en su estrategia financiera, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) lanzará este miércoles una nueva serie de su bono en dólares, el Bopreal (Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre). La Serie 4, con un tope máximo de U$S 3.000 millones, busca postergar la entrega de divisas que las empresas demandan para pagar deudas comerciales, mientras el gobierno de Javier Milei, Luis Caputo y Federico Sturzenegger continúa su gestión económica.

Estos títulos pagarán un interés del 3% anual en dólares, liquidable semestralmente, y vencerán en octubre de 2028. Para hacerlos más atractivos y garantizar su liquidez, el Gobierno autorizó que los Bopreal puedan utilizarse para pagar impuestos, compromisos aduaneros y deudas fiscales. El Decreto 384/25, publicado este martes en el Boletín Oficial, proporciona el marco legal para esta iniciativa, aunque con algunas limitaciones: no podrán usarse para abonar aportes y contribuciones patronales, el impuesto al cheque, ni cuotas para ART y seguros de vida.

Este miércoles, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) complementó la medida con la publicación de dos normas que establecen los criterios de valorización de los Bopreal para el pago de impuestos. La aplicación de esta opción para abonar tributos estará disponible en una ventana de tiempo que se abrirá a partir del 30 de abril de 2028, hasta agotar un cupo de U$S 1.000 millones. Este uso anticipado también funcionará como una suerte de rescate anticipado de los títulos, que vencerán solo seis meses después.

Los Bopreal nacieron en los primeros meses de la gestión de Javier Milei, con el propósito original de ser colocados entre importadores con deudas pendientes con proveedores del exterior y empresas que no podían girar dividendos a sus casas matrices debido al cepo cambiario. A lo largo de 2024, ya se emitieron tres series de este título por el equivalente a U$S 10.000 millones.

En la entidad que dirige Santiago Bausili, se muestran optimistas por la absorción monetaria que implica la emisión de estos títulos. Argumentan que esta operación reduce la liquidez interna, «secando la plaza» y limitando presiones sobre los precios, en línea con el mantra libertario de que «la inflación es siempre y en todo momento un fenómeno monetario». En las últimas semanas, los Bopreal también sirvieron como garantía para que el BCRA tomara un préstamo de U$S 2.000 millones, destinado a fortalecer sus reservas internacionales.

Sin embargo, la contrapartida de esta estrategia es el endeudamiento del Banco Central, que en los próximos tres años deberá poner U$S 13.000 millones a disposición de los tenedores de estos instrumentos. Todos estos matices, según algunos analistas, dejan en segundo plano el sentido original de los bonos, que buscaban reducir la abultada deuda comercial que los importadores habían contraído en las épocas finales del gobierno del Frente de Todos, cuando la escasez de divisas había alcanzado niveles críticos.

En ese sentido, el éxito de los Bopreal en su propósito original es relativo. Un informe de la sociedad de bolsa PPI (Portfolio Personal Inversiones) señala que «la deuda de los importadores cayó desde un récord de U$S 58.800 millones a fines de marzo de 2024, previo a que se emitieran todas las series de Bopreal, a U$S 53.648 millones a diciembre de 2024 (último dato oficial disponible)». No obstante, el mismo informe destaca que «pese a este recorte, el stock de deuda comercial saltó alrededor de U$S 25.500 millones desde diciembre de 2021″.

Con estos números, el objetivo genuino de los bonos parece estar lejos de ser alcanzado, evidenciando que la emisión de Bopreal se convirtió más en una herramienta de política monetaria y de acumulación de reservas que en una solución definitiva a la deuda comercial heredada.

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