El oficialismo prepara una reforma al Código Penal que endurecería las penas ante violaciones, contemplando la prisión perpetua como castigo. El proyecto también propone que la cadena perpetua sea cumplida de manera efectiva, sin acceso a beneficios que disminuyan la condena, lo que marcaría un cambio significativo en el sistema penal argentino.
El presidente Javier Milei presentará un proyecto para modificar el Código Penal, el cual incluye penas más duras para los violadores y la efectivización de la cadena perpetua. La propuesta será dada a conocer el próximo 1 de marzo, durante la apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso.
Actualmente, las condenas por violación oscilan entre 6 a 15 años de prisión, con la posibilidad de extenderse hasta 20 años en caso de agravantes. Con la reforma, el Gobierno busca establecer prisión perpetua como castigo para este delito. Afirman que la legislación penal actual fue demasiado benévola con los agresores y que el nuevo sistema tiene como objetivo imponer penas más severas.
Además, se propone una modificación importante en la cadena perpetua, que actualmente establece una pena máxima de 35 años de cárcel. Bajo las nuevas normas, una vez cumplido ese plazo, el prisionero podría acceder a libertad condicional, siempre y cuando se evalúe favorablemente su reinserción social mediante un informe judicial y la intervención de peritos.
Otro de los cambios contemplados en el proyecto es que la prisión perpetua sea efectiva, es decir, que los reclusos no puedan acceder a beneficios que puedan reducir o atenuar la condena. El Ejecutivo está decidido a avanzar hacia un sistema penal más punitivo que castigue de forma contundente a los delincuentes, al mismo tiempo que busque la reinserción de aquellos que puedan rehabilitarse.
