Un día como hoy, pero de 1857, el Tren Sarmiento llegó a las vías y se transformó en el primer ferrocarril de la historia argentina, aunque no todo fue alegría.
Un 29 de agosto, pero de 1857, se llevó a cabo el primer viaje en la historia del Tren Sarmiento, la línea suburbana más utilizada del Oeste y una de las más importantes del país, aunque para llegar a esta zona del Gran Buenos Aires todavía faltaba mucho camino por recorrer.
Aquella inauguración contó con la presencia de los políticos unitarios Domingo Faustino Sarmiento, Bartolomé Mitre, Dalmacio Vélez Sarsfield y Valentín Alsina, el cacique José María Yanquetruz y el Pastor Obligado, entre otros, y se realizó a lo largo de un tramo de solo nueve kilómetros entre lo que hoy es la Plaza Lavalle (estación Del Parque) y San José de Flores.
La formación estaba compuesta por cuatro vagones de pasajeros, todos ellos construidos lujosamente con madera e iluminados con lámparas de aceite que tenían una capacidad para 30 personas, y otros 12 de carga, mientras que la locomotora fue la icónica “La Porteña”, de origen británico y que llegó a la Argentina el año anterior.
Conducida por los hermanos Juan y Thomas Allen, pertenecía a la Sociedad Camino de Hierro del Ferrocarril Oeste y pesaba alrededor de 15 toneladas, por lo que tuvo que ser acarreada por una treintena de bueyes desde el Puerto de Buenos Aires hasta la zona donde actualmente se emplaza el Teatro Colón.
El periplo duró aproximadamente 35 minutos y aquel primer tren alcanzó una velocidad de 20 kilómetros por hora, pero en un punto del recorrido sufrió un descarrilamiento brusco que provocó la huida de varios de los responsables del convoy. Por fortuna, nadie salió herido y la marcha blanca continuó sin mayores sobresaltos. Tal es así que el día siguiente quedó inaugurado formalmente el Ferrocarril Oeste, cuyo valor de los pasajes oscilaba entre los 10 y cinco pesos. Unos 166 años después, se transformó en lo que es el Tren Sarmiento.
