Estiman que, en abril, la balanza comercial fue positiva en unos u$s1.000 millones

Son estimaciones de consultoras privadas. De cumplirse el pronóstico, el saldo en rojo que acumuló hasta acá el comercio exterior se reduciría a u$s300 millones.

Son estimaciones de consultoras privadas. De cumplirse el pronóstico, el saldo en rojo que acumuló hasta acá el comercio exterior se reduciría a u$s300 millones.

Para alivio del ministro de Economía, Sergio Massa, el Gobierno habría vuelto a tener un superávit de balanza comercial en abril, tras un marzo en el que quedó con saldo negativo. Sería una muy buena noticia para el equipo económico que requiere hasta el último dólar que pueda conseguir para evitar que se descontrole el frente cambiario.

De acuerdo con estimaciones privadas, el mes pasado el comercio exterior habría dejado unos u$s1.000 millones producto de exportaciones por unos u$s6.000 millones e importaciones por u$s5.000 millones. Con ello, la balanza reduciría a unos u$s300 millones el quebranto en lo que va del año.

Según indica la consultora LCG, tanto las compras como las ventas de bienes habrían bajado el mes pasado un 25%. En el caso de los envíos al exterior, el problema se concentra especialmente sobre los efectos de la sequía, que desplomó el ingreso de divisas este año a casi la mitad de lo que había ocurrido en el mismo mes del año pasado. Por otro lado, las importaciones están atadas a la disponibilidad de divisas que generan los envíos al exterior.

Aún con la vigencia del dólar soja 3 las operaciones de exportación no repuntaron. Si bien se estima que por ese canal ingresaron unos u$s2.400 millones, cuando faltan un par de semanas para el cierre del programa, el Banco Central apenas pudo quedarse con un 10%.

En los primeros tres meses del año el comercio exterior dejó un saldo deficitario de u$s1.290 millones, que se compone de un rojo de u$s443 millones en enero y otro de u$s1.059 en marzo, compensados parcialmente con un superavit de u$s211 millones en febrero.

Pero estos números corresponden a los registros de la Aduana, que tiene que ver con el devengado. En lo que es el flujo de caja que pasa por el Banco Central, el Gobierno logró mantener las cuentas con saldo favorable en concepto de intercambio de transables. En el primer trimestre hubo un superávit de u$s239 millones: se pagaron importaciones por u$s14,780 millones e ingresaron por ventas unos u$s15.019 millones.

Dada la falta de divisas, el Banco Central viene apretando cada vez más el torniquete sobre el dólar oficial. Una de las medidas más importantes anunciadas en las ultimas semanas fue que también se incluía a los fletes y pagos de intereses de préstamos entre empresas vinculadas en las restricciones. Con ello, el Banco Central busca contener unos u$s2.000 millones. Frente a ello, las empresas navieras anunciaron que dejarán de cobrar fletes de importación en el país. Ahora se tendrán que abonar a través de agentes de carga que pueden girar divisa.

Los importadores consideran que una posibilidad es que el comercio se deje de pactar al valor FOB (Free on Board), que es el costo del transporte y el embarque, y que se pacte en CFR, que incluye los costos del embarque y el transporte incluidos. Los importadores plantean que por efecto de esa medida van a tener que pedirles a sus proveedores en el exterior que les financien el costo del flete, además de las mercaderías.

FUENTE: Ámbito Financiero.

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