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Francia vivió la décima huelga: disturbios y represión policial

A pesar del despliegue de fuerzas de seguridad en las calles, la protesta social contra las reformas previsionales aplicadas se intensifica cada día más. Se estima que hubo alrededor de 750.000 personas manifestándose en todo el país.

La situación en Francia se intensifica cada día. Una vez más, cientos de miles de manifestantes salieron este martes a las calles a protestar contra la reforma en las jubilaciones del presidente Emmanuel Macron. Se trató de la décima huelga consecutiva en reclamo a las medidas impuestas por el gobierno.

En esta nueva movilización social, la policía reprimió a manifestantes en París y otras ciudades de Francia. Desde el Gobierno ya preveían que podía haber disturbios y dispuso 5.000 policías en las calles de la capital para “contener” la protesta.

“Un total de 740.000 personas se reunieron en Francia, incluidas 93.000 en París”, informó la cadena de televisión BFMTV, que citó al Ministerio del Interior francés, mientras que desde la CGT estimaron que hubo alrededor de dos millones de manifestantes en todo el país. Industriales, comerciantes, sindicalistas y estudiantes expresaron su rotundo rechazo a las medidas de Macron.

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, dijo que jóvenes radicalizados planeaban “destruir, herir y matar” y que por esa razón ordenó un despliegue “inédito” de 13.000 policías en todo el país.

Francia: décima huelga consecutiva golpea a Macron
Desde el 19 de enero, fecha de la primera manifestación, lograron movilizar a cientos de miles de personas (3,5 millones el 7 y el 23 de marzo, según el sindicato CGT) en grandes protestas pacíficas, pero sin éxito.

La última convocatoria dejó el jueves pasado 457 detenidos y 441 policías y gendarmes heridos, en su mayoría en los disturbios que siguieron a las marchas con más de un millón de personas en toda Francia, según las autoridades.

Las imágenes de batalla campal volvieron a la primera plana el sábado durante las protestas contra un embalse agrícola destinado a la agroindustria en Sainte-Soline (centro-oeste), que dejaron dos manifestantes en coma.

En este contexto de creciente tensión, Macron y la primera ministra, Élisabeth Borne, aseguraron “tender la mano” a los sindicatos, punta de lanza de las protestas desde enero, pero sin ceder en su reclamo de retirar la reforma.

La respuesta de los sindicatos
Laurent Berger, líder del sindicato moderado CFDT, dijo que aceptaría negociar pero sólo si “se dejaba de lado” la reforma, especialmente el retraso de la edad de jubilación de 62 a 64 años. El martes, instó a la creación de un “proceso de mediación” para “encontrar una vía de salida” a la crisis social.

Las centrales sindicales piden la retirada de esta reforma que retrasa la edad de jubilación para 2030 y adelanta a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no 42) para cobrar una pensión completa.

Para este martes, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció un “dispositivo de seguridad inédito” de 13.000 agentes en Francia y advirtió de la presencia en París de “más de 1.000 radicales, algunos desde el extranjero”.

Las autoridades esperan “de 650.000 a 900.000″ manifestantes” y alertan que la presencia de los jóvenes en las marchas “se dupliquen o tripliquen”, según fuentes policiales.

Aumenta la tensión en las calles
Las protestas adquieren desde hace semanas múltiples formas: miles de toneladas de basura acumuladas en las calles de París, bloqueos de depósitos y refinerías que dejaron a un 15% de gasolineras sin combustible, entre otros.

A la espera del dictamen del Consejo Constitucional sobre su validez, el gobierno busca pasar página rápidamente con otras prioridades como la salud, la educación y buscar cómo garantizarse una mayoría estable en el Parlamento.

Los sindicatos ya habían advertido a mediados de marzo a Macron de la situación explosiva que se generaría si no escuchaba el malestar con la reforma, que rechazan más de dos de cada tres franceses, según los sondeos.

Su adopción definitiva el 20 de marzo implicó un aumento en intensidad de las protestas, cuya represión por parte de la policía hizo saltar las alarmas de las oenegés de derechos humanos, abogados, magistrados y hasta el Consejo de Europa.

Finalizó la huelga de recolectores de basura
La CGT francesa comunicó que los recolectores de basura remotarán sus actividades este miércoles. En una medida histórica que inició el 6 de marzo y duró más de tres semanas, la huelga dejó más de 10.000 toneladas de desechos en las calles.

La Confederación General del Trabajo (CGT) anunció la reactivación de las funciones: “Suspenderemos nuestro movimiento de huelga y bloqueo a partir del miércoles 29 de marzo”.

Las protestas por parte de los recolectores residen en la reforma jubilatoria: el sindicato CGT dice que actualmente los recolectores y conductores de camiones de basura pueden jubilarse a los 57 años sin bonificaciones, edad que se retrasaría a los 59 años si se aprueba la reforma de las pensiones.

A pesar de ponerle fin a las acciones de protesta, los trabajadores advirtieron que debatirán una forma de reclamo con “más fuerza” de cara a las próximas semanas. En este contexto, el combate contra la reforma previsional del presidente liberal Emmanuel Macron “no terminó”.

FUENTE: Ámbito Financiero.

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