A través del Decreto 446/2024, publicado recientemente en el Boletín Oficial, la administración de Javier Milei disolvió el Fondo Fiduciario para el Desarrollo de la Ciencia y Tecnología (FONCyT) y el Fondo Fiduciario para la Vivienda Social (FFVS), dos herramientas financieras diseñadas para impulsar áreas estratégicas para el desarrollo nacional.
En un nuevo ataque a la ciencia y la industria nacional, el Gobierno de Javier Milei anunció la eliminación del Fondo Fiduciario para la Promoción Científica y Tecnológica (FONDOTEC) y el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU).
La decisión fue comunicada por el vocero presidencial y candidato a legislador porteño, Manuel Adorni, a través de su cuenta oficial en la red social X. En el caso del FONDOTEC, el argumento que justifica su cierre es la baja ejecución presupuestaria: “de los más de $28.000 millones asignados entre 2022 y 2023, solo se utilizaron $33 millones”, explicó el funcionario. En tanto, sobre el FISU, las autoridades señalaron “la compra de terrenos contaminados, la adjudicación de obras a cooperativas sin antecedentes y demoras en su ejecución”.
El FISU fue creado en 2018 bajo el marco de la Ley 27.453 y reglamentado un año después mediante el decreto 819/2019. Su función era financiar proyectos de urbanización e integración socio urbana en los barrios relevados por el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP), un programa orientado a la formalización de asentamientos informales.
El FONDOTEC, por su parte, fue creado en 1990 mediante la Ley 23.877, con el objetivo de financiar actividades destinadas a la generación de conocimientos científicos, tecnológicos e innovadores. Su estructura contemplaba el uso de recursos tanto del Tesoro Nacional como de fuentes de crédito externo.
El extitular de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) de 2019 a 2023, Fernando Peirano, cuestionó la medida de forma contundente y desmintió los argumentos del gobierno nacional: “Brutos y brutales. Desde hace más de 25 años, el sistema de promoción de ciencia y tecnología tiene como eje a la Agencia I+D+i. Cumple su rol de gestión de fondos como un banco. El fondo fiduciario era su herramienta para constituir y gestionar reservas”.
Y explicó: “No hay, por definición, “subejecución” en el fondo fiduciario. No es un presupuesto para gastar: son reservas para cumplir compromisos ya asumidos, respetando contratos y cronogramas con investigadores, universidades y pymes”.
Según su explicación, “la disolución del fondo fiduciario compromete la continuidad de los contratos y la confianza del sistema. Será más difícil que el Estado cumpla con las obligaciones plurianuales que asume cuando aprueba un apoyo en ciencia y tecnología donde se requieren plazos largos”.
Así, entendió la disolución del Fondo como “parte del plan para romper todo” y alertó sobre el incierto panorama que se abre a partir de esta decisión. “Hoy se disolvió una herramienta que daba agilidad, previsión y seguridad. No hay ningún ahorro en esto. No se mejora ninguna cuenta fiscal. Es un daño deliberado, otro golpe más sobre las capacidades estatales y otro paso más a contramano del desarrollo de la Argentina”, opinó Peirano a través de su cuenta de X
