Siete viñetas como instantáneas en torno a siete mesas, ejes simbólicos de una trama institucional. Una mirada que registra lo real, atenta al detalle, un tono contenido. Los epifenómenos en torno a una política pública en el sistema penitenciario. Marcos Perearnau (Buenos Aires, 1985) construye, sin metáforas, sin abstracciones, versos que van apilando, como por capas, las condiciones materiales del aula como excepción.
1.
La mesa de la oficina del rector
Grande y limpia
En un ambiente
Grande y limpio
Con ventanales de vidrio
Grandes y limpios
Por donde ingresan
Imágenes del campus
La barba recién afeitada del césped
Cubiertas ferrosas del playón ferroviario
Bandejas de la cancha de Chacarita
Se apoyan invertidas
En el vidrio de la mesa
Las veo pasar, intocables,
Dentro de la pecera
Mientras el rector
Me ofrece el puesto
De director del centro universitario
En la cárcel de Suárez.
2.
La mesa en el casino de oficiales
Con el director de la unidad penal
Al que le aceptamos el almuerzo
Con el compañero Lalo
Separado por una pared
Del salón donde come la tropa
El director es de Mercedes
Mi abuela de Suipacha
Una conversación bonaerense
Mientras en la tele encendida
El gobernador de la provincia
Se refiere al problema penitenciario
Los suboficiales dan bocados
Ruidosos en silencio
Y responden las notificaciones
Que arriban a sus teléfonos
Desde el puesto de control
Un detenido nos trae flan de postre
Para el que quiere hay fruta
Nos llevamos la autorización
De ingresos de civiles para el jueves
Una frutilla para comer después.
3.
La mesa afuera del aula
En la escuela secundaria técnica
Donde van a parar les pibis moco
Con demasiado movimiento
En las piernas
En la cabeza
Y en el corazón
Le dicen mesa puente
Las y los coordis de la escuela
Saben dónde viven
Cómo mueren les pibis
Que paran en la esquina
A cien metros de la cárcel
Cruzando el puente de la autopista
Del camino del Buen Aire
Donde van a parar
Papás y mamás detenidas
Arriba de la montaña de basura
Abajo del tablón de la mesa
Todo pegado con moco
En los humedales del Reconquista.
4.
La mesa del quirófano
Del hospital Eva Perón
Una película de acero
Sin cortes en la superficie
Donde los cuerpos
Exponen su alma
En la pantalla del celular
La mirada de la custodia
Descansa en las imágenes
De una serie hecha en la cárcel
La mano quieta
De la estudiante Pato
Con turno sacado para la cirugía
Cuelga esposada a la cama
Mientras la custodia
Vigila su cuerpo muerto
Y descarta con el dedo índice hacia arriba
Los mensajes de texto de audio
Enviados desde la cárcel
Que interrumpen el final del capítulo.
5.
La mesa de ping pong
Donde programadores
Y analistas de sistemas
Liberan su mente
Después de horas de pantalla
La vista aplastada en zooms
Con clientes que han aprendido
Aplicadamente a hacer su trabajo
Orbitan las pelotitas de los ojos
De los empleados imberbes
Que esperan su turno
Para dejarse perder
Con el dueño de la empresa
Al que le pedimos financiamiento
Para una diplomatura en la cárcel
A dictarse en el próximo cuatrimestre.
6.
La mesa donde están los diplomas
De estudiantes que hicieron
Talleres artísticos y de oficios
En el primer y segundo cuatrimestre
Un mantel blanco y limpio
No alcanza a cubrir
Las tablas de madera de los palets
Desarmados la semana pasada
En el taller de carpintería de la unidad penal
El viento agita la falda del mantel
Cortina luego del acto de colación
Y amenaza con volar
Los papeles enrollados
Impresos por las unidades académicas
Van a aterrizar fotocopiados
El mes que viene
En los juzgados
Solicitando el estímulo educativo
Con la firma de las autoridades decanales.
7.
En la ciudad de las diagonales
A pocas cuadras de la plaza
En el último piso del edificio
La mesa del ministro de Justicia
Tiene las sillas vacías
La tele encendida
El café recién servido por los mozos
Se enfría mientras la conductora travesti
Entrevista en vivo a un preso
A través de la cámara
De la computadora
De la biblioteca
Con la bajada de internet
Por fibra óptica
Del centro universitario
Un pelotón armado
Interrumpe la conversación
Por orden del Ministro
Llevan detenido a un detenido
Que fue novio de Wanda Nara
Hasta el famoso panóptico
Del puesto de control.
Marcos Perearnau (Buenos Aires, 1985). Artista, docente e investigador. Es licenciado en Filosofía y doctorando en Historia y Teoría del Arte (UBA). Se desempeña actualmente como codirector del CI/PAC (Centro de Investigación en Procedimientos Artísticos Contemporáneos) y coordinador de la Diplomatura en Arte en Territorio en la Escuela de Arte y Patrimonio (UNSAM). Miembro del colectivo La Conu, la ONU del conurbano. Es coeditor de la editorial Libretto.