LOS JUBILADOS MARCHARON DE CONGRESO A PLAZA DE MAYO Y LA POLICÍA VOLVIÓ A REPRIMIR

Los servicios de emergencias médicas reportaron una decena de heridos producto de los empujones y el gas lacrimógeno que lanzaron las fuerzas de seguridad. Esta vez, la columna de manifestantes se extendió hacia la Plaza de Mayo, manteniendo viva la demanda frente a la Casa Rosada

Los servicios de emergencias médicas reportaron una decena de heridos producto de los empujones y el gas lacrimógeno que lanzaron las fuerzas de seguridad. Esta vez, la columna de manifestantes se extendió hacia la Plaza de Mayo, manteniendo viva la demanda frente a la Casa Rosada

Como cada miércoles, jubilados, jubiladas y diversas organizaciones sociales se congregaron esta semana en las inmediaciones del Congreso de la Nación para demandar una urgente recomposición de sus haberes, una problemática que se agudiza ante el deterioro constante del poder adquisitivo. Sin embargo, una vez más, su legítima expresión en las calles fue confrontada por un enérgico despliegue de fuerzas federales, quienes implementaron el protocolo antipiquetes, generando una atmósfera de tensión y represión que culminó con la detención de al menos un manifestante, identificado como Mariano Lambertoti.

La jornada de protesta se vio marcada por la confluencia de distintos actores sociales que se solidarizaron con el reclamo de los jubilados. Junto a ellos, se hicieron presentes movimientos como la UTEP, organizaciones de izquierda como el MST y el Polo Obrero, y la CTA Autónoma, evidenciando un amplio espectro de la sociedad civil preocupada por la situación de los adultos mayores.

La confrontación se intensificó en la calle Rivadavia, adyacente al Congreso, cuando una nutrida columna de la Policía Federal intervino para impedir que los manifestantes interrumpieran la circulación vehicular. Lejos de limitarse a la contención, las fuerzas de seguridad, con el apoyo de efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, avanzaron sobre los manifestantes y trabajadores de prensa, acorralándolos contra el edificio anexo de Diputados y dispersándolos mediante el uso de gas pimienta.

El ostensible despliegue policial no solo afectó a los manifestantes, sino que también provocó extensos cortes de tránsito a lo largo de la Avenida de Mayo, desde la Casa Rosada hasta el Congreso, alterando la dinámica habitual del centro de la ciudad.

Un hecho particularmente llamativo se produjo cuando los manifestantes ingresaron a la Catedral Metropolitana para sumar su reclamo al homenaje por el reciente fallecimiento del papa Francisco. Incluso en este espacio de recogimiento, efectivos de seguridad irrumpieron para extender el operativo, generando sorpresa e indignación entre los presentes.

La postergación del debate parlamentario sobre la recomposición de los haberes jubilatorios, motivada por el duelo estatal ante la pérdida del Sumo Pontífice, añadió un matiz de frustración al reclamo de los jubilados. La realidad económica que enfrentan es apremiante: la jubilación mínima se sitúa actualmente en $285.820, mientras que la Pensión Universal de Adulto Mayor (PUAM) alcanza los $228.656 y la Pensión No Contributiva es de $200.074.

A esta situación se suma el reciente vencimiento de la moratoria previsional en marzo, una medida que permitía acceder a una jubilación a aquellos trabajadores que, si bien habían alcanzado la edad requerida, no contaban con los 35 años de aportes necesarios. Esta expiración genera una mayor incertidumbre para un sector vulnerable de la población.

Las voces de los manifestantes reflejaban una profunda sensación de abandono e indignación por parte del Gobierno Nacional. Un jubilado entrevistado por C5N, quien afirmó haber realizado 35 años de aportes, expresó su frustración ante lo que consideraba una burla y una falta de sensibilidad por parte de las autoridades. «Sabiendo que estamos necesitados y no nos alcanzan, se burlan de nosotros y se ríen», lamentó, al tiempo que cuestionó el desproporcionado operativo policial, señalando la presencia de un número superior de efectivos de seguridad en comparación con los jubilados.

A pesar de la tensión y los incidentes registrados en las inmediaciones del Congreso, la protesta no decayó. Hacia la tarde, una nueva columna de manifestantes se dirigió hacia la Plaza de Mayo, manteniendo viva la demanda por ingresos jubilatorios dignos frente a la Casa Rosada. En esta instancia, el operativo policial estuvo a cargo de la Policía de la Ciudad, y no se reportaron heridos, marcando una diferencia en el abordaje de la protesta en distintos puntos neurálgicos de la ciudad.

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