La cadena nacional encubierta de Milei opacada por gritos y amenazas de pasillo, el rol cada vez más indirecto del Congreso, tanto para el nombramiento de jueces como para un posible acuerdo con el FMI, los cortes de energía pese a la suba de tarifas por encima de la inflación y la aparente imposibilidad de consenso en las internas de la derecha; por Martín Gambarotta.
Los días políticos del mes de marzo son interminables. De hecho, el Presidente libertario Javier Milei inauguró las sesiones ordinarias en el Congreso un sábado a la noche en el primer día del mes. Pasaron muchas cosas en la semana, pero es mejor comenzar por ahí. Milei desprecia al estado, pero ese sábado su gobierno tenía el control de las cámaras estatales durante toda una cadena nacional. Se montó un espectáculo de propaganda en un horario pico. Muchos legisladores opositores optaron por faltar, pero no todos. El Diputado radical Facundo Manes, un médico neurólogo acostumbrado a la exposición mediática, ocupó una banca y se dedicó a interpelar a Milei a los gritos, mostrándole un ejemplar de la Constitución. En un momento Milei le respondió irónicamente diciendo que a Manes no le funcionaba el cerebro y siguió adelante con su mensaje.
Lo que no estaba claro hasta ese momento es que la actitud de Manes hizo hervir la sangre de Santiago Caputo, el asesor presidencial estrella, y sus socios que estaban presenciando la ceremonia en las galerías. Se sabe: un periodista conocido lo bautizó a Caputo como el “mago del Kremlin”. El apodo se usa por todas partes. Se volvió un lugar común. Caputo lo increpó a Manes desde el balcón como para advertirle que lo estaba mirando. A partir de ahí, Caputo y sus socios no parecían magos sino más bien una manada de rugbiers cebados en una discoteca. Una vez afuera del recinto, Caputo y su grupo lo fueron a buscar a Manes. Se habían transformado en los rugbiers del Kremlin, los patovicas del caos y así sucesivamente. Manes, que pertenece a una facción radical crítica de Milei, dijo que Caputo lo amenazó. Ya hizo la denuncia penal. En los papeles, un simple asesor presidencial estaba amenazando a un legislador con fueros. Manes, que tiene experiencia en manejarse con los medios, dijo que había sido amenazado por el hombre más poderoso de Argentina, el que controla los servicios de inteligencia y la agencia federal impositiva. Caputo, dijo Manes, tiene más poder que Milei. Es un comentario que puede alterar al presidente que se considera un líder de fuste mundial.
Es el segundo tropiezo de Caputo en poco tiempo. El asesor recibió críticas de su propio entorno cuando interrumpió una entrevista grabada que Milei le había concedido a un periodista amigo.
El incidente en el Congreso estuvo rodeado de especulaciones. Supuestamente, Karina Milei, la hermana del presidente y la secretaria general de la presidencia, había ordenado que las cámaras no enfoquen a Caputo y su grupo durante el discurso.
Manes de pronto cobró una relevancia que hace rato no tenía gracias a las bravuconadas de los libertarios. Antes de la trifulca había que hacer memoria para acordarse que Manes todavía es diputado. Caputo claramente no es licenciado en relaciones públicas. En la cuenta anónima de la red social X que maneja se jacta de que las formas lo tienen sin cuidado.
Milei usó su discurso para anunciar que se acerca un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y para decir que los controles de capital, el cepo cambiario, muy posiblemente se terminen este año. El presidente también admitió turbulencias con los precios y el tipo de cambio.
Con el acuerdo con el FMI, dijo el oficialismo, se busca “una operación de crédito público mediante la cual el Tesoro Nacional cancelará deuda existente con el Banco Central».
El presidente dijo en un principio que buscaría la aprobación del Congreso del acuerdo con el FMI, que todavía no fue anunciado formalmente, según lo exige la ley.
Claro que después el ejecutivo emitió un decreto de necesidad y urgencia sobre el acuerdo con el fondo que envió al Congreso. De pronto, Milei se despachó con otro engendro. Ahora el gobierno nacional supone que si el Congreso no rechaza el decreto entonces apoya los términos del entendimiento con el FMI.
El decreto aparece poco después de que Milei nombrara por decreto simple a dos jueces de la Corte Suprema. El académico conservador Manuel García-Mansilla juró la semana pasada. No sucedió lo mismo con el otro nominado, el Juez Federal Ariel Lijo, que había solicitado una licencia extraordinaria para ocupar su banca en la Corte. La Corte Suprema, con García-Mansilla ya como miembro, rechazó el pedido de licencia extraordinaria solicitado por Lijo y dijo que debía renunciar a su cargo de juez federal para jurar en la Corte. Lijo no está dispuesto a dejar su juzgado para asumir en comisión en la Corte Suprema.
La saga de la Corte Suprema es otro engendro porque los dos nominados por Milei están ahora a la merced de lo que decida el Senado, donde el kirchnerismo tiene 34 bancas de 72 y hay sectores de la oposición que no están de acuerdo con los nombramientos en comisión. Para algunos observadores, el gobierno nacional, Caputo en especial, se “sorprendió” con el voto de García-Mansilla en contra de los intereses de Milei. Difícil de creer que los libertarios sean tan ingenuos. La jugada de la Corte fue más que clara cuando decidió tomarle juramento al académico conservador y dejar en el aire por una semana a Lijo, que enfrenta acusaciones de corrupción por parte de sus críticos.
El enchastre institucional puede ser mayor si el Senado vota en contra de los dos candidatos de Milei. El presidente piensa que los jueces nombrados en comisión tienen derecho a permanecer en su puesto por un año.
Las jugadas de Milei son excéntricas. Están al borde de desconocer las reglas básicas de la democracia fundada en 1983. Lo mismo hizo Caputo al quedar al borde de trompearse con un diputado de la nación en el ámbito de la Cámara. Por algo existe la inmunidad parlamentaria, tan aborrecida por los conservadores, por algo esa inmunidad favorece a Manes que fue electo con votos y no a Caputo que ni siquiera tiene un cargo formal en el gobierno. Caputo se movía por la Cámara de Diputados como si le perteneciera, pero para el poder legislativo es un asesor sin relevancia.
La ley que exige que un acuerdo con el fondo pase por el Congreso es producto del préstamo gigante que recibió Mauricio Macri durante su presidencia en 2015-2019. El actual Ministro de Economía Luis Caputo, primo de Santiago y exfuncionario de la administración Macri, dijo que ahora no se envió una ley al Congreso porque su aprobación “llevaría mucho tiempo”.
El ministro comienza a retorcer sus palabras para justificar la situación. Para el ministro, este plan económico se parece bastante a las recetas neoliberales que fracasaron en el pasado, pero no lo es. Hay precios altos en dólares, pero la solución no es la devaluación. Lo que tiene que suceder, dijo el ministro, es una baja de precios. ¿Baja de precios? ¿Cuándo bajaron los precios de manera significativa?
Milei y su ministro niegan que el acuerdo con el FMI incluya una devaluación. Igual, no debería sorprender que Milei y Luis Caputo terminen justificando una devaluación si sucede. Al presidente no le interesa tanto resistir una devaluación, lo que le interesa es que un debilitamiento del peso no le arruine la pantalla que está armando alrededor de la idea de que la inflación está bajando.
Los precios de febrero no lucen a la baja en comparación con enero. Los alimentos, sobre todo, están aumentando. Quizás por eso Milei habló de sobresaltos en su discurso en el Congreso.
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo en la red social X: “EN MI BARRIO, Y EN ARGENTINA, A ESO LE DECIMOS DEVALUACION”.
Claro, que visto de otra manera las empresas privadas solo parecen estar interesadas en cobrar más dinero por el mismo servicio flojo que brindan, en especial si perciben que no hay demasiado control estatal. Tarifazos con apagones masivos no cierran. Los semáforos no funcionan en la Avenida 9 de Julio: señal clara de anarcocapitalismo.
La administración libertaria tenía planeado aumentar las tarifas eléctricas un 10% por sobre la inflación este año. El miércoles hubo un apagón masivo en la Ciudad de Buenos Aires y en zonas del conurbano, principalmente de la empresa privada Edesur pero también el viernes de Edenor. Milei y las empresas privadas todavía pueden balbucear excusas acerca de la falta de inversión en años anteriores. Claro, que visto de otra manera las empresas privadas solo parecen estar interesadas en cobrar más dinero por el mismo servicio flojo que brindan, en especial si perciben que no hay demasiado control estatal. Tarifazos con apagones masivos no cierran. Los semáforos no funcionan en la Avenida 9 de Julio: señal clara de anarcocapitalismo.
La participación del presidente en una presunta estafa piramidal con criptomonedas puede ser una señal de que lo que le interesa es construir discursos en el aire para sostener falacias. Milei está siendo investigado en una causa judicial por la crisis cripto. Karina Milei también fue denunciada. El viernes renunció Sergio Morales como asesor de criptoactivos de la Comisión Nacional de Valores. Morales, cercano a Karina Milei, tendría vínculos con los empresarios que armaron la criptomoneda lanzada por Milei. “No he cometido delito alguno”, dijo Morales al renunciar. Morales cumplió funciones en la secretaría general de la presidencia por un tiempo breve. También hubo allanamientos a la casa del empresario Mauricio Novelli, prácticamente un socio de Milei, y a las oficinas de Tech Forum, organizador de un encuentro cripto que contó con la presencia del presidente.
La presunta estafa también hace ruido en los Estados Unidos.
Milei está haciendo todo lo posible para alinearse sin tapujos con el Presidente republicano de los Estados Unidos Donald Trump. Argentina rechazó en las Naciones Unidas una resolución por la paz mundial, colocándose junto a Trump e Israel.
Milei ya había acompañado el giro a favor de Rusia de Trump en el conflicto con Ucrania. Vlodimir Zelenski, el presidente de Ucrania, discutió en vivo frente a las cámaras con Trump en el Salón Oval de la Casa Blanca la semana pasada, Trump le preguntó a Zelenski: ¿por qué no usás traje? Hay otro personaje que no suele usar traje: Elon Musk, el hombre más rico del mundo y funcionario de la administración Trump. Después del incidente en la Casa Blanca, Musk se puso un traje para asistir al discurso de Trump en el Congreso de los Estados Unidos. Igual, fiel a su estilo de jefe complicado, Trump también amenaza con sanciones a Rusia si no se llega a un acuerdo de paz.
Acá en Argentina, la derecha tiene sus propias batallas territoriales. La pelea entre el partido de Macri, el PRO, y el de Milei, La Libertad Avanza, por el alojamiento de presos en comisarías de la Ciudad de Buenos Aires está escalando.
La Ministra de Seguridad Patricia Bullrich acusó al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Jorge Macri (primo del expresidente) de usar la capital, un bastión del PRO, como “un botín”.
Los Macri, que le vienen brindando un apoyo crucial de Milei en el Congreso, dicen que los presos son responsabilidad del gobierno federal. Bullrich, según el PRO, dice “medias verdades”. La crisis de los presos, desatada por fugas constantes de comisarías, forzaron la renuncia del Ministro de Seguridad porteño Waldo Wolff.
La discusión se complica si se tiene en cuenta que Bullrich técnicamente todavía pertenece al PRO a pesar de estar encuadrada del todo con Milei. Todo indica que La Libertad Avanza y el PRO se van a enfrentar en las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires.
Algunos operadores de La Libertad Avanza ya especulan que tampoco van a sellar una alianza con el PRO en la provincia de Buenos Aires donde gobierna el peronismo.
El Gobernador de la Provincia de Buenos Aires Axel Kicillof inauguró las sesiones de la legislatura bonaerense en La Plata. Para estos operadores de la Libertad Avanza importa más tener una lista con diputados enteramente leales que compartir un potencial triunfo con el PRO por sobre el peronismo y después tener que negociar con legisladores de otro partido.
Hacia el fin de la semana ya no había tiempo para meterse con las internas políticas. Una tormenta de dimensiones catastróficas pegó sobre la ciudad de Bahía Blanca.
El desastre obligó al gobierno bonaerense y la Casa Rosada a coordinar la ayuda a pesar de haber intercambiado críticas pesadas sobre la inseguridad en el conurbano.
El viernes a la noche Milei igualmente no resistió la tentación de retuitear un mensaje en la red social X de un agitador libertario criticando al gobierno provincial por su manejo de la crisis. Los patovicas del Kremlin no descansan.