MARCHAN AL POLO CIENTIFICO CONTRA LAS POLÍTICAS DE AJUSTE DE JAVIER MILEI: “SIN CIENCIA NO HAY FUTURO”

Bajo consignas inspiradas en El Eternauta, la comunidad científica argentina se moviliza este miércoles para protestar contra las políticas de desfinanciamiento, vaciamiento y ninguneo del Gobierno Nacional. “La Universidad y la ciencia bajo amenaza de algo toxico", titularon.

Bajo consignas inspiradas en El Eternauta, la comunidad científica argentina se moviliza este miércoles para protestar contra las políticas de desfinanciamiento, vaciamiento y ninguneo del Gobierno Nacional. “La Universidad y la ciencia bajo amenaza de algo toxico», titularon.

Bajo la consigna «La ciencia y la universidad bajo amenaza de algo tóxico», inspirada en el furor de El Eternauta, la comunidad científica argentina, junto a diversos gremios y colectivos, convoca a una masiva protesta este miércoles en el Polo Científico. El objetivo es alzar la voz contra las políticas de desfinanciamiento, vaciamiento y ninguneo implementadas por el gobierno de Javier Milei, que, según denuncian, están llevando al sector al borde del colapso.

El investigador del CONICET, Alberto Kornblihtt, difundió una carta que resuena como un llamado de auxilio. «Nadie se salva solo. Sin ciencia no hay futuro», advierte, instando no solo a científicos y universitarios, sino a toda la población a sumarse para «frenar el cientificidio».

La concentración principal se realizará el miércoles a las 13 horas en Godoy Cruz y Paraguay, en la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, la protesta tendrá eco en distintas localidades del país, con movilizaciones simultáneas en Tierra del Fuego, Río Negro, Chubut, Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza, La Rioja y Tucumán.

Kornblihtt detalló la alarmante situación: «El gobierno de Milei ha implementado una política de aniquilación de aquello que llevó décadas construir. Se le niega financiamiento a los grupos de investigación, se bloquea la entrada al CONICET de dos camadas de 800 investigadores capacitados y seleccionados por rigurosos concursos, el poder adquisitivo de salarios y becas se redujo en un 40% y se encuentra en los niveles más bajos históricos sólo comparables al 2001″.

La falta de ejecución de créditos internacionales, la obligatoriedad de jóvenes investigadores a emigrar, y la necesidad de institutos de recurrir a fondos personales para cubrir servicios esenciales como luz y limpieza, pintan un panorama desolador. Todo esto, enmarcado en un «clima de crueldad y cinismo que incita a una parte de la población a despreciar y atacar a la ciencia y a los científicos», según el investigador.

La movilización es convocada por la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (RAICyT), ATE-Conicet, la Mesa Federal por la Ciencia y la Tecnología, el Colectivo de Ingresantes a Conicet y los gremios de docentes universitarios, entre otros. Las principales demandas apuntan a:

  • Congelamiento de ingresos a la Carrera de Investigador Científico y de Personal de Apoyo del CONICET, afectando a más de 1000 concursantes que aún no fueron designados.
  • Paralización de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, desarticulando sus órganos de gobierno y bloqueando la ejecución de subsidios de investigación y la cancelación arbitraria de becas.
  • Suspensión de los Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica (PICT), la línea de subsidio más importante, cuya última convocatoria ha sido prorrogada siete veces.

Más allá de estas medidas, el panorama se agrava con el boicot a proyectos estratégicos como el CAREM-25, de vital importancia para la soberanía energética, y la intervención del INTA, con la eliminación de programas de agricultura familiar, remate de patrimonio y reducción de personal. La amenaza de fusionar el INTA con el INTI, lo que llevaría a la «completa desaparición» de ambas instituciones, acrecienta la preocupación.

En términos económicos, el impacto es brutal: los salarios reales del sector han sufrido una reducción del 36% entre noviembre de 2023 y febrero de 2025. La inversión del Estado nacional en ciencia y técnica ha caído a niveles de 2005, invirtiendo la mitad que en 2023. El Grupo EPC, que monitorea la crisis, advierte que la «Función Ciencia y Tecnología del Presupuesto Nacional caerá un 24,9% en 2025», alcanzando apenas el 0,153% del PBI, muy lejos del 0,45% previsto por la Ley de Financiamiento de la Ciencia de 2021.

La comunidad científica y universitaria se moviliza este miércoles, con la esperanza de que la sociedad argentina se sume a la defensa de un sector vital para el futuro del país. «El país necesita de más ciencia y tecnología si se quiere salir del modelo exportador de bienes primarios sin valor agregado», concluyó Kornblihtt.

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