A pesar del gobierno, los datos muestran un aumento significativo en los precios de alimentos y una tendencia preocupante en otros sectores. Las políticas de congelamiento del tipo de cambio oficial generan debate sobre su efectividad y su impacto en la economía del país.
El presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, instan a las empresas de consumo masivo a contener los aumentos, argumentando que la inflación está desacelerándose. Sin embargo, datos recientes muestran lo contrario. Según la consultora LCG, especializada en precios de alimentos, la inflación en este rubro aumentó significativamente en la primera semana de marzo, alcanzando un 3,6%, casi igualando los números de las primeras semanas de enero después de la devaluación. Además, el estudio revela que alrededor del 32% de los productos experimentaron aumentos semanales, lo que implica un ajuste en la canasta básica cada 3,2 semanas.
LCG advierte sobre las políticas de congelamiento del tipo de cambio oficial impulsadas por Caputo, sugiriendo que podrían provocar una mayor inflación en el futuro. Aunque la inflación se desaceleró en febrero, un dólar oficial subiendo un 2% mensual durante un período prolongado podría socavar el programa económico. Esta estrategia, utilizada en el pasado, ha resultado en el fracaso de programas de estabilización anteriores.
Mientras tanto, Milei y Caputo parecen no reconocer la verdadera magnitud del problema. Milei menciona teorías confusas sobre la contabilidad de precios, sugiriendo que la inflación estaría en un solo dígito si se tuviera en cuenta el efecto de las promociones. Caputo se une a esta interpretación errónea, argumentando que las promociones indican una desaceleración inflacionaria, cuando en realidad reflejan un aumento en los precios de lista y una estrategia de ventas de las empresas para mantener los márgenes de beneficio.
Este enfoque de “promociones” no es nuevo y ha sido criticado anteriormente. Alfonso Prat Gay, exministro de Economía durante el gobierno de Mauricio Macri, también expresó su preocupación por esta práctica. Caputo y Milei deben enfrentar una realidad económica que no se alinea con sus interpretaciones, ya que los datos muestran un aumento significativo en la inflación de alimentos y una tendencia preocupante en otros sectores, lo que pone en duda la efectividad de sus políticas económicas.
