La multitud que se movilizó en defensa de la educación pública y gratuita durante la marcha universitaria envía un claro mensaje a la clase política. ¿Cómo interpreta este evento el presidente Milei y qué lecciones puede extraer de la historia argentina?
La masiva movilización en Buenos Aires durante la marcha federal universitaria transmitió un mensaje claro a Javier Milei. La sociedad, que siente el impacto de medidas económicas desfavorables, está firmemente comprometida con la defensa de la educación pública y gratuita, arraigada en su acervo cultural.
La defensa de las universidades públicas, con la UBA como símbolo de su prestigio académico, movilizó a cientos de miles de personas no solo en torno a la Plaza de Mayo, sino también en las principales ciudades del país. Contrario a lo sugerido por algunos, no fueron solo los sectores de izquierda los que salieron a las calles, sino principalmente las clases medias que respaldaron la corriente liberal y que enfrentan dificultades económicas.
La reacción impulsiva de Milei en Instagram confirma que su discurso caló hondo. La estrategia del gobierno de intentar desacreditar la protesta mediante ejemplos aislados parece no tener el mismo impacto que la vasta movilización popular.
En medio de un clima de descontento social, una confrontación con las universidades podría resultar contraproducente para el Presidente. Las instituciones educativas no solo son motores de movilidad social ascendente, sino que también pueden generar nuevos liderazgos capaces de influir en la política nacional.
A través de la historia argentina, las revueltas estudiantiles dejaron una marca indeleble en el panorama político. El apoyo sindical a la marcha universitaria recuerda las simbiosis estudiantiles-laborales de épocas pasadas. La ausencia de liderazgos claros en estos momentos refleja un desafío para Milei y su administración, quienes deben comprender la profundidad del descontento social y la importancia de defender la educación pública y gratuita, uno de los pocos orgullos que aún quedan en el país.