Milei viaja a Italia para afianzar su agenda de derecha y alinearse con gobiernos de postura conservadora, mientras Argentina sigue aislada en foros internacionales clave debido a su falta de coherencia diplomática.
El presidente Javier Milei partió ayer hacia Roma, en lo que constituye su segunda visita oficial a Italia. Su principal objetivo es fortalecer su posición como líder de la ultraderecha global y, según dijo, romper el aislamiento diplomático de Argentina, para que el país deje de figurar de manera aislada en las votaciones ante las Naciones Unidas.
Entre los eventos más importante de su agenda se destaca la reunión la bilateral con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, celebrada ayer por la tarde. Fue la sexta reunión entre ambos dirigentes, quienes mantienen una relación cercana y comparten la perspectiva política de ultraderecha. Además, durante su estadía, el presidente argentino será galardonado con el Premio Internacional Milton Friedman, un reconocimiento que se otorga a quienes, desde la teoría económica, promueven principios de libertad y mercados abiertos. La ceremonia se llevará a cabo este viernes a las 13:00 en el Palacio Wedekind.
El sábado, Milei participará del festival juvenil Fratelli d’Italia Atreju en el histórico Circus Máximus, donde dará un discurso bajo el lema “El camino italiano: respuestas concretas al mundo que cambia”. Este evento reunirá a una destacada delegación de líderes y pensadores de la derecha internacional, consolidando a Milei como una figura clave dentro de este movimiento global.
El domingo, el presidente de Argentina concederá una entrevista al diario Líbero, conocido por su orientación de derecha y sus enfoques provocadores. También se reunirá con John Elkann, presidente de Stellantis, la gigante automotriz, antes de emprender el regreso a Buenos Aires el lunes por la mañana.
La “liga de naciones conservadoras”
A nivel diplomático, uno de los objetivos más ambiciosos de este viaje es consolidar una suerte de “liga de naciones conservadoras”, en la que Argentina buscaría alinear sus posiciones con países como Italia, Estados Unidos e Israel. El contexto de esta iniciativa surge de la creciente preocupación en el oficialismo argentino, ya que en las últimas sesiones de la ONU, Argentina se encontró aislada en varias votaciones clave, especialmente aquellas relacionadas con los derechos humanos, los derechos de las mujeres y las comunidades originarias. En algunos casos, Argentina votó en sentido contrario a potencias como Estados Unidos e Israel.
Fuentes cercanas al Gobierno indicaron que, con la llegada de Donald Trump al poder en 2025, el objetivo es comenzar a coordinar más estrechamente las relaciones internacionales de Argentina con los países que comparten una visión conservadora similar. De esta manera, el viaje de Milei busca no solo estrechar los lazos con Italia, sino también armar un bloque internacional de países con posturas de ultraderecha.