El canciller Pablo Quirno confirmó que el Gobierno prepara una visita oficial para concretar la mudanza de la sede diplomática. La decisión alinea a la Argentina con la política exterior impulsada por Donald Trump y con el actual gobierno israelí, mientras crecen las críticas por el rol de Israel en la guerra en Gaza.

El canciller Pablo Quirno ratificó que el Gobierno Nacional organizará un viaje a Israel en 2026 para oficializar el traslado de la embajada argentina a Jerusalén. La medida implica un cambio profundo en la política exterior tradicional del país, que históricamente mantuvo su representación diplomática en Tel Aviv, al igual que la gran mayoría de los estados del mundo.
Quirno detalló que existe una invitación para viajar en febrero y que esa visita coincidirá con la instancia en la que “se terminará de concretar la mudanza” de la sede diplomática. La decisión se suma a los gestos de alineamiento del gobierno de Javier Milei con la administración de Donald Trump y con el actual liderazgo israelí.
“El futuro entre Argentina e Israel y el mundo será próspero. Los invitamos a aprovechar esas oportunidades, que traerán crecimiento a nuestros países”, expresó el canciller durante su intervención en el Foro Económico Argentino-Israelí, realizado en el Palacio Libertad.
En el evento también participó el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, quien sostuvo que ambos países trabajan para “profundizar el vínculo bilateral” y calificó la relación como la de “amigos y socios estratégicos”.
El anuncio generó nuevas repercusiones en el plano internacional, dado que, salvo Estados Unidos y un pequeño grupo de países, la comunidad global mantiene sus embajadas en Tel Aviv en línea con las resoluciones de Naciones Unidas que cuestionan el reconocimiento unilateral de Jerusalén como capital israelí.


