Es un descubrimiento sin precedentes que permitirá diseñar estrategias de control más eficientes y desarrollar variedades de maíz más resistentes a enfermedades.
El Centro de Investigaciones Agropecuarias (CNIA) del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), ubicado en William Morris al norte de Hurlingham, ha logrado un hito científico al secuenciar el genoma de la chicharrita del maíz. Este diminuto insecto puede causar pérdidas superiores al 50% del potencial de cultivo.
El equipo de especialistas del CNIA, situado en el límite con Villa Udaondo y el municipio de Ituzaingó, ha realizado un trabajo sin precedentes a nivel global, ensamblando y anotando por primera vez la fórmula del ADN del dalbulus maidis.
Este avance permitirá diseñar estrategias de control más eficientes y facilitará el desarrollo de variedades de maíz más resistentes a las enfermedades transmitidas por la chicharrita. Estas enfermedades incluyen el enanismo, estrías cloróticas, enrojecimiento, proliferación de mazorcas en diferentes nudos y la ausencia de estructuras reproductivas en algunos casos.
“Esta investigación proporcionará información para entender la biología, distribución y evolución del animal, lo que ayudará a predecir y mitigar futuros brotes y epidemias. Además, posibilitará enfoques más precisos y dirigidos mediante la reducción en el uso de productos fitosanitarios”, declaró la Secretaría de Bioeconomía del Ministerio de Economía de la Nación.
Asimismo, la Secretaría aseguró que “también podría ser utilizada en la mejora genética del maíz, facilitando la comprensión de aspectos como los genes de inmunidad de la chicharrita e identificar blancos potenciales para la producción de mejores insecticidas, así como material genético asociado a su interacción con las plantas infectadas y los agentes patógenos”.