OTRO MIÉRCOLES DE REPRESIÓN EN EL CONGRESO: PALOS Y GASES CONTRA JUBILADOS Y ORGANIZACIONES RELIGIOSAS

La Policía Federal volvió a reprimir a los manifestantes que intentaron realizar un semaforazo en el centro porteño. Cientos de adultos mayores, trabajadores de prensa y curas fueron afectados por los gases lacrimógenos. Entre ellos el Padre Paco, que se acercó a rezar un Padre Nuestro.

La Policía Federal volvió a reprimir a los manifestantes que intentaron realizar un semaforazo en el centro porteño. Cientos de adultos mayores, trabajadores de prensa y curas fueron afectados por los gases lacrimógenos. Entre ellos el Padre Paco, que se acercó a rezar un Padre Nuestro.

Una vez más, la jornada de protesta de jubilados y jubiladas frente al Congreso Nacional terminó con escenas de violencia y represión por parte de las fuerzas de seguridad. Como cada miércoles, las calles aledañas al Palacio Legislativo se convirtieron en escenario del reclamo pacífico por jubilaciones dignas, un pedido que hasta el momento no encontró respuesta favorable desde la llegada de Javier Milei a la presidencia.

En esta ocasión, la represión no solo se dirigió hacia los jubilados, sino también contra integrantes de organizaciones religiosas que conforman la Mesa Ecuménica por la Democracia, la Vida y el Bien Común, quienes se sumaron a la manifestación en solidaridad con los adultos mayores.

El padre Francisco «Paco» Olveira, de los Curas en Opción por los Pobres, volvió a ser blanco de la violencia policial, repitiéndose el episodio de la semana anterior donde había sido golpeado y brevemente detenido. En esta oportunidad, según relataron testigos, el padre Paco terminó en el suelo, con el rostro contra el pavimento tras recibir un golpe de bastón policial. Ya se están pasando. Están tirando a los ojos con maldad, denunció tras la agresión, que también afectó a otros miembros de su organización.

Es muy triste lo que está pasando. Me duele el alma, porque la leche que nos tiran en la cara es la que le falta a nuestros pibes. La policía me da pena porque recibe órdenes, aunque algunos te reprimen con saña. Hay que buscar las formas, porque hacemos una misa y se nos van a cagar de risa, expresó el párroco en diálogo con C5N.

La tensión se desató cuando los efectivos policiales intentaron impedir que los manifestantes interrumpieran el tránsito en la Avenida Rivadavia, en cumplimiento del protocolo antipiquetes impulsado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Fue en ese momento que la policía arremetió contra los manifestantes y también contra trabajadores de prensa que se encontraban cubriendo la movilización.

Otro de los afectados por la represión fue Nicolás Caropresi, dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), quien fue alcanzado por los gases lacrimógenos. Juan Grabois informó a través de sus redes sociales que Caropresi resultó herido pero se encuentra fuera de peligro y fue atendido en el Instituto Patria.

Allí, Cristina Kirchner se acercó desde su oficina para brindarle su apoyo y colaborar con las curaciones. Bajó a solidarizarse y participó activamente. Si no fuera una muestra más del drama que vivimos, parecería una escena de película”, escribió el referente de Patria Grande en su cuenta de X.

“Nico puso el cuerpo para defender a los jubilados. Aguantó los palazos y los gases. Es lo que hace un verdadero dirigente popular”, subrayó Grabois.

Las imágenes y testimonios de la jornada reflejan la escalada de la tensión en las protestas de los jubilados, quienes continúan exigiendo una respuesta a sus demandas frente a un gobierno que, hasta el momento, ha respondido con operativos policiales cada vez más severos.

La inclusión de organizaciones religiosas entre los reprimidos marca un nuevo capítulo en la conflictividad social que rodea los reclamos de los sectores más vulnerables.

Comparti la nota

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram