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PACTO CON LA CASTA POR MARTÍN GAMBAROTTA

Los fuegos artificiales desde un atril en el Congreso, las posibilidades del “Pacto de Mayo” o una emboscada: los que entran, los que salen y el único acuerdo nacional posible atado con el hilo endeble de la paciencia, por Martín Gambarotta.

¿Planes para el viernes a la noche? Cancelarlos. El entretenimiento es mirar al Presidente libertario Javier Milei inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso –a las 9 pm en punto (o casi). Milei dio su discurso desde un atril, gritando sus parrafadas en la cara a los legisladores. Es fácil perderse con todo el ruido político, pero el presidente llegó al Congreso casi a la defensiva: su mega DNU para desregular la economía está muy cerca de ser rechazado en el Senado y la ley ómnibus de reformas nunca fue aprobada. Al Financial Times, Milei le dijo en una entrevista que en el corto plazo no necesita del Congreso.

Lo que sí necesitaba Milei era lanzar fuegos artificiales desde su inédito atril para retomar la iniciativa política. Pero antes de brindar un espectáculo, casi al pasar en su discurso, Milei le pidió a la población “paciencia” porque todavía no se puede liberar el cepo cambiario. No dijo ni una palabra de la dolarización y, si bien está bajando, la inflación sigue siendo de dos dígitos. Cuando se pide paciencia por lo general es porque se sabe que se está agotando. No fue ni por lejos el momento más estridente del discurso pero fue un recordatorio de que el futuro del presidente depende del tipo de cambio y la inflación. Después del discurso del viernes no está para nada claro que Milei se atreva a dolarizar en el corto plazo.

Así y todo, el presidente sabía que tenía que proponer algo. Hubo un anuncio de un paquete de leyes “anticasta”, pero a la vez Milei convocó a un “Pacto de Mayo” en Córdoba con los gobernadores y figuras políticas. La cita es el 25 de Mayo y la convocatoria en el fondo está diseñada para descomprimir la actual confrontación del presidente con los gobernadores. Pero el llamado al consenso bien puede ser una chicana de Milei y hasta una emboscada. La condición para “el pacto” es que antes se apruebe una nueva versión de la ley ómnibus.

El pacto se basa en diez puntos: el respeto a la propiedad privada, equilibrio fiscal, reducción del gasto público, reforma tributaria, coparticipación federal, explotación de recursos naturales, reforma laboral, una reforma provisional que admita un sistema de jubilación privada, una reforma política, y la apertura comercial. En muchos sentidos, la jugada de Milei (y de su asesor estrella Santiago Caputo) es de manual: cuando no sabés qué hacer convocá a un gran acuerdo nacional.

“Milei le pidió a la población “paciencia” porque todavía no se puede liberar el cepo cambiario. Cuando se pide paciencia por lo general es porque se sabe que se está agotando. No fue ni por lejos el momento más estridente del discurso pero fue un recordatorio de que el futuro del presidente depende del tipo de cambio y la inflación.”

El tema es que a la larga el único acuerdo nacional que va a interesar es la mejora de la economía. Muchos gobernadores reaccionaron positivamente, incluido el Gobernador de Chubut Ignacio Torrres (PRO) que chocó ferozmente con el presidente sobre fondos coparticipables retenidos y la financiación para el transporte. El conflicto con Torres ahora se resuelve en la Corte Suprema. También el Gobernador de Buenos Aires Axel Kicillof (kirchnerista) se presentó ante la Corte Suprema en contra de la decisión de Milei de eliminar el Fondo de Fortalecimiento Fiscal, creado en 2020 para la provincia tomando fondos de coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires.

No todos están de acuerdo con el pacto. El gobernador peronista de La Pampa ya rechazó la invitación. A pesar de estos conflictos, ahora Milei, por lo menos en la superficie, busca el consenso con los gobernadores. La declaración de guerra clara del presidente es en todo caso contra los sindicatos. Milei anunció un proyecto para limitar los mandatos sindicales a ocho años (una re-elección con mandatos de cuatro años) y, más significativamente, otro proyecto para que los acuerdos laborales por empresa tengan preponderancia por sobre los convenios colectivos.

El frente gremial está complicado. El conflicto de los maquinistas de trenes de La Fraternidad sigue y en la semana hubo un paro de aeronáuticos. El vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el paro dejó a miles de pasajeros varados. Y sí Adorni, es una huelga. El vocero también fue protagonista de una polémica. Negó que Milei le haya dado “me gusta” en las redes a una imagen retocada de Torres con rasgos de una persona con Síndrome de Down.

El problema para la CGT mientras tanto es que no tiene un líder carismático que pueda comandar un conflicto con Milei si la situación económica empeora. Milei dejó afuera del “Pacto” a Juan Grabois, Máximo Kirchner, Sergio Massa y Pablo Moyano, a los que nombró en su discurso como responsables de los problemas económicos. También habló de la “herencia recibida”. Kirchner dijo del discurso: “fue a buscar tiempo y se llevó tiempo”.

Desde el comienzo de su mandato, Milei viene realizando incontables anuncios. El viernes anunció el cierre de la agencia estatal de noticias Télam y el fin de la financiación de los partidos políticos. También propuso considerar delitos de lesa humanidad a la emisión de dinero para paliar el déficit.

La barra libertaria deliraba en los palcos del recinto, pero hasta ahora los resultados parlamentarios para el oficialismo fueron magros. Según los libertarios esto se debe a que los opositores “no la ven”. ¿Qué ven los que la ven? Un país color rosa como las páginas del Financial Times.

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