José Jerí dispuso la medida por 30 días, con el argumento de combatir la inseguridad. La decisión se anunció tras nuevas protestas y críticas al gobierno por la represión policial que dejó un muerto y más de cien heridos.

El presidente de facto de Perú, José Jerí, declaró el Estado de Emergencia en Lima Metropolitana y el Callao por un plazo de 30 días, bajo el argumento de que su gestión “pasa a la ofensiva” en la lucha contra el crimen. La medida, aprobada por el Consejo de Ministros, restringe derechos constitucionales y permite la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interna. “Se acabó: hoy empezamos a cambiar la historia en la lucha contra la inseguridad”, expresó Jerí en un mensaje televisado.
El mandatario aseguró que su plan “marca un nuevo enfoque” y que busca “recuperar la paz, la tranquilidad y la confianza de millones de peruanos”. En su discurso, sostuvo que “las guerras se ganan con acciones, no con palabras”, sin ofrecer detalles sobre las medidas concretas que acompañarán la intervención. En redes sociales, distintos sectores políticos y de derechos humanos cuestionaron la decisión, advirtiendo que el gobierno condiciona el derecho a la protesta y consolida un giro autoritario.
La declaración se produce apenas cinco días después de que el primer ministro, Ernesto Álvarez, anunciara un “plan de Lima” que no contemplaba aún a Callao. El mismo día, el Congreso rechazó debatir una moción de censura contra Jerí, presentada tras la represión policial que dejó un hombre de 32 años muerto y más de 120 heridos. La oposición acusa al Ejecutivo de utilizar la emergencia para evadir la crisis política y profundizar el control sobre las manifestaciones sociales.


