El triunfo pírrico del gobierno nacional, el radicalismo de Mercado y la reaparición de Cristina Kirchner; por Martín Gambarotta.
El conflicto se concentra en el Congreso. El presidente libertario Javier Milei ya no puede delegar las negociaciones políticas con los bloques opositores que están dispuestos a dialogar. La misión para Milei era bloquear el miércoles en la Cámara de Diputados el voto de dos tercios de los presentes en contra del veto presidencial para liquidar la ley de movilidad previsional aprobada por la oposición. Milei, antes del debate, encabezó una reunión con cinco diputados radicales que apoyaron la movilidad pero que estaban dispuestos a no ir en contra del veto. En la reunión participó la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y la secretaria general de la presidencia Karina Milei, hermana del presidente. El jefe de gabinete Guillermo Francos no estuvo presente, sufrió una lipotimia y fue hospitalizado por dos días. La crisis de Francos disparó rumores de un conflicto entre el jefe de gabinete y el asesor estrella de Milei, Santiago Caputo. Francos, un veterano negociador, tuvo que negar su renuncia.
Los cinco diputados radicales fueron cruciales en la sesión del miércoles. El resultado de la votación fue 153 a favor de eliminar el veto 87 en contra y 6 abstenciones. A la oposición no le alcanzó para llegar a dos tercios de los presentes. El presidente festejó el resultado felicitando a los “87 héroes” que “derrotaron” al populismo. Afuera del Congreso había una manifestación controlada por una fuerte presencia policial. En un momento, la policía lanzó gas pimienta sobre los manifestantes afectando a una nena de diez años. El incidente disparó un furioso debate mediático entre Bullrich y la prensa que acusó a la Policía Federal de difundir un video falso para justificar las acciones de las tropas antidisturbios. La situación confirma que Bullrich, que se niega a culpar a la policía por el incidente, está jugando con fuego. La ministra afirma que la policía trabaja bajo presión en esas situaciones, lo que equivale a decir que siempre está al borde de desatar una tragedia. El Gobierno, en el caso de la nena, trató de manipular la realidad filtrando un video falso a periodistas amigos, que tuvieron que admitir el error. La guerra mediática, con las redes sociales en el frente de batalla, es feroz a punto tal que los Estados Unidos acusa a la cadena televisiva estatal rusa RT de estar deliberadamente operando “malignamente” en la región, y eso incluye a la Argentina. Igualmente, Bullrich todavía no se anima a reprimir manifestaciones masivas como las que se convocaron en defensa de la universidad pública hace poco. El Senado, mientras tanto, aprobó con más de dos tercios de los presentes una ley de financiamiento universitario que Milei anunció que vetará en su totalidad. Pero, ¿qué pasa si el Congreso intenta otra vez derribar el veto? ¿Tendrá Milei el apoyo de los cinco radicales tránsfugas en el tema universitario?
El riesgo para el Gobierno es que las manifestaciones crezcan de a poco y las fuerzas comandadas por Bullrich cometan errores bajo presión. El veto es una herramienta presidencial, pero Milei se arriesga a hartar a la opinión pública con su liquidación de leyes. El veto a la ley de financiamiento universitario, diseñada para asegurar el poder adquisitivo del salario decente, puede desencadenar nuevas manifestaciones. La tensión está en el aire. La aprobación de la reforma previsional en Santa Fe vino con un fuerte enfrentamiento entre los manifestantes y la policía.
El Senado también aprobó con cambios el uso de la boleta única que ahora tiene que volver a ser debatida en Diputados.
Hubo más derrotas para el Gobierno, porque el Senado también votó a favor de anular el decreto presidencial, otorgándole mil millones de pesos en fondos reservados a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). El tablero en el Congreso es confuso. Los cinco díscolos de la Unión Cívica Radical en Diputados descolocaron a la oposición, pero en el Senado kirchneristas y radicales votaron juntos. El partido de Milei tampoco tiene el control de la Comisión Bicameral de Inteligencia que tiene que controlar los gastos de la SIDE. El rechazo del DNU no tiene precedentes.
El presidente anunció que hoy domingo a la noche presentará personalmente el presupuesto 2025 con un discurso por cadena nacional en la Cámara de Diputados.
La aparición de Milei está cargada de tensión porque el viernes los trabajadores de la estatal Aerolíneas Argentinas pararon por reclamos salariales. La confrontación entre los pilotos y el Gobierno es total. Bullrich especula con igualar la huelga a un “bloqueo”, que de acuerdo a la Ley Bases es causal de despido.
El plan del ministro de economía Luis Caputo es pisar las paritarias en el Estado hasta fin de año, en un intento de controlar la inflación y eso incluye a la aerolínea. El Gobierno dice que las aerolíneas ya fueron declaradas un servicio esencial para asegurar un servicio mínimo en futuras huelgas. La suba de precios ayuda a la licuación de salarios.
La inflación en agosto marcó 4,2% y esto arruina la narrativa de que el costo de vida está bajando de manera consistente desde que Milei es gobierno. Caputo espera mejores noticias para septiembre, pero estacionalmente los precios suben para fin de año. El Gobierno venía festejando una inflación del 4% mensual, ahora queda claro ya no hay nada para celebrar. Hay que ver con qué discurso se despacha Caputo para sostener la idea de que los precios están bajando. La última jugada de Caputo fue prohibir el cobro de tasas municipales en las boletas de servicios de luz y gas.
Las buenas noticias para el Gobierno vinieron de otra parte. El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que el economista chileno Rodrigo Valdés ya no será parte de las negociaciones con Argentina. Valdés, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, fue duramente criticado por Milei. El presidente acusa a Valdés de oponerse con “mala intención” a la política económica del gobierno y de pertenecer al “Foro de San Pablo”. Por lo bajo, en el Gobierno tildan a Valdés de “zurdo”.
Algo está cambiando en el escenario. El expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en una aparición pública en la Universidad Nacional del Oeste en Merlo el viernes, insistió con que la “escuela austríaca” de Milei está fallando y que el Gobierno no está ganando la lucha contra la inflación. Argentina es un país caro en dólares, dijo, manejado ahora por un “lunático”. De todos modos, Fernández de Kirchner elogió el “ímpetu” de Milei para desplazar a Valdés.
Fernández de Kirchner parece haber descubierto que el kirchnerismo todavía mide en el conurbano bonaerense y está dispuesta a hacerle frente al presidente cuando empieza a medir no tan bien en las encuestas. Para la expresidenta, los cinco de la UCR fueron “comprados” por el Gobierno para “joder a los pobres viejos”. Pronto, es probable que el Gobierno necesite más que un puñado de radicales para hacer pie.
Ya aparecen imprevistos que complican hasta la imagen de pulcritud que quiere dar Milei. El presidente despidió al interventor de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, Thierry Decoud, por sospechas de corrupción.
